
“Para recordar hay que olvidar” La sentencia, obviamente, no es mía, la leí en un interesante artículo sobre el funcionamiento de la memoria, uno de los grandes enigmas y uno de los objetivos estrellas de muchas de las investigaciones de la neurociencia. Según parece nuestra memoria no funciona como una cámara de vídeo, sino que cada vez que recordamos reescribimos ese recuerdo y lo reajustamos a nuestras creencias y expectativas presentes. Por eso sucede que algo que nos produjo un shock o fuerte rechazo, con el tiempo lo recordamos de manera más tenue o suave porque lo vamos reajustando a nuestras creencias presentes. En opinión de Rodrigo Quian Quiroga, Jefe de Bioingeniería de la Universidad de Leicester en Inglaterra –cito textualmente- “Ahora sabemos que olvidar es tan importante como recordar, tal cual lo había anticipado el escritor Jorge Luis Borges en su cuento Funes el memorioso de 1942”.
El cuento de Borges relata la historia de Ireneo Funes, un peón uruguayo que después de tener un accidente con un caballo, podía recordar absolutamente todo. Pero más que vivirlo como una bendición, lo sufría como una maldición. Podía recordar absolutamente todo con una nitidez extraordinaria, como si acabara de suceder…Y lo dice bien claro en su historia: “pensar es olvidar, diferenciar, es generalizar, abstraer”. O sea que para poder recordar hay que olvidar…
Hoy empieza el tiempo de la reflexión. Las elecciones han pasado bien para unos, muy mal para otros entre quienes se encuentra esta que suscribe. Y en un intento por comprender algunas de las múltiples razones de lo sucedido, recordé este cuento de Borges que me llevó a pensar en la mala memoria que muchos tenemos. En Valencia nadie se acuerda de los casos de corrupción de Rita Barberá, de los Cotino, de Zaplana, Camps con juicios aún pendientes o de Marcos Benavent, ‘ el yonki del dinero’ que tiró de la manta…Tampoco recuerdan el circuito de carreras que se muere de asco, ni las obras fallidas de Calatrava, ni los barracones que hacían de escuelas…
En Madrid en PP obtiene el apoyo de la mitad de la población. Y yo me pregunto ¿qué pasa con la otra mitad? ¿Dónde fue el voto de quienes viven en La Cañada Real, Carabanchel o El Pozo del Tío Raimundo, por citar? Me temo que lo mismo que sucede con los cinco barrios más pobres de España que están en Sevilla, donde también ganó la derecha. Dicen los alcaldes y presidentes que gobernaran para todos ¿También para ellos? ¿Seguro?
Y Cádiz, que puedo decir de Cádiz, la cuna de la libertad, la sede de la Constitución de 1812, la ciudad de la revolución liberal, la misma en la que Teófila Martínez gobernó durante cinco legislaturas. Sí, cinco. Y parece que muchos olvidaron que –supuestamente- su marido obtenía contratos de aquella manera, que presidió una sicab que Rodríguez Rato utilizó para ocultar patrimonio. Y, al parecer, tampoco recuerdan que la alcaldesa no podía salir a la calle porque la insultaban. Sí, los mismos que antes la aplaudieron luego la abuchearon a ella y al Partido.
Y en medio de este tsunami, el ‘infiel’ gana de nuevo su reino…Cosas de la política…
El futuro no pintan bien para la izquierda, de hecho, el Presidente acaba de anunciar el adelanto de las Generales al 23 de julio… Vienen malos tiempos, tiempos de alianza con la extrema derecha, de recorte de las libertadas, de estrechez de mira, de revocar leyes, ayudas para la Memoria Histórica, mermar subvenciones para colectivos LGTB y mujeres que ya no serán consideradas maltratadas -porque paseremos a la violencia intrafamiliar, que no se nos onvide-. Tendremos cada vez una mayor presencia de la Iglesia en la vida pública y abundantes privilegios para los ricos…
«Al recordar algo, uno lo está reescribiendo. Cada recuerdo es una reinterpretación de lo que sucedió. Cada vez que uno recuerda vive una memoria de una manera distinta. Como sugería el escritor Marcel Proust, el recuerdo de las cosas pasadas no es necesariamente el recuerdo de las cosas tal como ocurrieron» (Revista QUOPlus, pp. 104-107)
Lástima que la memoria funcione reescribiendo y olvidando y lástima que la derecha tenga tanta facilidad para olvidar y la izquierda tan poca para recordar que debe mantenerse unida…
Intentaré recordar sin paliativos…
Y qué la fuerza nos acompañe para afrontar lo que sea que tenga que venir…
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