«Ya hemos alzado la bandera, ahora toca defenderla con alegría desde Andalucía» (Macarena Olona)


Soy consciente que escribo cual ‘voz que clama en el desierto’ como dijera San Juan (1,19-28). Pero ya he confesado en reiteradas ocasiones que escribo por el placer de escribir, para que me lean unos pocos amigos y seguidores fieles a quienes correspondo como es debido. Este es, pues, un foro creado desde el libre pensamiento, al amparo de la libertad de expresión y a la sombra del legado de la libertad de cátedra, bajo cuya tutela trabajé muchos años…
Escribo también desde mi condición de ciudadana preocupada que observa atentamente cuanto acontece a su alrededor y otea, con gran recelo, no exento de cierto temor, un panorama nada halagüeño. Escribo con la incertidumbre propia de quien contempla con mirada larga y ancha, a fin ver más allá del microcosmos donde vivo que, tal vez por ser un lugar pequeño y en la costa, un tanto apartado de la realidad de la gran ciudad, parece dispensado de las grandes movidas de la capitalidad, donde se perciben con mayor intensidad las desigualdades, las carencias o la violencia en todas sus formas y variedades… Desde aquí, lejos de las Instituciones y de los Poderes que más pueden, desde este lugar dónde resultaría fácil reinterpretar el mundo y editarlo de manera más sutil, simplista o facilona, como si todo lo demás sobrase y se pudiera recortar o prescindir de él, justo desde aqui, escribo sin garantias pero con esperanza…
Dicho esto y sin más preámbulos, como andaluza que soy, me inquietan e interesan, no sé si en este orden, las próximas elecciones de mi Comunidad. Me intranquilizaría de todos modos pero la irrupción de VOX en el espectro político, ha introducido una nueva variable que hace aumentar mi grado de desazón y desasosiego y, por qué no decirlo, me lleva a experimentar cierta irritación acompañada de una fuerte sensación de impotencia: ’Por mí primero y por todos mis compañeros…’. Y es que resulta que tenemos el mayor trozo de tierra de nuestra geografía y una historia que se remonta hasta el 1.100 a. de C. Milenios que han forjado nuestra idiosincrasia, la misma que hemos construido asimilando peculiaridades culturales visibles en nuestra manera de ser, de hablar, de comer, de vivir, a todo lo cual se podría añadir un sin fin de bondades climáticas que nos convierten en una tierra deseada que algunos, a base de hacer proselitismo, quieren convertir en la ‘tierra prometida’ solo para sus propios fines y beneficios.
Hace apenas unos pocos años que VOX irrumpió en nuestro panorama político y se presentó a las Elecciones Autonómicas Andaluzas de 2015, en las que obtuvo el 0,45 % de apoyos por parte del electorado, porcentaje que subió al 10,97% en las mismas del 2018. A nivel nacional la formación irrumpió en el Congreso en 2019 con 24 escaños, pero la repetición electoral de noviembre y tras el adavacle de C’s, se convirtió en la tercera fuerza política con 52 diputados…La insoportable derecha conservadora entró en pugna con la insufrible extrema derecha… Ambas unidas, van pisando los talones a la izquierda progresista y a punto están de comerle el terreno.
El auge de las derechas no se puede negar, por mucho que me duela reconocerlo…
Y en estas circunstancias y después del experimento de laboratorio gestado en Castilla-León, nos toca a los andaluces probar suerte y pasar la prueba de fuego del PP del impertubable Feijoo el 19 de junio y con Macarena Olona subida al caballo de Vox, quien no sé bien por qué extraña asociación, me hizo pensar en el caudillo (término que gusta mucho a VOX) de los bárbaros, Atila – ‘el azote de dios’- cabalgando a lomos de Othar, ‘a cuyo paso -se decía- no crecía la hierba…’
Desde que sonaron las apuestas por Olona, a muchos de mis amigos y conocidos se nos quedó mal cuerpo… Contrincantes y electorado han comentado las recientes noticias sobre su empadronamiento. Una maniobra parecida a la de Javier Maroto hace unos años, encaminada a salvar un escaño en el Senado y mantener ‘la paga’ de la que vive y el estatus dentro del partido. Porque claro, Macarena Olona, alicantina de nacimiento -donde estudió y donde posee actualmente su domicilio habitual, (por mucho que bocee ser ‘vecina de Salobreña’) puede que junto a su pareja, un Guarda Civil de ‘brillante carrera’ (eso dicen aunque otras versiones la definen como ‘divorciada’, para el caso es lo mismo…) y el hijo de ambos- no tiene raíces andaluzas conocidas y ha echado mano de un camarada de partido para empadronarse. Porque otra cosa no, pero cabeza tiene…Por eso y aunque mucho haya dado que hablar dicho empadromaniento, finalmente, tal y como ya se preveía, la Junta Electoral lo ha validado…Y ahí la tenemos: La primera en la frente…Apenas hace unos días la diputada se despedía del Congreso con su ya conocida sobervia y sus aires de sobrada, carpetilla alzada con la mano derecha en alto, al grito de ¡viva España! Así son los de VOX, rancios y retrogrados hasta en las despedidas…
La lideresa ya se ve Presidenta…¡Será por autoestima! Vestida de flamenca se ha paseado por la feria de Sevilla como si fuera su costumbre de toda la vida. Ha visitado bodegas y degustado en catavinos, como andaluza de pro criada para estos menesteres,. Me pregunto si habrá catado con el mismo interés el turrón de su tierra…
Cuando hablo con los míos y le damos vueltas a este asunto, casi siempre acabamos con la misma afirmación: ‘tenemos lo que nos merecemos…’ Pero la verdad es que no. Ni como andaluces ni como españoles nos merecemos a Macarena Olona ni a VOX. Me pregunto cuántos de sus ingenuos votantes saben lo que gana esta señora que entre otros alardes, conduce un Porsche Panamera y se pasea envuelta en abrigos de pieles… Desde esta palestra no tiene pudor alguno a hablar del campo a la gente del campo como si supiera de qué va la cosa… Y si lo sabe, ¿estará de parte del cacique o de los jornaleros?. Imagino que le habrán escrito un guión -que aprende a pies juntillas porque lista es un rato- porque conocer, lo que se dice conocer la realidad de nuestra tierra, eso, no lo creo. Habla, como la mayoría de los políticos de ahora, desde el engaño y la manipulacion de los datos, retorcidos y manoseados una y otra vez, hasta que las cifras y porcentajes se decantan a su favor lo justo para sustentar su discurso.
Y así vamos estos dias, con la candidata haciendo el tour preelectoral, mostrándose, haciendo chistes y gracias para subrayar el tópico que nos considera pasando los días de juerga, como si no necesitásemos trabajar y ganarnos el sustento…Vamos preparando el terreno para la campaña en la que veremos a la auténta Olona en su mejor papel: el de ella misma.
En fin, que si a Carmen Polo le llamaban ‘la collares’, a la Olona la podrían apodar ‘la perlas’ a tenor de las que salen de su boca. He aquí algunas: «como presidenta de Andalucía no impondré a ninguna mujer su camino, quiero que todas podamos elegir, para que tengamos verdadera elección» […] «la familia debe ser el centro de todas las políticas públicas» […] «Mujeres de Andalucía, especialmente las más jóvenes, quiero daros la libertad que yo no tuve. Quiero romper las cadenas que nos ha impuesto el feminismo. Desde Andalucía seremos luz de esperanza para toda España. Haremos frente a las leyes sobre autodeterminación de género y la ley trans (de Irene Montero) será recurrida…»
Virgencita, virgencita, que me quede como estoy…
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