Estos días se cumplen 105 años de la revuelta de las faeneras de Málaga…Mirar Al pasado para comprender el presente…

No me cansaré de repetir la importancia que tiene mirar al pasado como oportunidad para comprender el presente. Porque la historia es tenaz, tozuda, se repite una y otra vez en diferentes espacios y tiempos… En ocasiones nos asombramos de las decisiones, actitudes o comportamientos que nos sugieren una forma diferente de competir contra la injusticia o contra los errores de nuestros gobernantes, sin tener en cuenta que, si echamos la mirada atrás, podremos decir: ‘todo está ya inventado’. Porque nuestros antepasados también tuvieron que luchar contra la inflación, el paro, las pandemias, las guerras…Y lo hicieron con escasos recursos, pero aun así, hoy por hoy, constituyen un referente y una fuente de inspiración…
Las consecuencias de la guerra de Ucrania comenzaron a hacerse sentir en año pasado. Los ciudadanos de a pie comenzamos a percibir una imparable subida de precios desde la energía, y los combustibles a la cesta de la compra. Y todo esto en un tiempo en que recién empezamos a disfrutar de una normalidad que había sido alterada por la pandemia. El gobierno, arropado por Europa, comenzó a inyectar paquetes de ayuda que han paliado, aunque no demasiado, las consecuencias. Y en esas estamos, no solo nosotros sino toda Europa. Para muchos es una situación insólita, como la pandemia, pero no es la primera vez que ocurre según podemos comprobar en nuestra historia más reciente…
Entre el 9 y el 21 de enero de 1918, hace ahora 105 años, se produjeron en Málaga una serie de movilizaciones populares conocidas como la Revuelta de las faeneras, considerada como el primer levantamiento femenino en dicha ciudad. Entonces como ahora, el alza de precios de los alimentos y productos básicos desató la rebelión de las mujeres trabajadoras, conocidas como ‘faeneras’, quienes protagonizaron una huelga general que se saldó con cuatro muertos y una veintena de heridos.
Por aquellos días el precio de pan subió hasta límites insospechados -55 pts/kilo- (hay que tener en cuenta que un obrero podía ganar entre 15,00 y 20,00 pesetas a la semana) con la correspondiente indignación popular. Fue entonces cuando las 800 faeneras recorrieron la ciudad hasta llegar a las puertas del Gobierno Civil, donde reclamaron a la autoridad pertinente, la bajada de precios.
El gobernador las recibió y les hizo las correspondientes promesas encaminadas al abaratamiento de los precios que, por descontado, no convencieron por lo que se decidió asaltar el Ayuntamiento y presentar al Alcalde las reivindicaciones lo que se hizo por boca de Concepción Mesa, una anciana trabajadora de la almendra…Tras oír las promesas del alcalde, la manifestación prosiguió emplazando a los movilizados a una asamblea a las puertas de la fábrica textil…Parece que el alcalde reunió al día siguiente a empresarios y comerciantes que se negaron rotundamente a bajar los precios, lo que obligó al alcalde a amenazar con imponer una tabla de precios…Pero la fuerte influencia del lobby industrial consiguió que el alcalde liberal fuera cesado fulminantemente y reemplazado por un conservador, más cercano a los intereses del gremio…(¿ No suena del algo?).
El día 14 se organizó un mitin en la sede de la Juventud Republicana en el que hablaron algunas oradoras ante la asistencia de un numerosísimo público (unas 2000 personas dentro y otras 6.000 fuera del recinto) y convocaron una manifestación para el día siguiente. La comitiva partiría de tres puntos diferentes de la ciudad de Málaga que confluirían frente al Gobierno Civil, tal y como sucedió. Una vez allí y tras unas breves palabras las autoridades exigieron la disolución del encuentro y empezaron las cargas policiales y los disparos de la Guardia Civil…
El día 16, desde primera hora de la mañana, se inició un paro en señal de duelo por los fallecidos en la revuelta. A media mañana los comercios de la ciudad echaron el cierre, al que se unieron después los trabajadores de las fábricas. “Por la tarde, unas 12.000 personas se dirigieron en manifestación al Hospital Militar, donde se encontraban los cadáveres de los manifestantes. Las autoridades militares impusieron realizar el entierro de madrugada para evitar que se crease una comitiva fúnebre masiva”
A la huelga se fueron sumando sectores y se mantuvo al día siguiente mientras las autoridades negociaban la bajada de precios…
El día 21, una vez comprobada dicha bajada, la huelga finalizó. El levantamiento había triunfado…