
Cuando era pequeña me hicieron creer durante un tiempo en la existencia del ‘ángel de la guarda’. Una especie de ‘guardaespaldas invisible’ que me vigilaba, me prestaba atención continua y evitaba ciertos desastres personales. No sabría decir hasta dónde se supone que llegaba su cobertura, pero como todas las niñas y niños de mi generación, creí en su existencia durante algún tiempo y me sentí a salvo de ciertos peligros. Con el paso de los años sobrevino el desencanto y la incredulidad. Y, más tarde, cuando tuve mis propios hijos y trabajaba en la enseñanza, aunque continuaba sin creer en la figura del ‘ángel custodio’, llegué a pensar que una especie de halo sobrenatural protegía a los niños en general, cristianos o no, porque los patios de recreo encierran cientos de peligros y que todos los alumnos regresen a las aulas sanos y salvos, con frecuencia, representa un auténtico ‘milagro…’En esta era tan convulsa, no estaría mal contar con un ‘ser protector’ -alado o no- que nos protegiera o al menos que una aureola de esperanza nos envolviera y acompañara…
Y hablando de milagros, puede que también lo sea sobrevivir en estos tiempos tan desapacibles, plagados de incógnitas e inquietudes. Un tiempo de lucha de ‘egos’, de competitividad, de zancadillas, de trepas y de retrógrados consumados, empeñados en gobernar desde el anacronismo y las políticas de regresión. Que el ‘altísimo’ nos libre de aquellos que invocan la memoria de líderes nacionalistas y derrocan sin pudor cualquier vestigio de los contrarios, aquellos a quienes despectivamente se refieren como ‘rojos comunistas’, cuyos nombres se esfuerzan en borrar…
El presente es complicado, complejo, incierto y pleno de incertidumbres. A muchos nos preocupa la guerra, la economía, la salud y también que proliferen los Trump(s), los Bolsonaro(s) o los Putin(s)–aunque tal vez no en este orden- problemas a los que sumamos nuestras preocupaciones e intereses particulares de ahí que, según los últimos informes de la OMS, en España, una gran parte de la población tenga dificultades para conciliar el sueño y haya ascendido el porcentaje de personas con depresión. Y no es para menos. Cuando nuestros líderes políticos, responsables de las grandes decisiones salen al paso, una oleada de indignación recorre nuestros cuerpos, porque reducir la guerra civil a una ‘pelea de abuelos’ es no saber ni papa de historia y afirmar que la izquierda la está liando en Madrid solo porque faltan ’34 médicos’, es tener una mirada excesivamente reduccionista, actuar de muy mala fe y no saber hacer las cuentas. Y es que los políticos, por sí mismos, saben lo que saben y el resto se lo soplan al oído –hasta las citas- un puñado de expertos que se pasan el día investigando, atentos a las noticias, diseñando estrategias, preparando intervenciones y discursos… Por eso deberían dejar la historia en manos de los historiadores y la medicina en manos de médicos y especialistas…Desgraciadamente hay mucho ‘Procusto’ suelto que piensa peligrosamente: ‘quiero que te vaya bien, pero no tanto como a mí…’ o ‘cuanto peor, mejor…’
¿Que quién era Procusto? Según la mitología griega era un bandido que tenía una posada en una colina solitaria de la región de Ática en la que ofrecía albergue a los viajeros solitarios. Allí llevó a cabo los más horrendos crímenes. Así, cuando los viajeros se dormían, los ataba a una cama de hierro y si eran más altos les cortaba los miembros y si eran las bajos los estiraba con el fin de que se adecuaran al tamaño de su cama…Y así vivió día tras día hasta que se tropezó con Teseo, quien invirtió el juego e invitándole a comprobar su propio tamaño, una vez que se hubo echado en la cama, lo ató y le cortó los miembros y la cabeza…Vamos que lo adaptó a su propio molde…Eso es lo que algunos intentan, no adaptarse a los nuevos tiempos sino adaptar los tiempos a las viejas ideas…Establecer una sola norma, modo o criterio: el suyo.
Dijo Galeano que ‘el futbol es lo más importante de las cosas menos importantes de la vida’. Será por eso que aunque todo vaya muy mal, siempre llega alguna noticia futbolera que acaba rebajando la tensión y distrayendo a una parte del público, siempre dispuesta a desviar la atención para no calentarse demasiado el coco… Es lo que sucede estos días con la retirada de Gerard Piqué, de la que se está hablando una y otra vez siempre a final del resto de noticias…Me pregunto si acaso no será así intecionadamente…
Y sin embargo, no todo son malas noticias: los rusos se retiran de Jersón. El futuro gobierno de Lula en Brasil prosigue con los trámites de la transición y Trump, que se las prometía muy felices y anticipaba los buenos resultados de los republicanos en las legislativas, tal vez tenga que plegar velas por lo menos, de momento…Cosas de la vida…