Iglesia y mecenazgo…

#YoMeQuedoEnCasa

A pesar de prometerme a mí misma no atender demasiado a las noticias para no deprimirme más allá de lo justo y necesario, llevo varios días que, aún sin prestar oído, me llega un goteo de noticias que tienen que ver con la Iglesia y el covid-19. A decir verdad, casi todas las noticias forman tándem con el coronavirus, ese virus que engorda a base de tragarse nuestras vidas, nuestra economía, nos aparta de seres queridos y merma nuestras libertades… La pandemia ocupa los primeros planos de la información, algunas televisiones y canales de radio están entregadas por entero al análisis estadístico, médico, económico y político del día a día. Los tertulianos y tertulianas continúan colaborando desde casa, aportando puntos de vista, haciendo predicciones sobre la ‘nueva vida’ después del confinamiento…El caso es que el coronavirus, como una buena capa, está ocultando otros problemas y cuestiones que están quedando rezagadas en nuestra memoria. ¿Quién se acuerda del desfalco del Rey Emérito? ¿De la supuesta renuncia a la herencia del actual Rey? ¿Qué pasa con el IBI de la Iglesia? …

Hace apenas un par de día, en una cadena de radio local, un periodista preguntaba a un representante eclesiástico (no sé que rol desempeñaba) sobre su participación y colaboración en beneficio de los afectados por la epidemia…No escribiré lo que pensé en ese momento…Podría, acogiéndome a la libertad de expresión, que también yo conozco mis derechos…Pero no lo haré por respeto a quienes simpatizan con la institución… Porque la respuesta hacía alusión a las acciones de Cáritas y Cruz Roja, organizaciones gestionadas por laicos…O sea que de lo que se han preocupado es de movilizar al voluntariado para que den la cara, mientras ellos se colocan las medallas y reparten bendiciones que para eso son gratis…Como si ese fuera su único cometido…O sea, que como los grandes estrategas, piensan y toman decisiones desde sus confortables despachos. Ordenan, mandan y dedican palabras bondadosas que hablan de ‘caridad’ y ‘amor al prójimo’…Acciones a pie de calle, compromiso directo con la ciudadanía, poco, muy poco…

En la misma cadena, escuché también las declaraciones del Obispo de una diócesis cercana, a quien se le interrogaba sobre el posible pago del IBI, impuesto que el Ayuntamiento de la ciudad desea cobrar de aquellos edificios propiedad de la Iglesia, que no están destinado ni al culto ni a la docencia. El señor Obispo se reía a carcajadas mientras hacía referencia -se ve que están bien informados- a la Ley de Mecenazgo, añadiendo su extrañeza ante la pretensión del alcalde (por cierto, de Unidas Podemos). Concluyendo que si tenían que pagar, pagarían…Faltaría más pensé…Y me mu.

El concepto ‘mecenazgo’ se remonta a tiempos de Cayo Plinio Mecenas, consejero político de César Augusto, defensor e impulsor de las artes en la Roma Imperial y protector de jóvenes talentos que destacaron en el terreno de poesía, entre quienes podemos señalar a Horacio (Vid. post anterior <https://wordpress.com/blockeditor/post/lapensadoragaditana.blog/1139>). Durante el Renacimiento el mecenazgo fue más allá de la poesía, extendiéndose a las artes en general. En la actualidad abarca tanto a las artes y las letras como a la ciencia y la investigación…

«El actual régimen fiscal de las Instituciones de la Iglesia Católica en España deriva, en primera instancia, del Acuerdo entre la Santa Sede y el Estado Español para Asuntos Económicos suscrito el 3 de enero de 1979», tiene rango internacional y estuvo refrendado por el Congreso y el Senado. Dicho tratado está regulado de forma similar con más de cien países y prevé una serie de beneficios fiscales para «una lista cerrada de entidades de la Iglesia» entre otras: Conferencia Episcopal, Diócesis, Parroquias y Órdenes y Congregaciones religiosas…Desde 1979 hasta hoy se han introducido pequeñas modificaciones acordes con nuestro régimen tributario, siendo la más importante la que se efectúa en diciembre de 2002 tras aprobarse en España la denominada ‘Ley de mecenazgo’ que, para sorpresa de todos, ensanchó considerablemente la amplitud de exenciones fiscales de las que ya gozaba la Iglesia…

Como no soy experta en asuntos del fisco, dejo en enlace para quienes quieran profundizar en los pormenores de esta ley… <https://www.portantos.es/regimen-fiscal> No me responsabilizo de la indignación que pueda provocarles conocer las prebendas que la actual Institución mantiene en los tiempos que corren y, sobre todo, el cabreo con los políticos que a estas alturas no tienen el ‘valor’ de recortar privilegios y desamortizar bienes, si fuera necesario, en favor de los marginados y pauperizados por la crisis y la pandemia…Al fin y al cabo, tenía entendido que esta era la esencia, la naturaleza y el fin último que persiguieron aquellas primeras comunidades, estandartes de libertad y caridad cristianas…

Nota: Vaya por delante mi reconocimiento a los hombre y mujeres de buena fe, peones en el tablero de ajedrez, con la mirada en el cielo pero con los pies en la tierra…Ellos y ellas colaboran y arriesgan en primera fila de batalla…Cuidan y preservan la esencia del ‘mensaje’ y constituyen los auténticos pilares de esta Institución…No caeré en el tópico porque sé que todos o todas ‘no son iguales’… Afortunadamente…

Ya no basta con rezar…

Ayer el Presidente del Gobierno se dirigió nuevamente a la nación…Empieza a parecernos habitual que comparezca los fines de semana para advertirnos sobre los peligros de salir a calle y aconsejar que permanezcamos recluidos en casa…Así, un Pedro Sánchez revestido de una solemnidad a mitad de camino entre hombre de Estado y ser humano, comunicaba a los ciudadanos y ciudadanas la decisión de una nueva prórroga del estado de alerta que se extenderá, en principio, hasta el 25 de abril…

Al principio, hace apenas un mes, se hablaba del ‘alcanzar el pico’…Un poco más adelante se colaba el término ‘meseta’ para instalarnos el un ‘pico’ extenso y prolongado. Días después se hacía alusión a la idea de ‘doblar la curva’ , de invertir el sentido, hasta ahora, in crescendo…Finalmente, esta última semana, ha penetrado en nuestro vocabulario otra nueva locución: ‘desescalar’. Es decir, descender desde la ‘meseta’, lo que viene a significar reducir el número de contagios y de ingresos a fin de descongestionar y aliviar los hospitales y, con ello, al personal sanitario, necesitado imperiosamente de un descanso o receso…

En las grandes ciudades se han habilitado ‘hospitales de campaña’, ‘morgues’ para albergar fallecidos… Hoteles medicalizados, ‘arcas de Noé’ para albergar a sanitarios y enfermos leves… Camping que han cedido para bungalows para familias sin techo, donde más que una pandemia parecen vivir esas vacaciones que nunca tuvieron …La Seat ha cambiado la producción de coches por respiradores… Decathlon fabrica mascarillas protectoras que pronto llegarán a los centros sanitarios… Fábricas de calzado transformadas, de un día para otro, en industria textil dedicada a la confección de mascarillas y batas…’Economía de guerra’ que lo llaman algunos medios… Arrimar el hombro, digo yo…’Sacrificio, resistencia, moral de victoria’ eso se nos pide a los españoles por boca de nuestro Presidente…

Pertenezco a esa generación que estudiaba el catecismo y recibía clases de religión (católica, claro) obligatoriamente…Me enseñaron la metáfora de ‘El Cuerpo Místico de Cristo’, una alegoría muy recurrente por cierto, que trata de meternos a todos en el mismo saco. El Cuerpo representa a la Iglesia, cuya cabeza simboliza a Cristo y los miembros encarnan la asamblea de creyentes…Pues bien, ahora que gran parte del Cuerpo está enfermo y moribundo, ¿dónde está la Iglesia? ¿por qué no se oye su voz a través de sus representantes? Hasta hace nada, día sí día también, voceaban desde los medios de comunicación opinando sobre el aborto, el matrimonio, el feminismo…Y ahora parecen desaparecidos… Es verdad que han prohibido los ‘besapiés’ una práctica antihigiénica allá dónde las haya, que dan la hostia en la mano (cosa que ya se hacía), el abrazo de la paz se ha sustituido por un nuevo gesto: inclinar la cabeza. Y los bancos y confesionarios han sido desinfectados… A estas medidas se ha sumado otra de carácter económico, aunque no voluntario, y en algunas ciudades la Iglesia deberá parar el IBI como todo hijo de vecino. Una medida que aplaudo y solicito se haga extensiva, obligatoria y definitiva en todo el país de ahora y para siempre…

El Cuerpo Místico muere a gran escala. Mueren aquí, en nuestra realidad cotidiana, en las ciudades y pueblos donde vivimos. Y muere allá, en otros países más o menos lejanos. Mueren ricos y pobres, mayores y jóvenes, la mayoría solos, sin el acompañamiento de seres queridos, al calor de extraños que estrechan sus manos y los lloran…E incluso hay quienes mueren en la más miserable de las miserias…Así nos llegan las imágenes de Guayaquil (Ecuador). En sus calles los cadáveres aparecen aparcarlos a la puerta de las casas, a la espera que una Administración sobrepasada, los retire…Escenas dantescas que me llevan a considerar la suerte de vivir en un país privilegiado, a pesar de sus deficiencias… Mueren los pobres más pobres a quienes se les priva incluso de la dignidad…Durante siglos, desde los púlpitos, la Iglesia ha dirigido magníficos sermones y citado una y otra vez el evangelio: «Cuanto hicisteis por uno de estos hermanos, por mí lo hacéis…» (Mateo 25: 31-46). Ante lo cual y, reiterándome en la dialéctica hegeliana, si toda tesis tiene su antítesis: ‘lo que NO hicisteis por ELLOS, por Él tampoco…’ Ahora rezar no basta.

La prensa católica y de derecha, publica algunos artículos señalando el cierre obligado de las parroquias así como diversas iniciativas por parte de algunos sacerdotes que aprovechan las nuevas tecnologías para que los católicos puedan oír misa y confesar. Alguno incluso se subió al tejado con toda la parafernalia, custodia incluida, a dar la bendición a los parroquianos y a quienes pillara de por medio…El conocido ‘padre Ángel’ que ya hace tiempo abrió las puertas del templo que dirige a sin techos e inmigrantes, hace lo propio ahora más que nunca. Es una de las pocas ‘voces en el desierto’, un soldado raso de Cristo. A los ‘jefazos’ de la diócesis, obispos y arzobispos, no se les ve a pie de calle…Imagino estarán parapetados en sus grandes y confortables casas, servidas con buenas viandas sus mesas, llenas sus despensas y sus ropas perfumadas y aireadas en sus enormes armarios cual anticristos…Mientras gente anónima -entre quienes se encuentran ateos, agnósticos y creyentes no practicantes- abanderan movimientos solidarios destinados a paliar la soledad de la reclusión y acompañar la soledad de la enfermedad y la muerte…

Dejen de dar la espalda a quienes más lo necesitan, cuando más lo necesitan…»Empieza por hacer lo necesario, luego haz lo posible y pronto estará logrando lo imposible»…Me repito, ahora ya no basta con rezar…Yo, ahí lo dejo,,,