Al ‘liquindoi…’

#HoraDeVencer

Foto: mp_dc

Al ‘linquindoi’, (contracción popular de la expresión inglesa “Look and do it”) que decimos en mi tierra que quiere decir ‘estar al loro’…Atenta, a verlas venir, a la expectativa, a ver qué pasa, qué vendrá ahora, cuál será el siguiente paso…Así voy, viviendo los momentos del día a día entre ratos de optimismo y esperanza atravesados por estados anímicos de nostalgia, preocupación e impotencia…Sin saber exactamente hacia dónde mirar…Sintiendo que me rindo, que me doy por vencida, que cedo, que para tí la ‘perra gorda’, que me planto y aquí me quedo…No quiero que me coman la moral, ni que mermen mi fortaleza y me roben los sueños…Ni ayer ni hoy dedico mi tiempo a las noticias, malas o buenas… Madrugo para llenarme los pulmones del aire que entra directo por la boca, sin mascarilla de por medio mientras escucho atenta los bramidos del mar y me dejo impregnar por ese aroma a salitre que tanto añoraba…

Así que hoy me levanto temprano y voy al único lugar que puedo, aunque un poco ‘destrangis’, apenas por unos pocos metros…

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Perros no…Personas tampoco…Los accesos están cerrados así que no dejo mi huella en la arena fina sino que paseo por el asfalto…Igual que los perros…

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Aún así, los ‘pinguinos’ se echan al agua a buscar olas…Y después de unas cuantas embestidas y chapuzones, parece que comienzan a remontar la cresta, sin temblar, sin dudarlo un instante…El mismo que a mí me hace olvidar que vivimos baja la amenaza del covid…

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Los chiringuitos están cerrados a cal y canto, alguno parece que lo hizo a toda prisa, o eso parece, a juzgar por lo que se ve a través de las cristaleras: desorden, mesas y sillas apiladas sin ton ni son…Parece que aguantaron hasta el último momento… El día está nublado y envuelve la mañana en una atmósfera gris que confunde…

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Parece que el levante calienta motores. Es un viento racheado que a todos nos vuelve un poco locos, nos altera el ánimo y nos predispone a estar irascibles y cansados…Por eso las palmeras van de aquí para allá, se despeinan y descolocan sus ramas… como yo…

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Hora de marcharse me digo…Me detengo en el extremo del paseo y lanzo una mirada panorámica que no puedo captar con el objetivo que llevo…Se incorporan más ‘pingüinos’…Caminan hacia la orilla con buen ánimo, con ganas. Se ve que lo echaban de menos…Y, como la gaviota (la única que vi) camino a paso lento y sin mirar atrás, con una media sonrisa, ligera y feliz…Ahora es hoy…

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La verdad es un ‘valor’ que no tiene ‘precio’…

#HoraDeVencer

La pandemia ha secuestrado al planeta…Así como quien no quiere la cosa nos ha inoculado a todos, incluso a quienes aún no hemos enfermado. El covid-19, un gigante de tamaño microscópico, nos tiene atemorizados y nos ha recluido en nuestras casas hace ya 52 días. Más que nunca echo de menos la ‘normalidad’ a secas…Ir donde me apetezca a cualquier hora. Coger el coche y conducir hasta la playa, apenas a ocho minutos de casa, a la que no puedo ir ahora porque la distancia supera el kilómetro… Ver a mis amigas, planear un viaje para estar con mis hijos o simplemente por placer… Añoro hacer todo aquello que hacía sin cuestionarme si está permitido o en mi franja horaria…

Cuando salgo a hacer la compra percibo con sorpresa la rapidez con que la que nos hemos adaptado y aprendido las nuevas formas de relacionarnos, integrando eso que se ha acordado en llamar el ‘distanciamiento social’: orden en las filas, pausas a la espera de coger un producto determinado… Ni una sola queja, ningún intento de saltarse el turno …A lo que añado el uso, más o menos riguroso, de guantes y ‘mascarillas eso sí, de tipos y modelos muy diversos… En general la ciudadanía está teniendo un comportamiento ejemplar, un espíritu obediente y colaborativo. Está asumiendo la parte de responsabilidad que le corresponde por no mencionar los sacrificios de una mayoría que ha perdido el trabajo, el negocio e incluso las expectativas de futuro. Y así estamos: obedeciendo, asumiendo y aceptando…Mientras, la clase política se supone que debería debatir sobre cómo salvar la economía sin perjudicar la salud: este es el nudo gordiano… Aunque a primera vista más bien parece una confrontación por dejar en evidencia al contrario y por ‘escalar’ el poder… Unos intentan resolver o eso creo y los otros o se oponen a todo por sistema o hacen propuestas imposibles, intencionadamente, a fin de dejarlos en evidencia…

Los ciudadanos nos merecemos mucho más y, desde luego, mejor…Estoy saturada de noticias contradictorias y de las reiteradas alabanzas hacia los sanitarios de los que no conocemos el número real de afectados porque algunas gobiernos no quieren sacarlas a la luz… Es insultante que las Comunidades más ricas y las que menos han invertido en Sanidad, sean las que más dinero reclamen ahora… Me empacha el reconocimiento a los trabajadores esenciales obviando a los inmigrantes, como por ejemplo el colectivo de mujeres cuidadoras, recluidas con mayores a su cargo o a los hombres que malviven en las chabolas de los campos de Lepe … Si no fuera por ellos ¿cómo llegarían a nuestras mesas las fresas que nos comemos? Estoy cansada de oír los cientos de millones de euros pendientes de recibir que, como en el ‘cuento de la lechera’ se gastan antes de que lleguen, que tarde o temprano, de una menero o de otra, pagaremos nosotros… Me siento atiborrada de oír hablar sobre las miles de mascarillas que se reparten para días después enterarme que estaban defectuosas y que se volverán a comprar … Indignada por la actitud prepotente de los políticos tan dispuestos a pregonar los errores de otros, tan obcecados por la soberbia que se consideran imprescindibles, indispensables e irremplazables… Pobres ignorantes… Aún no se han enterado que vivimos en un mundo interdependiente, interconectado, impermanente y vacío de certezas en el que todos somos sustituibles…Tengo una noticia para ellos: el virus nos sobrevivirá a todos, también a ellos…

Sinceramente y desde la humildad: ‘Sólo sé que no se nada’… No solo es que no sepa sino que no voy a saber nunca. Que pasarán años, muchos años, antes de saberse la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad sobre el covid-19, tantos que seguro yo no estaré para oírla…Me preocupa qué futuro le depara a mis hijos y a mi nieto ¿qué será de ellos después de la pandemia…? Me asusta el relato que se gesta bajo el encabezado de ‘nueva normalidad’, plagado de nuevos términos tan fríos como insensibles y distantes: rastreadores, paciente cero, repunte, distanciamiento social… Casi todos parecen dirigidos a separarnos, a no reagruparnos, a taparnos la boca para ser atendidos a solas en consultas médicas, peluquerías, librerías… Y poco a poco parece que nos controlarán con nuevas aplicaciones desarrolladas para localizarnos y de paso a nuestros amigos aunque ‘guardando la privacidad’, dicen… lo que no deja de ser paradójico… Temo que acoten nuestra libertad, que vigilen nuestras vidas, que congelen nuestras relaciones y sometan a una criba los gestos amorosos que conforman nuestra cultura emocional…Y todo en aras de nuestra buena ‘salud’…

Y mientras esta idea se repite para que vaya calando, sin hacer demasiado ruido el fútbol poco a poco va tornando a la palestra…Vuelve el ‘panem et circense‘, una buena cortina de humo para entretener a muchos mientras pasa la borrasca… A ellos, a los futbolistas, sí les harán los test antes de volver a entrenar… Muchos dicen: ya era hora…Mientras, una enfermera de la UCI de un hospital de Madrid a la que cada tarde aplaudimos, sale agotada de su turno de trabajo junto a compañeros a los que a estas alturas NO se le ha hecho ningún ‘test’…Este es su testimonio…Tal como están las cosas es la única verdad que, hoy por hoy, yo me creo…La verdad es un valor que no tiene precio…Gracias María por recordármelo…https://play.cadenaser.com/audio/1588660010284/

Sobre ser ‘madre’ y sus típicos tópicos…

#HoraDeVencer

Como tantas otras tradiciones el día de la madre hunde sus raíces en la Antigua Grecia que, en aquel entonces, celebraba una fiesta en honor de la diosa Rhea, madre de Júpiter, Neptuno y Plutón…Exacto, los mismos que inspiraron los conocidos planetas…Más tarde, el cristianismo asimiló y adaptó muchas costumbres, apropiándose también de esta festividad que dedicaron a la Virgen María…Siglos después, la Iglesia ligó esta celebración a la Inmaculada Concepción, icono irrefutable de la maternidad y modelo cristiano por excelencia que tanto ha influido (desde mi punto de vista para mal) en las mujeres de aquella España Católica, Apostólica y Romana de las que, por cierto, aún hoy algunos sectores sociales se siguen hacen eco… Así que desde 1644 a 1965 el 8 de diciembre era el día de las madres, hasta que al año siguiente se pasó al primer domingo de mayo…Las mujeres de mi generación saben bien que el mes de mayo está muy ligado a la Virgen y en los colegios religiosos nos han machacado con esa especial devoción (puede que alguna recuerde el famoso canto ‘con flores a María’)…Hace mucho tiempo que reflexioné sobre por qué mayo y no cualquier otro mes y saqué mis propias conclusiones que, tal vez, en otro post me atreva a exponer…

Es conveniente señalar otras aportaciones al margen de la Iglesia que incidieron e influyeron en esta celebración como fueron la de la escritora Julia Ward en 1872 o Ana Jarvis en 1907. Ambas reivindicaron este día a raíz del fallecimiento de seres cercanos: un hijo en el caso de la primera y su madre en el segundo…La repercusión fue tan grande que en 1914 que el presidente Woodrow Wilson proclamó el Día de la Madre como fiesta Nacional. O sea que este día se celebra en muchos países aunque en fechas distintas…

Mucho se ha debatido sobre el sentido de dedicar un día a quienes ejercemos este oficio tan antiguo como la propia humanidad. Hoy no somos más y mejores madres, somo igual que ayer y posiblemente que mañana…Hoy por hoy el verdadero debate se centra en los tópicos que giran en torno a este concepto y la consideración de la maternidad como una ‘llamada’, una ‘necesidad’ e incluso una premisa sine qua non, esencial e inherente a nuestra condición femenina…El denominado ‘instinto materno’, del que al parecer carecen los hombres, hace tiempo que ha perdido fuelle… La que suscribe, sin ir más lejos, tiene algunos casos a su alrededor que lo refutan como, por ejemplo, mi propio hijo que ha desempeñado el rol de ‘madre’ desde que fue padre, por razones laborales y de diversa índole… Un orgullo decir que durante un tiempo fue un ‘amo de casa’ feliz y a mucha honra…

Personalmente me declaro madre por ‘decisión propia’ y no me tengo por más madre por el hecho mismo de haber parido pues considero que la maternidad trasciende más allá de la concepción y el parto. En todo caso, ha sido y sigue siendo un oficio de alto riesgo, un triple salto mortal sin red, sin rescate ni seguro…Ser madre empieza pero no acaba e implica otras muchas profesiones: maestra, enfermera, técnica en juguetes, especialista en moda, animadora, secretaria, consultora, confidente y cómplice… Un oficio tan arriesgado como conducir sin señales de tráfico dejàndote llevar por lo que dicta el sentido común, la buena voluntad y, sobre todo, el amor…Nuestros hijos nacen desprovistos de un manual de instrucciones y nada más nacer nos camelan, nos conquistan y nos secuestran para siempre…Los criamos, jugamos con ellos, ejercemos de ‘ratoncitos Pérez’ y de Reinas Magas… Nos llenan la casa de risas, de mascotas, de pinturas en las paredes…Luego, cuando comienzan los años del cole llegan las peleas por las tareas, las excursiones, las fiestas de cumpleaños con los amigos hasta que se convierten en adolescentes con espinillas y las hormonas revueltas…Y un buen día te despiertas y resulta que ya se hicieron adultos y autosuficientes…Ya no puedes decirles qué deberían hacer porque, supuestamente, ya lo saben…

A cambio ellos esperan siempre nuestra incondicionalidad en prácticamente todo… Somos el lugar al que siempre pueden volver, conscientes de que serán recibidos con los brazos abiertos, dispuestas a perdonar siempre como el buen ‘samaritano’ (una marca indeleble en mi generación). Nos echan de menos aunque no nos llamen, cuentan con nosotras y nos quieren aunque no nos lo digan, nos tienen presentes aunque vivamos lejos…Y llegado el momento comienzan a mirarse en nosotras como en un espejo: sus rasgos nos delatan en su rostro, repiten nuestras frases, cuentan nuestros chistes y cocinan nuestras recetas…Entonces comienzan a idealizarnos y a engañarse pensándonos como seres atemporales y eternos a lo que desean retener… Les asusta pensar que algo nos ocurra y sobre todo que nos vayamos para siempre…Es justamente en este momento cuando nosotras, las madres, tomamos conciencia de que estamos en el camino de vuelta…Poco a poco se invierten los papeles: ellos nos protegen, nos riñen por comer o hacer lo que no ‘debemos’, les preocupa cómo estamos, nos arropan y nos besan en la frente… Cuando esto sucede, sabemos que ya no nos queda otra que dejarnos querer mansamente para vivir entre sus brazos el tiempo que nos quede…Ley de vida…

Finalmente, mi especial reconocimiento a las ‘madres confinadas por coronavirus’. Ha sido un reto sin precedentes en el que, como en tantas ocasiones, las mujeres han demostrado su fortaleza y su capacidad para gestionar la atención a los hijos y desarrollar la propia profesión …Hacemos Historia, hacéis Historia….¡¡Enhorabuena!!

Mayo: con la mirada puesta en la esperanza…

#HoraDeVencer

Quién le iba decir a Puccini que el aria inacabada de Turandot, Nessun Dorma (Nadie duerma), la misma con la que Pep Guardiola arengaba a los jugadores de aquel Barça ansioso de éxitos, que a primeros de mayo de este 2020 (96 años después de su muerte) Josep Pons, director del Liceu de Barcelona la convertiría en todo un símbolo de esperanza en los difíciles tiempos del covid-19… Al compás de todo un elenco de voces, el diario La Vanguardia ( https://www.lavanguardia.com/musica/20200501/48855026687/liceu-video-josep-pons-jorge-de-leon-coronavirus.html#linkcomments-md) acogía así a los barceloneses que han salido por primera vez a sus calles tan vacías como repletas de ausencias, regalándoles el oído con esta maravillosa pieza apta para todos los públicos, especialmente para los amantes de la ópera…Y así me despertaba yo a más de mil kilómetros de esta hermosa ciudad con la que mantengo estrechas sinergias y fuertes vínculos de afecto y amistad…

La música me llega como ‘agua de mayo’ después de un largo día abducida por el recuerdo de mi hijo, ahora vivo en algún lugar de la eternidad. Desde aquel día ‘pasar a mejor vida’, más que una frase hecha fue por encima de todo un deseo, un consuelo y hasta una ilusión…Tenía que ser mejor vida a la fuerza porque la de entonces podía considerarse cualquier cosa menos vida…Él se fue, yo me quedé y todo cambió…Y ayer en su aniversario le dediqué mi recuerdo, agradecida por haberle traído al mundo, por haberle podido acompañar en su corta travesía hasta soltar su barca y dejarle ir … En estas estaba cuando recibí la música, una delicia para los sentidos que me aceleró el corazón hasta que se transformó en un bálsamo sanador que me devuelvió la calma y me serenó el ánimo …Como Calaf anduve en la noche, entre las tinieblas, escondida de la terrible ‘Turandof’, ese malvado personaje al que de vez en cuando todos miramos a la cara para perderle el miedo…Gracias L. mi madrugadora amiga, por enviarme esta pieza el día justo, en el momento justo…Aunque ella aún no lo sepa…

#YoMeQuedoEnCasa, el hashtag que ha encabezado las entradas desde principios del confinamiento, cede hoy el paso a este otro: #HoraDeVencer, que recogerá las experiencias nacidas al calor de esta primera fase de desconfinamiento, de recuperación de la vida fuera de casa aunque sea en torno a un perímetro de apenas un kilómetro. Estoy segura que nunca una distancia tan pequeña nos pareció tan grande, que en ninguna otra ocasión una minúscula cesión ha representado una conquista de semejantes dimensiones…Todo se ha vuelto relativo. Hemos aprendido a minimizar. Y es que ya no somos quiénes éramos porque 50 días en casa no pueden haber pasado en balde y nos han cambiado a unos más y a otros menos, un poco a todos… Porque aquellos que el pasado 14 de marzo cerramos la puerta de casa ya no somos los mismo que hoy las hemos vuelto a abrir, esta vez, para salir fuera…

Todo ha vuelto a cambiar, esta vez de manera evidente…También la ciudad cambió. Tal vez no su fisonomía pero sí nuestra percepción. Tenemos la sensación de mirar con otros ojos para descubrir lo que siempre estuvo ahí… Es posible que ahora prestemos atención a lugares por dónde pasábamos a diario cada cual metido en su dinámica personal, en su ajetreo, en su prisa, en su stress…Todos ensimismados, deambulando de un sitio a otro como robots programados, ignorando la belleza de nuestro entorno, pasando por alto los sonidos gratuitos de la naturaleza mientras caminamos a solas con los auriculares en los oídos enchufados a la música de spotify por la que pagamos, aislados de aquello que acordamos en llamar ‘mundanal ruido’ hoy más que nunca reivindicado y que ahora suena gloria bendita…

Las ciudades se han quedado desnudas por primera ante nuestros ojos mostrando su belleza más íntima, descubriendo algunos rincones secretos que, como apasionados amantes presos por el deseo, nos disponemos a conquistar poco a poco, acariciando la idea de no dejar escapar esta oportunidad que ojalá sea única…

Así se presenta mayo, abriéndonos la puerta, mostrándonos un nuevo camino por recorrer con sus luces y sus sombras seguramente, pero también un camino para transitar con la esperanza de conquistar la nueva vida… Porque no hay vuelta atrás, no queda tiempo para la nostalgia del pasado sino para la construcción del futuro…Pasemos unidos el primer Rubicón poniendo en ello nuestra energía y empeño porque es cosa de todos y de todos depende…Desoigamos las voces incrédulas que pretenden distorsionar los mensajes con mentiras…Impidamos que se instale una falsa posverdad que nos coma el ánimo y nos impida observar la realidad no sólo con espíritu crítico sino con la ecuanimidad necesaria porque estaremos consintiendo que ganen los insensatos, los aprovechados, los miserables sin escrúpulos que hacen proselitismo con la desgracia ajena… Es la #HoraDeVencer…Hagámos que sea posible…