Mentiras de patas cortas…

Del refranero siempre se ha dicho que es muy sabio. Según la RAE, un refrán es un «dicho agudo y sentencioso de uso común». También se define como una frase de origen popular repetida, en la cual se expresa un pensamiento moral, un consejo o una enseñanza.

Los dichos y sentencias se transmitieron primero de forma oral, y más adelante, se conservaron en diferentes obras conocidas como ‘Refraneros’ que han perdurado hasta nuestros días. Muchos, la mayoría, son anónimos, y a partir de la Edad Media, fueron recopilados por autores de la época como  el Romancea Proverbiorum (s. XIV)  que recoge 150 refranes y Seniloquium (s. XV) con 494 refranes y sobre todo la recopilación atribuida a Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, bajo el título de Refranes que dizen las viejas tras el fuego, con más de 700 refranes.

Por lo general, y teniendo en cuenta su origen, están compuesto con palabras sencillas, de fácil comprensión y un ritmo musical similar al de los versos de un poema o una canción. Es precisamente esta musicalidad la que permite memorizarlo fácilmente. Funcionan como metáforas, con dos significados o mensajes: el que se enuncia de modo directo y la connotación o alusión. Los refranes conforman pequeños núcleos de sabiduría popular que van pasando de generación en generación, tratando de resumir la experiencia de los pueblos y abarcan distintas situaciones de la vida cotidiana. El propósito de los consejos, por un lado, es el de transmitir los valores más tradicionales de una sociedad, por lo que suelen ser de tipo conservador

Algunos historiadores, mencionan el origen de refranes muy concretos, como es el caso aquel que se remonta al siglo XV, al reinado de los Reyes Católicos, que consideran enraizado a la creación de la Santa Hermandad, nacida a iniciativa de la reina Isabel, cuyos miembros vestían de verde. La misión de esta institución fue velar por la seguridad de los pobladores y habitantes que transitaban caminos llenos de peligros. Pero, según parece, con frecuencia solían llegar tarde al lugar de los hechos, cuando los malhechores ya se habían ido del lugar, de ahí la expresión irónica ‘a buenas horas mangas verdes’.

La temática de los refranes es tan amplia como variada: el amor, el dinero, la religión, la familia, el trabajo, los negocios, la muerte, la mentira y, por ende, los mentirosos…

Esa temática es muy de actualidad, pues según estamos viendo, hay mucho mentiroso suelto. Mucho lobo con piel de cordero, mucho charlatán de piernas largas que intenta disfrazar mentiras de patas cortas. Y se defienden con largos y pormenorizados argumentos aunque En boca mentirosa la verdad se hace dudosa. Otros van de olvidadizos, negándose a recordar lo que dijeron hace apenas unos días, Mentirosos sin memoria [que] pierden el hilo de la historia. También están los que se excusan una y otra vez, diciendo que no dijeron. Por algo será, porque Quien se excusa, se acusa. Finalmente hay quien se atreve a adelantar promesas, seguro como está, de que su meta está muy cerca. Osados, atrevidos, insolventes e ignorantes que creen que no sabemos lo que la experiencia sobradamente nos ha enseñado: El juramento del mentiroso, hace su dicho más sospechoso

Baltasar Gracián aconsejó: «No mientas, pero no digas toda la verdad». Una afirmación sino sabia, prudente. Cesare Pavese -escritor italiano del siglo pasado- afirmó por su parte: «El arte de vivir es el arte de saber creer las mentiras. Lo terrible de esto es que al no saber qué es la verdad, todavía podemos reconocer mentiras».

Apliquémosno el cuento…

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El olvido que seremos…

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“Para recordar hay que olvidar” La sentencia, obviamente, no es mía, la leí en un interesante artículo sobre el funcionamiento de la memoria, uno de los grandes enigmas y uno de los objetivos estrellas de muchas de las investigaciones de la neurociencia. Según parece nuestra memoria no funciona como una cámara de vídeo, sino que cada vez que recordamos reescribimos ese recuerdo y lo reajustamos a nuestras creencias y expectativas presentes. Por eso sucede que algo que nos produjo un shock o fuerte rechazo, con el tiempo lo recordamos de manera más tenue o suave porque lo vamos reajustando a nuestras creencias presentes. En opinión de Rodrigo Quian Quiroga, Jefe de Bioingeniería de la Universidad de Leicester en Inglaterra –cito textualmente- “Ahora sabemos que olvidar es tan importante como recordar, tal cual lo había anticipado el escritor Jorge Luis Borges en su cuento Funes el memorioso de 1942”.

El cuento de Borges relata la historia de Ireneo Funes, un peón uruguayo que después de tener un accidente con un caballo, podía recordar absolutamente todo. Pero más que vivirlo como una bendición, lo sufría como una maldición. Podía recordar absolutamente todo con una nitidez extraordinaria, como si acabara de suceder…Y lo dice bien claro en su historia: “pensar es olvidar, diferenciar, es generalizar, abstraer”. O sea que para poder recordar hay que olvidar…

Hoy empieza el tiempo de la reflexión. Las elecciones han pasado bien para unos, muy mal para otros entre quienes se encuentra esta que suscribe. Y en un intento por comprender algunas de las múltiples razones de lo sucedido, recordé este cuento de Borges que me llevó a pensar en la mala memoria que muchos tenemos. En Valencia nadie se acuerda de los casos de corrupción de Rita Barberá, de los Cotino, de Zaplana, Camps con juicios aún pendientes o de Marcos Benavent, ‘ el yonki del dinero’ que tiró de la manta…Tampoco recuerdan el circuito de carreras que se muere de asco, ni las obras fallidas de Calatrava, ni los barracones que hacían de escuelas…

En Madrid en PP obtiene el apoyo de la mitad de la población. Y yo me pregunto ¿qué pasa  con la otra mitad? ¿Dónde fue el voto de quienes viven en La Cañada Real, Carabanchel o El Pozo del Tío Raimundo, por citar? Me temo que lo mismo que sucede con los cinco barrios más pobres de España que están en Sevilla, donde también ganó la derecha. Dicen los alcaldes y presidentes que gobernaran para todos ¿También para ellos? ¿Seguro?

Y Cádiz, que puedo decir de Cádiz, la cuna de la libertad, la sede de la Constitución de 1812, la ciudad de la revolución liberal, la misma en la que Teófila Martínez gobernó durante cinco legislaturas. Sí, cinco. Y parece que muchos olvidaron que –supuestamente- su marido obtenía contratos de aquella manera, que presidió una sicab que Rodríguez Rato utilizó para ocultar patrimonio. Y, al parecer,  tampoco recuerdan que la alcaldesa no podía salir a la calle porque la insultaban. Sí, los mismos que antes la aplaudieron luego la abuchearon a ella y al Partido.

Y en medio de este tsunami, el ‘infiel’ gana de nuevo su reino…Cosas de la política…

El futuro no pintan bien para la izquierda, de hecho, el Presidente acaba de anunciar el adelanto de las Generales al 23 de julio… Vienen malos tiempos, tiempos de alianza con la extrema derecha, de recorte de las libertadas, de estrechez de mira, de revocar leyes, ayudas para la Memoria Histórica, mermar subvenciones para colectivos LGTB y mujeres que ya no serán consideradas maltratadas -porque paseremos a la violencia intrafamiliar, que no se nos onvide-. Tendremos cada vez una mayor presencia de la Iglesia en la vida pública y abundantes privilegios para los ricos…

«Al recordar algo, uno lo está reescribiendo. Cada recuerdo es una reinterpretación de lo que sucedió. Cada vez que uno recuerda vive una memoria de una manera distinta. Como sugería el escritor Marcel Proust, el recuerdo de las cosas pasadas no es necesariamente el recuerdo de las cosas tal como ocurrieron» (Revista QUOPlus, pp. 104-107)

Lástima que la memoria funcione reescribiendo y olvidando y lástima que la derecha tenga tanta facilidad para olvidar y la izquierda tan poca para recordar que debe mantenerse unida…

Intentaré recordar sin paliativos…

Y qué la fuerza nos acompañe para afrontar lo que sea que tenga que venir…

Alea iacta est…

El concepto  de ciudadanía proviene de la Antigua Grecia, cuna asímismo de la democracia. En aquella civilización organizada en ciudades-estados o polis y origen de la democracia, se practicaba una ciudadanía excluyente, tanto en cuando no podían votar ni los esclavos o ilotas, ni los extranjeros, ni las mujeres. A este respecto, Aristóteles afirmo sabiamente: “a menudo se discute sobre el ciudadano y en efecto no todos están de acuerdo en quién es ciudadano. El que lo es en una democracia con frecuencia no lo es en una oligarquía…” Da que pensar ¿verdad?

En Roma, por su parte,  se extendió el concepto de res pública -sobre la que escribí en el post anterior- como estructura política y jurídica que pertenece al pueblo, a la comunidad. Y en base a esto, Roma percibió  al ciudadano como síntesis de participación activa en la vida política de la civitas. No obstante, en época del Imperio, se distinguía entre los cives romani, que gozaban plenamente de todos los derechos inherentes al status de ciudadano romano, aunque este estatus podían perderse en ciertas cirnstancias y los cives latini los cuales gozaban de un status más bajo respecto a los ciudadanos romanos, incluyendo el hecho de no poder votar (como en el caso de los municipia sine suffragio) o participar a la vida política.

Durante la Edad Media, con la evolución y desarrollo de la sociedad feudal, la ciudadanía pasó a concebirse como una vinculación personal más que territorial, de linaje y de sangre. “Y la ciudadanía pasó a residir en la subordinación política al señor feudal o al monarca y no en la idea de participación política”. Las relaciones de vasallaje eclipsaron y oscurecieron los derechos individuales que saldrían a relucir mucho más adelante, en el siglo XVIII. Fue entonces cuando Rouseau definió como ciudadanos a quienes pertenecían a  un determinado Estado nacional y poseyeron dentro de este territorio una serie de derechos individuales entre los que destaca el derecho a la igualdad, aunque edicha igualdad fuera  jurídica y no necesariamente social y económica.

A partir de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aprobada por la Asamblea Nacional Francesa el 27 de agosto de 1789, los derechos del hombre se transformaron en libertades.

A mediados del siglo pasado Thomas H. Marshall, afirmó que la ciudadanía era una condición otorgada a quienes eran miembros plenos de una comunidad. Todos aquellos que poseían tal condición eran iguales respecto a los derechos y deberes. En cambio, por aquel tiempo, en algunos países del Este –como Rusia- la ciudadanía se consideraba un concepto en permanente construcción: “Si la ciudadanía es algo que remite a un proceso histórico, siempre vamos a estar hablando de una construcción de ciudadanía y de que haya también una reconstrucción constante de esa ciudadanía”.

Hoy por hoy la ciudadanía se refiere al conjunto de derechos y deberes a los cuales el ciudadano o individuo está sujeto en su relación con la sociedad en que vive. 

Y todo esto para reflexionar en voz alta sobre la importancia que la condición de ‘ciudadanos y ciudadanas implica’ aunque sea algo de lo apenas se habla. Nacemos y ya se nos considera ciudadano/a aunque no podamos ejercer como tales hasta los 18 años. Sin embargo las implicaciones son tremendas y la responsabilidad adquirida enorme. Todo está en nuestras manos, en esa papeleta que hoy podemos depositar en nuestro colegio electoral., a dónde deberíamos asistir en masa si fuéramos conscientes que el ‘poder’ está en cada uno de nosotros y cada sobre envía un ‘trocito de cesión’ que hacemos llegar a otros ciudadanos para que nos representen…Aunque muchos no se merezcan tal distición…

Buen día y que ustedes lo voten bien…

La ‘res-pública’… de mi casa

El felpudo de IKEA luce así a la entrada de mi casa. ‘Bienvenido a la República Independiente… La única a mi alcance –añado yo- y  de la que puedo fiarme… En ella nunca hubo pucherazo, ni compra de votos  -y eso que a cualquiera de sus miembros le hubiera venido de perlas- ni campañas con palabras gruesas, ni engaños, ni intentos de fraude, ni conspiraciones…Eso sí, reconozco que mi hijo Carlos siempre fue algo fullero jugando al parchís. Tenía mal perder, aunque a la hora de la verdad lo asumió con deportividad y una entereza digna de admiración.

Las mejores campañas que vivimos tuvieron serios debates y decisiones trascendentes como ¿pizza o hamburguesa? Difícil elección, lo sé. Todos dimos la talla. Jugamos limpiamente, y aunque tras las votaciones los perdedores protestábamos –yo también asumía el riesgo- enseguida encontrábamos ese punto de encuentro favorable para el bien de todos y la buena convivencia…

El término ‘república’ –como seguramente saben- proviene del latín res populica, o sea, la «cosa de las personas», el «asunto del pueblo» o  la «propiedad pública», en oposición a regnum –reino- o «propiedad del rey». A simple vista ya podemos observar una gran diferencia, sobre la práctica ¿qué más puedo decir…?

En la Antigua Roma la ‘República’ se instauró tras la caída de la Monarquía -en realidad así ha sido a lo largo de la historia- imponiéndose una nueva forma de gobierno en el que la soberanía reside en el pueblo. Así ocurrió en el 31, cuando según el almirante Aznar: “España se acostó monárquica y se levantó republicana”…Para unos una pesadilla, para muchos un sueño hecho realidad…

Aristóteles  -que pensaba mucho- sentó las bases o pilares que, según su propia filosofía, debían sustentar la república: 1) la participación política activa por parte de los ciudadanos. 2) La representación de todos los ciudadanos dentro de las instituciones de gobierno con iguales atribuciones. 3) La prevalencia de ninguna. Una definición muy purista que con el tiempo dio pie a alguna que otra ambigüedad, como la de decir que los Monarcas occidentales práctivamente no tienen poder y que ‘la verdadera legitimidad para las decisiones políticas proviene de los representantes electos directamente por el pueblo’.

En ello estamos, aunque no tengamos una República…

Y por fin acaba una campaña electoral monótona, tediosa, aburrida y cansina que si mal empezó, peor va a terminar. El tablero está demasiado enfangado para mover ficha sin mancharse las manos. Más que el voto nos piden un ‘acto de fe’ que habremos de tener en las Instituciones porque las personas no cesan de perder crédito.

Afrontamos una difícil jornada de reflexión. No precisamente para pensar en el voto -aunque a la vista de lo sucedido muchos se lo estarán replanteando y repensando- sino para considerar lo que está sucediendo y si es esta la España que pretenden ciertos politicos de poco pelo, sedientos de poder, capaces de mentir, engañar, sobornar, o prevaricar sólo para saciar su propia ambición con una diminuta alcaldía o concejalía, conscientes de su corto recorrido o de que no pueden aspirar a más… Si es así, que no cuenten conmigo.

Y si están pensando en el ‘felpudo’ olvidénlo…Están descatalogado…

Un ‘gusano musical’

Supongo que nos ocurre a todos. De repente oyes la estrofa de una conocida canción y se te mete dentro de la cabeza. A partir de ahí, te pasas el día incordiándote a ti misma, oyéndote repetir una y otra vez la dichosa canción… Los científicos llaman a este fenómeno –hasta ahora inexplicable- ‘gusano musical’.

Otra curiosidad relaciobada con la música es aquello del ‘disco rallado’, una técnica de asertividad, practicada en el ámbito de la psicología, que tiene como objetivo ser persistentes en aquello que queremos conseguir. Para que tenga éxito debemos tener claro cuál es el objetivo y «mantener el mismo discurso independientemente de las intenciones e insistencias del otro». De ahí lo del ‘disco rallado’. Esta técnica es una herramienta muy usada en el marco de la comunicación…

Pues bien, parece que los políticos algo saben de todo esto y lo están utilizando en la campaña electoral. Unos pretenden instalarse en nuestra cabeza y, cual gusano, machacarnos con sus ideas descabelladas y anacrónicas. Otros, todos del mismo bando, se han pasado la semana repitiendo la misma canción -como un disco rallado- de la mañana a la noche y de la noche al día. En la TV, la radio, la prensa, las redes sociales suena la misma melodía: Bildu, ETA y Sánchez, ideas a las que últimamente han sumado la de acicalar Madrid colocando una maceta en cada balcón. Así pretende la Presidenta mitigar el problema del cambio climático… Muy pronto, en la capital, ese tema estará zanjado, en cuanto la Sra. Ayuso reparta las plantas… Con lo fácil que resulta la solución y los científicos ahí, calentándose la cabeza…

Las mejores perlas e intervenciones de esta semana comenzaron con los aplausos y gritos de sus señorías, asintiendo a las preguntas retóricas del Presidente durante el cara a cara con Feijoo. Un espectáculo deplorable y vergonzoso. Prosiguió con el senador Pedro Rollán que puso la guinda al pastel afirmando que la nueva ley de vivienda se cimentaba sobre las cenizas del atentado de Hipercor. Estuvo mal. Fue atrevido, de mal gusto y, sobre todo, mentira. Pero oírle decir en otro foro, unos días después, siendo preguntado a este respecto, que ‘sus discursos los escribe él’, me dio la puntilla…O sea, que hay un montón de políticos a los que elegimos, les pagamos –muy bien, por cierto- y ellos no sólo se dedican a calentar el asiento y montar el espectáculo cuando les dan la orden, sino que encima cuando les toca intervenir, a más de uno le escriben el discurso…

Y todo gracias al PP. No les quitaré el mérito.

Berna González Harbort, en su columna publicada hoy en El País, escribe un artículo titulado Saturno devorando a Feijoo. Un análisis equilibrado y sereno sobre la actual campaña electoral que merece la pena leer.

Por mi parte solo me resta enviar un breve mensaje a los políticos: Muy señores míos, por si lo han olvidado, somos nosotros, los electores – la parte contratante- quienes les pagamos a ustedes -la parte contratada- para que nos representen. Asi que, ya que no nos representan, por lo menos no nos avergüencen, ni nos tomen el pelo. Un poquito de dignidad y respeto, qué menos…

Una de elecciones…

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Claro, nítido, cristalino: los candidatos condenados por delito de sangre de EH Bildus, han renunciado a sus candidaturas como concejales, en el caso de salir elegidos. Así lo han expresado en un comunicado hecho público ayer, cuyo texto íntegro reprodujo el periódico ‘EL País’. A mi personalmente me parece una buena noticia para todos en general y para las víctimas en particular.

No obstante, Javier Pérez Rollo, Catedrático de Derecho Constitucional de la USE -que digo yo que algo sabrá sobre esta cuestión- afirmaba ayer en TV que tal renuncia es «una barbaridad constitucional» , que «Estaban contribuyendo a darle valor a la Constitución Española con su participación y a demostrar que ha servido para derrotar a ETA». Y no quedó ahí la cosa porque fue contundente al subrayar que el hecho de que «Bildu haga política es un éxito de la democracia española». El profesor realizó una reflexión sobre nuestro sistema penitenciario explicando que lo que se persigue no es otra cosa que la total reinserción de quienes cumplen su condena.

Supongo que las derechas, que seguro no lo oyeron, se llevarían las manos a la cabeza escandalizados. Este tema es una cantera de ideas para explotar en campaña porque les permite resucitar viejos fantasmas con los que amenazar y asustar, a sabiendas, intencionadamente, utilizándo a ETA como arma con la asestar puñaladas traperas a sus contrarios…

Sinceramente, según pasan los días se me olvida por momentos que las elecciones son autonómicas y municipales, no generales. Porque no dejo de ver a Feijoo, como Dios, en todas partes y a todas horas, a lo largo y ancho de nuestra geografía, y a la Sra. Ayuso enarbolando el lema “Sánchez o España” aunque eso -que yo sepa- no toque hasta final de año. Ambos presentando propuestas de carácter nacional, dando pábulo a futuras derogaciones contra el actual Gobierno como si fuera su directo rival. Una de dos: o piensa que en Madrid no tiene competencia y su victoria en las urnas está asegurada, o pretende hacerse a medio plazo con la Presidencia del PP. pues, según dicen algunos entendidos, es Ayuso quien marca el paso a Feijoo No lo descarto. Sea como sea el caso es, que como Atila, a su paso ‘no deja crecer la hierba’. Ahora bien ¿qué hay de su programa? ¿cuáles son sus propuestas? Imposible conocerlas porque la campaña solo va de denunciar los ‘errores’ de los adversarios y pedir que se les votemos a ciegas, haciendo un acto de fe…

Tampoco entiendo la actitud de ciertos barones del PSOE. Reyezuelos que parecen reinar de manera absoluta sobre sus taifas, aunque para ello tengan que ir contra la unidad y la autoridad del partido bajo cuyas siglas se presentan y gracias a las cuales están donde están, una actitud que considero desleal: No se debe morder la mano que te da de comer y los trapos sucios mejor lavarlos en casa. No citaré más tópicos. Solo añadir que la soberbia de algunos deja mucho que desear, y desde luego, tanta altivez y arrogancia, justifican la ambición por revalidar el actual estatus político aunque haya que acudir a la traición para conseguirlo. En mi opinión el ejercicio de los cargos públicos deberían tener un límite de tiempo, dos legislaturas máximo, y después a trabajar, como todo hijo de vecino. La política es un servicio público no una profesión.

En fin, visto lo visto, lo que de desprende de lo anterior queda claro: si a Bildus se le exige la responsabilidad y el compromiso de asumir las vías pacíficas y democráticas, a las derechas se le debería también exigir enterrar el pasado, pasar páginas, entre otras cosas porque hace ya tiempo que la banda terrorista ETA -por muchas vueltas que le den- ya no existe.

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El rey ‘invita’, el pueblo ‘paga…’

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Aunque no simpatizo con la Monarquía, ni con la de aquí, ni con la de allá, ni con la de ningún otro lugar, este sábado esuve atenta, sin perder puntada, a la retransmisión de la coronación de Carlos III de Inglaterra, cosa que justifico –aunque no tenga por qué- por lo arraigado del ceremonial y la fuerte carga histórica que implica, algo que para una apasionada de la Historia como yo, presenta un gran atractivo.

Sin embargo, esto no es óbice, para que desde otra perspectiva lo considere un auténtico despilfarro y un ritual anacrónico que persiste en reiterar una representación que presenta a la figura del monarca en una especie de comunión con el ‘altísimo’, intentado perpetuar así la idea de que los reyes son personas elegidas, cuya excepcionalidad le viene impuesta por la sangre y por su pertenencia a un linaje bendecido en el que el poder que se transmite tiene un origen divino. Un ritual que a estas alturas del siglo XXI carece de sentido. Pero los británicos, ya se sabe, son tan suyos y singulares, que continúan sin modificar un ápice de esta ceremonia de coronación y vasallaje que conserva elementos y componentes ancestrales desfasados, tras los cuales, lo único que queda es tan anécdótico como entretenido.

Y estaba yo tranquilamente observando el espectáculo, cuando pasó algo muy curioso que llamó del todo mi atención. Sucedió cuando la comitiva recorría las calles hacia la Abadía. En aquel momento la cámara enfocó de cerca la carroza real y los futuros reyes se dejaron ver con bastante claridad a través de la ventanilla: sentados, vestidos con el atuendo propio para la ocasión, ambos regalando saludos a diestro y siniestro muy sonrientes… Y entonces me di cuenta. Comprobé la museta de la capa soberana moteada de negro y me quedé absorta pensando, mientras la memoria dio un salto que me retrotrajo a la infancia: la capa del rey Carlos, se parecía a la del rey Melchor, el mismo que me visitó de pequeña y al que pude ver, digan lo que digan, con una nitidez asombrosa.

Recuerdo que había tardado mucho en dormirme porque estaba muy nerviosa pensando en los regalos. Y de repente, al entreabrir  los ojos  y girarme para cambiar de lado, allí estaba él, Melchor, con su corona, su barba blanca y una capa roja con la museta y el borde blanco con motitas negras…

Por aquel entonces los príncipes y reyes no eran para mi sino personajes que cobraban vida en los cuentos que mi padre –que dicho sea de paso, era un gran narrador- me contaba. Casi todos  héroes, fuertes y valientes, que protagonizaban hazañas en las que salvaban a una joven de las garras de algún dragón o de cualquier otro monstruo, eso sí, de ‘siete cabezas’ por lo menos. A cambio de tal salvamento recibían la mano de la princesa y al final se casaban, obteniendo como regalo y recompensa una parte del reino… Los reyes que yo conocí a través de los cuentos eran buenos, generosos y también guapos. Pero claro es que yo viví algunos años bajo el régimen de ‘un gallego bajito, con bigote y voz de pito’ que podía ser mi abuelo.  Entonces nada me hacía pensar, que no mucho tiempo después, por fin yo conocería -metafóricamente hablando porque apenas le vi una vez de lejos- a un rey de carne y hueso, que sin espadas, ni tener que enfrentar ningún monstruo, obtuvo para sí las ‘llaves del reino’.

Fue mucho después cuando comprendí que aquello que se dice sobre ‘las llaves del reino’ y ‘vivir del cuento’, más allá del símil o eufemismo, es una realidad. Porque al rey, a nuestro rey, no le había bastado con ‘vivir del cuento’ a ‘cuerpo de idem’, sino que le faltó tiempo para desvalijar y asaltar las arcas del estado, que para eso tenía las llaves. Y así lo conocimos muchos, campechano, rompedor de protocolos y muy abierto… A fin de cuentas, como la coronación, ‘las invitaciones del rey siempre las pagará el pueblo…’

Y pensé de nuevo en Melchor, en mi infantil inocencia y en cómo le vi con su capa roja de museta moteada mientras cruzaba mi habitación…Recordé que además de Rey era Mago -una gran ventaja- pues esa cualidad le permitía vivír sólo en mi imaginación, a salvo de los errores y vicios terrenales, libre, por tanto, de cualquier posible decepción…Y entonces me quedé mucho más tranquila …

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A dios rogando y con el mazo dando…

Rogativas en Andalucía. Imagen Internet

Según interpretación del Instituto Cervantes el refrán que la título al post -por cierto mencionado en obras de Cervantes y Espronceda – resume la idea de que no basta con rogar a dios para que interceda sino que hemos de poner de nuestra parte y hacer todo cuando esté en nuestras manos. El dicho tiene varios sinónimos usados con frecuencia en diferentes contextos. También hay otros similares aunque menos conocido, como por ejemplo ese que dice «pastores y labriegos: los pies en la tierra, la mirada en el cielo”, que circuló entre los campesinos preocupados ante la escasez de lluvia y la posibilidad de perder las cosechas. Y es que la incertidumbre y el temor a perder la siembra ha sido una constante presente en la vida de los campesinos y agricultores, cuya subsistencia dependía al cien por cien, de que hubiera o no una buena cosecha.

Como siempre, los brazos de la Iglesia han sido demasiado largos, tanto como para abrazar la sociedad en su conjunto para acercarla a su seno. Y así fue como la fe permeó todos los aspectos de la vida: el lenguaje, el calendario, el trabajo, la diversión, la moda, el arte…E incluso extendió su mano hasta alcanzar el poder y formar tándem con el estado, pilares que han caminado de la mano y sustentado durante siglos el devenir de la historia. Como no podía ser de otra manera, “los ciclos secos endémicos de nuestro clima han embadurnado la cultura y religión”. O sea que la Iglesia aprovechaba la incultura y la ignorancia para presionar y manipular a los feligreses, animándoles para que sacaran a la calle a los santos y ‘rogar’ al todopoderoso, que con su infinita bondad y misericordia, enviara la lluvia. Estos eventos cuya finalidad era esencialmente la de ‘rogar’, se conocen como ‘rogativas’ que, según la tradición, se celebraban dos veces al año: por San Marcos y tres días antes de la Ascensión. Parecen pocas, pero todo estaba previsto, por eso tanto el Papa como los Obispos podían convocarlas con carácter extraordinario en otras fechas.

Las primeras rogativas datan del siglo IV y se han prolongado hasta la actualidad, no sólo en España sino en otros muchos países. Un estudio de la Universidad de Zaragoza ha analizado los diferentes tipos de rogativas según la gravedad y sus resectivas correspondencias. Si dicha sequía es leve bastará con una oración simple. Ante una sequía media ya se expone al santo intercesor. Para una grave convienen las misas y procesiones dentro de la Iglesia. Si es muy grave las rogativas salen ya del espacio interior para procesionar fuera de la Iglesia. Y si es crítica será necesario peregrinar con el intercesor a otro santuario. Las oraciones que se recitan durante las rogativas son de dos tipos: ad pretendam pluvia (pro pluvia) y las pro serenitate (para que deje de llover). Todo está previsto.

En España ‘el hacedor de lluvias’ por excelencia es San Isidro Labrador, patrono de la capital. No podía ser de otra manera ‘siendo Madrid España’, según creo recordar… Y es que San Isidro está muy vinculado a las tareas de campo. Según cuenta la tradición, antes de casarse con Mª Toribia, después Santa María de la Cabeza, fue pocero  y tras un tiempo de grave sequía, hizo saltar un chorro de agua después de golpear el suelo con su arado, convirtiéndose así en el valedor de las precipitaciones.

Otro conocido santo intermediario, por detrás de San Isidro, fue San Vicente Ferrer, valenciano, a quien el Cardenal Cañizares, cuando siendo arzobispo de Valencia padecimos otro ciclo de sequía, dirigió sus plegarias junto a obispos, sacerdotes y laicos… Creo que desde entonces por allí se han producido diversas borrascas, ciclones tropicales, danas, gotas frías y otros fenómenos caracterizados por las cuantiosas lluvias. Es más, creo que ha habido pueblos y ciudades del levante Mediterráneo que se han inundado y declarado ‘zona catastrófica…’ ¿Será verdad que funciona? De momento y por si acaso, parece que ‘el Abuelo’ desfilará hoy por las calles de Jaén. Por cierto, la última vez que salió fue hace unos 74 años… Todo ha cambiado…Dicen que la fe mueve montañas, aunque la que suscribe se declara agnóstica, además de racional y sensata, por lo que nunca se atreverá a negar la evidencia. Habrá que esperar…Mientras tanto, los gobiernos deberían tomar conciencia, concienciar a la población y controlar el agua como bien público, mirando por los intereses de la ‘vida’ en nuestro planeta, sin caer en disputas electoralistas y partidistas…Porque ya lo dice el refrán: a dios rogando, pero con el mazo dando…

Por si acaso, y como de momento no se podrá hacer otra cosa, si hay quien se anime, aquí dejo una de las referidas oraciones ad pretendam pluvia: “Oh Dios, en quien vivimos, nos movemos y existimos: concédenos la lluvia oportuna para que, ayudados con los bienes del presente, apetezcamos confiadamente los eternos. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén”.

Que dios reparta suerte y que así sea…

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El ‘Honkok’ o el arte de vivir solos…

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En una mañana de otoño, por el mes de octubre, se encontraba Sancho enfermo, a lo que fue a visitarle el hidalgo don Quijote:

−¿Qué le ocurre fiel escudero, que esta mañana no has venido a verme?−

−No sé qué me está pasando, pero siento como si me estuviera muriendo−

−Mi buen amigo, ¿qué tomaste anoche que te sentara tan mal?−

−Comí un pescado que cogí en el río con toda mi ilusión y que cociné con habas secas−

−No te preocupes mi fiel amigo, voy a ir con Rocinante a los Gigantes a que me den el medicamento para ti−dijo don Quijote, siempre teniendo presente su locura creativa…

Finalmente don Quijote regresó lleno de magulladuras por la lucha contra los ‘molinos’ pero sin el medicamento, claro. Y aunque se suele decir que la intención es lo que cuenta, la experiencia nos demuestra que la sola intención casi nunca es suficiente.

En 1851 el filósofo Arthur Schopenhauer planteó el ‘dilema del erizo‘, a través del cual nos invita a preguntarnos hasta donde podemos acercarnos o distanciarnos de una persona sin resultar heridos. Para el pensador la soledad es un valor destacable que, en su opinión, todos deberíamos conquistar desde el interior. Para Schopenhauer la vida en sociedad fue un invento para que todo fuera más fácil, pero el instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad. Estoy de acuerdo con el filósofo en algunos aspectos. También creo que es importante aprender a estar solos y a gestionar la propia vida sin dependencias. Y aunque dicho así suena bien, la soledad -impuesta o no- no resulta fácil en aboluto y a muchas ocasiones produce un enorme sufrimiento.

En fin, muchos expertos señalan que vivir solos es todo un arte, que la soledad elegida es un verdadero placer y una fuente de felicidad. Luego, en otro extremo se encuentra la soledad impuesta. Es el caso de personas que qusieran vivir en compañía pero por diferentes razones no la tienen, Muchas son incapaces de ir solas al cine, o sentarse a tomar un café, y aunque permanecen interconectados vía redes sociales, se sienten afectivamente solas. El libro «Honkok: el arte de vivir en soledad» escrito por Francie Healey, explora precisamente la falta de compañía, la soledad, intentando normalizarla y plantearla como una tendencia, sin más. De ahí que utilice el término subcoreano ‘honkok’ -solitario-. El punto de partida que la autora establece es la difernciación entre ‘estar sola y sentirse sola’. A partir de aquí expone y desarrolla toda una serie de estrategias y recursos para lidiar con dicha situación.

Finalmente existe esa otra soledad que llega sola, valga la redundacia, y a unas alturas de la vida que ya tiene pocas soluciones y menos alternativas: la de los mayores. La pandemia la mostró con toda su crudeza y algo deberíamos haber aprendido, pero no. Ni siquera se han depurado responsabilidades y a estas alturas los familiares de los fallecidos continúan esperando que el peso de la justicia caiga sobre los responsables, que continúan sin asumir sus errores ni pedir perdón. En definitiva, el estigma de la soledad es una lacra más del siglo XXI que, según datos recientes, afecta tanto a mayores como a jóvenes, aunque este sería otro tema.

Algunos países han intentado hacer algo al restecto. Y aparte de Japón que nos pilla más lejos, en 2018 en Reino Unido, alertados por un informe de la OMS advirtiendo de ser el país europeo con mayor número de personas aisladas, señalando la escalofriante cifra de unos nueve millones, se creó bajo el mandato de Theresa May, un Ministerio de la Soledad, inspirado en la idea que había acuñado años atrás Jo Cox la joven parlamentaria laborista asesinada en junio de 2016, ministerio que presidió por primera vez la Secretaria de Estado Tracey Crouch, diputada tory. Entre los estudios impulsados desde dicha institución, un informe tristemente concluyó -entre otras cosas- que unos 200.000 ancianos mantendrían una sola conversación al mes, además de señalar que la soledad puede ser “tan perjudicial como fumar 15 cigarrillos al día”.Ejemplos que los expertos subrayan para explicar que la esperanza de vida se acorta conforme el aislamiento se vuelve más severo.

Aquí en España el pasado año se creó un Observatorio para combatir la soledad, organismo que presentó en su día el Secretario de Estado de Derechos Sociales. Si consultan la web podrán hacer su propia reflexión y sacar sus propias conclusiones. A mí personalmente me da la impresión que ya tenemos suficiente información y sobrados estudios, estadísticas e informes, como para conocer el estado de la cuestión y contar con una casuística suficientemente representativa. De vez en cuando a los gobiernos se les ocurre alguna parida que tiene que ver con el tema, parida de la enseguida se hacen eco los medios afines para publicitarlos y aprovechar titulares en épocas de crisis, pérdida de votos o campañas electorales…Ahí queda todo. Mucha teoría sin materializar y proyectos sin concluir. Si de verdad quisieran abordar este problema y atajarlo se lo plantearían con una mirada larga y una generosa partida económica, además de realizar nuevas propuestas y modelos de atención a jóvenes y mayores, para que sean atendidos por profesionales formados, asumiendo que el formato actual es obsoleto porque la sociedad ha cambiado.

Las soluciones a estas deficiencias deberían venir de manos del Estado, independientemente de otros proyectos privados sólo al alcance de unos pocos. En todo caso cualquier gesto solidario es bienvenido, como por ejemplo la iniciativa puesta en marcha por la cadena de supermecados JUMBO, procedente de los Países Bajos, abriendo en sus tiendas una caja lenta para los mayores con la intención de darles la oportunidad de conversar con el cajero o cajera de turno, chicos y chicas elegidos a conciencia, con ciertas aptitudes, paciencia y buen trato, que han alegrado los días a muchos clientes escasos de vida social. A mi me ha parecido un gesto que denota una gran sensibilidad y complicidad para con los mayores. La medida parece haber tenido una buena acogida, tanto es así que en Holanda se implentaron más de 200 cajas de este tipo.

En fin, el debate está servido. Sociólogos, psicólogos, psiquiatras, geriatras y médicos, han opinado y advertido sobre las nefastas consecuenias de la soledad, lanzando así una mirada multidisplinar, desde diversas perspectivas, que confluyen y coinciden señalando la necesidad de plantear nuevas estrategias de atención que ayuden a quienes viven solos y aislados, de manera particular a los mayores. Nos guste o no, y con un poco de suerte, todos entraremos algún día en esa etapa y las expectativas como país nos indican que será en un futuro cada vez más próximo…

Este será otro gran reto para los gobernantes de este siglo. Habrá que pensar bien a quienes votamos…

«Sé fuerte. Sé amable»

“Quien vota a los corruptos  los legitima, los justifica y es tan responsable como ellos.” Julio Anguita.
Jacinta Arden. Imagen Internet

En estos tiempos tan convulsos la actualidad nos despierta cada día con un popurrí de noticias de todos los colores y formatos, sobre hechos y escándalos a los que ya nos tienen acostumbrados políticos y miembros del mundo del famoseo (me reservo el calificativo ‘famoso’ para no desgastarlo ni confundirlo inúltimente). El poder que emana de cualquiera de esas personas es el que la sociedad le haya otorgado, bien a través del voto en las urnas o bien mediante simpatías y aprobaciones varias. Por eso estos días, aquí en España, se ha hablado tanto de SUMAR como de la conocida ‘bióloga-actriz-presentadora’ en la actualidad ‘madre adoptiva-abuela’, a veces incluso en los mismos foros, aunque el debate no haya girado en torno a la persona (cosa que a la susodicha -creo- no le importa, aunque le guste más ‘previo pago’) sino a la controversia jurídica que ha suscitado y traído a colación. Y eso por no hablar de Trump. Tanto el personaje como la persona me inspiran emociones tan inquietantes y terroríficas, que podrían llegar a distorsionar mis pensamientos y hasta nublar mi realidad.

Pero no pretendo reflexionar, como siempre desde mi condición de ciudadana, sobre esta cuestión. Soy consciente que mi opinión personal es del todo irrelevante. Mi considireción gira en torno a la noticia sobre la despedida de una mujer joven que abandonó recientemente la política por razones personales, a fin de subrayar la idea sobre la posibilidad de hacer política de una forma más amable, con palabras y con gestos, cosa que ha demostrado Jacinta Ardern, ex primera ministra de Nueva Zelanda, quien esta semana ha dicho adiós al Parlamento con un discurso digno de resaltar por lo insólito de sus palabras, matizando no sólo lo que dijo sino cómo lo dijo y el contexto en el que tuvo lugar, que todo cuenta y todo forma parte del mismo mensaje.

Jacinta Ardern, perteneciente al partido laborista, al parecer no ganó las elecciones de 2017, Lo hizo el Partido Nacional -centroderecha-. Pero la aritmética ‘sumó’ a su favor. No nos engañemos: las matemáticas no fallan, por mucho que Feijoo insista en que ‘SUMAR resta’ y que ‘multiplicar divide’. Esas son operaciones torticeras realizadas desde estrategias electoralistas, diseñadas para engañar o confundir a los votantes e intentar desgastar y derribar al contrario. La entronización de Arden es un ejemplo de la fuerza de los gobiernos de coalición y de la importancia de las alianzas entre partidos que comparten un mismo espacio político, dispuestos a colaborar con generosidad por el bien del país.

La ministra, a quien el diario británico The Guardian definió como una ‘mezcla de acero y amabilidad’, ha dado sobradas muestras de poder hacer políticas eficaces –baste recordar que su país fue el primero en superar la pandemia- serias y empáticas – conviene también mencionar que su gobierno se bajó el 20% del sueldo seis meses durante la crisis postpandémica- sin apoyarse en el insulto, la descalificación, las medias verdades, ni retorcer las palabras de los adversarios. The Atlantic  de Bostón  la señaló como candidata a convertirse en la líder más eficaz del planeta. Y en 2019 la revista Fortune la eligió como la segunda mejor líder mundial en su clasificación de 50 candidatos. Al parecer entre las claves de su liderazgo están la empatía, la sensibilidad y su capacidad para conectar con la ciudadanía, cualidades para nada reñidas con la firmeza y la fuerza necesarias para ser vehemente cuando la situación lo requiera. “Sé fuerte. Sé amable”, ha sido el lema con el que ha cerrado todas sus intervenciones.  

Pues bien, el discurso de despedida de la ministra, «la guerrera amable», no tiene desperdicio: «Puedes ser ansiosa, sensible, amable, ser madre o no, llorona, abrazadora, puedes ser todas esas cosas y ser líder al mismo tiempo».

No es una teoría pendiente de demostrar, son hechos. ¿Qué más se puede añadir?

Pues eso. No nos dejemos engañar pensando que tiene más poder o lo desempeña mejor quien usa las palabras bruscas y las salidas de tono abusando del insulto fácil. Hay otros modos de hacer política con la verdad, con el respeto, con un tono más amable, sin confundir sensibilidad con sensibleo, ni buenas palabras o gestos con ñoñería.

De momento el nuevo liderazgo de ‘la cuidadana’ Yolanda Díaz -como la ha llamado la poetisa nicaragüense Gioconda Belli, quién por cierto, le dedicó el poema titulado «Si eres una mujer fuerte»– apunta maneras y SUMAR es una realidad of course. No es necesario hacer una crónica sobre el acto de presentación de la nueva plataforma, para eso ya están los entendidos y expertos polítólogos, muchos de los cuales opinan que fue todo un éxito y que hay mimbres para construir una alternativa. También la prensa en general, tanto nacional como extrajera, creo que la ha tratado bien, e incluso el periódico francés Liberatión, le ha dedicado un apodo, llamándola ‘nueva musa de la izquierda».

En fin, ya veremos. El tiempo nos dirá. En cualquier caso Yolanda: «Sé fuerte. Sé amable».

Entre la realidad y la performance…

“Vanidad de vanidades, todo es vanidad.” Eclesiastés 1:2
Peridis. El País, 24 de marzo.

La semana ha resultado de vértigo, cosa que personalmente agradezco. Las vidas rutinarias y planas, a menudo nos hacen olvidar la sensación que produce un buen subidón de adrenalina, aunque sea a base de tener que oír las barbaridades y los anacronismos de Abascal y Espinosa de los Monteros. Dos reyes de mambo reducidos a la categoría de simples teloneros…

Curiosamente la susodicha semana comenzó con la celebración del ‘día de la felicidad’. La Asamblea General de la ONU decretó en la resolución 66/281 de 2012 que el 20 de marzo se celebrara este día como recordatorio de la relevancia que tiene para toda la ciudadanía, y de paso, dar el toque a los gobiernos del  mundo sobre la responsabilidad que tienen de incluir en sus políticas este objetivo. La resolución incide en la importancia de enfocar un crecimiento económico más inclusivo y equilibrado a fin de alcanzar a todos los grupos sociales.

Esta iniciativa se inspiró en Bután, un reino budista situado al pie  del Himalaya  que se abrió al mundo en 1974 y que prioriza la Felicidad Nacional Bruta sobre el Producto Nacional Bruto. Para alcanzar este fin, la felicidad, se apoyan en nueve pilares: bienestar psicológico, salud, educación, cultura, distribución del tiempo, calidad del gobierno, relaciones sociales, ecología y vivienda. El caso es que parece que funciona, pues una encuesta realizada en 2010 reveló que el grado de satisfacción vital situaba a la mayoría de la población en la media o por encima. Por otro lado, en cuanto a la ‘Transparencia Internacional’, Bután se coloca en puesto 27 entre 168 países, lo que nos informa de un grado de corrupción valorado con 6,5 puntos para el año 2016. Esta puntuación se entenderá mejor si la comparamos con otras situadas en otro extremo: Sudán del Sur (179 puntos), Somalía (179 puntos), Siria (178 puntos) y la lista continúa… Podría seguir relatando las bondades de Bután, pero para acabar solo añadiré que se considera un país «parcialmente libre», según un estudio realizado en 2017. Y sí, después de conocer estos datos y haber leído un poco acerca de su historia y situación actual, a mí también me pasa por la cabeza la idea de instalarme allí…

Lo malo es que el Día de la Felicidad pasó sin pena ni gloria. Apenas lo insinuaron en las noticias de la TV y la radio, porque el grueso informativo estaba pendiente del bombazo de la semana: la moción de censura. Periodistas, politólogos y tertulianos varios y de diversos signos, se pasaron el día diagnosticando, apostando por los suyos, desgranando la noticia en un análisis minucioso en el que pocos tenían buenos augurios y, prácticamente a todos, les parecía inoportuna e innecesaria.

Y con estas expectativas llegó el día. En mi modesta opinión, los protagonistas han sido los más perjudicados y sirvieron en bandeja la posibilidad de recitar y enumerar las múltiples acciones del gobierno, enfatizando las dificultades de la coyuntura histórica que les ha tocado, aunque eso sí, sin una pizca de autocrítica. El Presidente y la Vicepresidenta, cuyas intervenciones no tenían límite de tiempo, para exasperación del candidato Tamames, se presentaron como coalición y Pedro Sánchez dejó espacio a Yolanda Díaz para que avanzara el programa del proyecto SUMAR que presentará en breve. Su discurso me mantuvo sin pestañear y me pareció ilusionante. En general hubo buenas intervenciones en las que no faltaron citas literarias y aforismos de los clásicos:   Joan Fuster (Baldoví); Catón el Viejo, (Rufián); Jaime Gil de Biedma (Mireia Vehí); Steve Jobs, (Espinosa de los Monteros) e incluso a Pau Gasól, a quien mencionó Tamames.

Del Sr, Tamames solo puedo decir que le vi fuera de lugar, un tanto perdido. Demasiado mayor para este reencuentro con un Parlamento que nada tiene que ver con el de sus tiempos como diputado, Parlamento en el que impera una dialéctica sustentada en nuevos códigos y términos. Ágil, fluida, cruda, demasiado rápida para él, en estos momentos de su vida. Esto dicho naturalmente desde el más sincero respeto y sin dudar un ápice de su valía como intelectual y académico, aunque no comparta sus opiniones.

De vez en cuando me acordaba de las imágenes de su despacho en su casa, lleno de libros amontonados, de cuadros, poster y una mesa de despacho a tope de papeles. Y pensaba en lo tranquilo y a gusto que debía pasar los días entre sus cosas, una vida ajustada a unos horarios y ratos de descanso con su familia y amigos cercanos, los de su quinta. Y me preguntaba ¿qué necesidad tiene este hombre de semejante berenjenal? Las razones de Tamames puede que sólo él las conozca. A mi me parece que algunos egos son gigantes que se alimentan con la egolatría, la fatuidad y el orgullo. Supongo que hay momento en la vida en que una debería saber elegir acertadamente entre la vanidad o la sabiduría…

Los ecos de la censura han durado poco tiempo. Los partidos mayoritarios parecen conformes porque cada uno, según su propia versión, ha cumplido sus objetivos, sobre todo los del PP, cuyo protagosnismo se ha visto incrementado por la ruptura con VOX de la Sra. Ayso y la enorme ‘peineta’ de Mañueco a una diputada socialista…’Y como vivimos una sociedad líquida, todo ha pasado tan rápido como una estrella fugaz, a la que como tal me he permitido pedir un deseo que no puedo revelar para que se cumpla…

Entre las luces y las sombras…

Nosotros debemos pensar que somos una de las hojas de un árbol, y el árbol es toda la humanidad. No podemos vivir los unos sin los otros, sin el árbol. (Pau Casals)
Imagen Internet

Esta semana se cumplieron tres años desde el inicio de la pandemia. Aquel 14 de marzo el Presidente del Gobierno anunció por TV el decreto que nos obligaba a un primer período de confinamiento por quince días. Muchos dudamos que dos semanas fueran suficientes, pero casi nadie imaginó lo que se avecinaba. Desde aquel momento los medios de comunicación y las redes sociales permanecieron unidas en un único clamor, informando a diario sobre los afectados, los fallecidos así como de la incidencia del virus en nuestro país y en el resto del planeta.

Por primera vez algo nos afectaba como ciudadanos del mundo. La  OMS se dirigía y marcaba directrices para todos los países y la UE aunó esfuerzos dictando políticas sanitarias y económicas para sus miembros. Nos encerramos en nuestras casas. Fuimos modélicos como sociedad. Arrasamos los supermercados para aprovisionarnos, alteramos nuestras rutinas y dimos riendas sueltas a la imaginación, en un alarde de creatividad sin precedentes, para mantenernos sanos y cuerdos…

Por si no fuera ya bastante, el virus obstaculizaba nuestras emociones, despojándonos de los gestos y señas habituales, impidiendo los abrazos, los besos o cualquier otra muestra de cariño en la cercanía. Pero no nos conformamos porque, tal vez más que nunca, necesitábamos expresar los sentimientos. Por eso aprendimos un nuevo lenguaje que nos ayudara a transmitir el amor, el deseo, el cariño…Y en el mundo de los afectos surgieron nuevos códigos capaces de comunicar en la distancia las emociones más profundas.

Las nuevas técnologías estuvieron a nuestros servicios. Las pantallas nos mantuvieron conectados, salvaron nuestros trabajos convirtiendo nuestras casas en oficinas y colegios. Los balcones hicieron de escenarios y patios de recreo…Descubrimos que sólos no podemos hacer nada, necesitamos a los demás, somos interdependientes y estamos interconectados…

Y en medio de aquel tsunami, una oleada solidaria nos envolvió, y viendo asomar las orejas del lobo, una vez conscientes de nuestra vulnerabilidad, comenzamos a considerar que las crisis nos hacen más fuertes, que de esta saldríamos reforzados y mejores personas. O eso se nos repitió sin cesar. Y a pesar de las pérdidas humanas, del dolor por tener que dejar solos a nuestros familiares sin poder atenderlos o acompañarlos, muchos comenzamos a ver en la pandemia una oportunidad para practicar la resiliencia, la solidaridad, la compasión. Todos hicimos un gran esfuerzo, particularmente los sanitarios, con quienes contrajimos un gran deuda de gratitud por su conducta intachable, su entrega y su profesionalidad. Este sería un buen momento para valorar sus contratos, aumentar las plantillas y mejorar las condiciones de trabajo. Serían medidas necesarias e inteligentes  pues pudimos comprobar que los recortes de Rajoy nos dejaron una sanidad deficiente, que hacía aguas, incapaz de abordar tamaña situación y que si nos salvamos fue gracias a la profesionalidad de los sanitarios…

Echando la mirada atrás, ahora que lo hemos superado, todo me parece una terrible pesadilla, y haciendo un ejercicio de empatía, una locura afrontar semejante situación desde la responsabilidad de un gobierno. Ningún partido estaba preparado. Todos hubieran cometido errores. Lástima que la oposición no estuviera a la altura. Como siempre dio una cal y dos de arena, queriendo sacar provecho o haciendo leña del árbol caído, y como suele suceder, criticó y criticó pero sin hacer propuestas más allá de una ‘ley de pandemias’. Y aquel mismo año presentó una enmienda a la totalidad por la gestión de la Covid-19, acusando al Gobierno de los pésimos trámites llevados a cabo, culpándole de minimizar los daños y generar una crisis en la sanidad pública. Ver la paja en ojo ajeno, olvidando el brutal tijeretazo del que no nos hemos recuperado…Y entonces el hermano de Ayuso ayudó con sus mascarillas y ella con el Zendal, mientras los mayores morían en las residencias y sobre ‘los protocolos de la vengüernza’ la fiscalía corrió un tupido velo…

Siempre nos quedará la duda sobre qué hubiera sucedido si entonces hubiera gobernado Pablo Casado y su séquito. Por muchas dificultades que este gobierno progresista hubiera sospechado cuando se conformó, nadie, absolutamente nadie, hubiera podido prever semejante coyuntura, como tampoco la guerra, la erupción de un volcán o la crisis de las energéticas y ahora la inflación…Grandes retos en una misma legislatura… A toro pasado resulta fácil hacer demagogia, elucubrando sobre cómo lo habría hecho si los gobernantes hubieran sido ellos. Personalmente esa hipotética situación me genera dudas, sobre todo si pienso en los ERTES, en las rebajas de la gasolina, las ayudas para transportes o para el pago de facturas de luz, medidas de las que se están aprovechando los mismos que tanto las han criticado. Claro que no nos pueden sorprender, porque con el escándalo de las tarjetas black, quedó demostrado lo miserables que los que más tienen pueden llegar a ser…

Y justo ahora, cuando apenas quedan unos meses de legislatura y lo más difícil ya está hecho, a pesar de las incertidumbres económicas, justo ahora,  viene la extrema derecha para decir por boca de Tamames lo mal que se hizo todo, lo mal que está el país, y de paso,  proponer lo que consideran mejor para la España que ellos tienen en su cabeza, que es la que les conviene, la patria, esa que ya no existe de verdad y no es más que un rancio espejismo al que nos quieren arrastrar  y en la que, según parece, ni el propio candidato cree.

El escenario está preparado y los actores ensayan la puesta en escena. Por lo pronto el texto que leerá el candidato Tamames y que se ha ‘filtrado’, parece eludir cuestiones cruciales, que tal vez, podrían colisionar con la ideología ultraderechista como son el aborto o la violencia de género… Desde mi modesta condición de ciudadana de a pie, sigo sin comprender el sentido de una censura presentando a un candidato que discrepa del programa, que se supone, debería defender. ¿Cuál es el juego entonces? ¿Qué oscuras intenciones alberga la formación ultra y su líder? De momento el Sr. Tamames tendrá su minuto de gloria, el mismo con el que pasará a los libros de historia… Después, ya veremos…