La Perla Peregrina es una perla de tamaño y forma inusual, considerada una de las gemas más valiosas y legendarias de la historia de Europa…

Esta ‘pensadora’ se ha declarado en diversas ocasiones una mujer de preámbulos, de prólogos, de previos, de víspera y de rituales… Tal vez por eso y, por aquello de intentar ser coherente, también me reconozco persona de conclusiones, de epílogos, de compendios, de colofón final…Habitual a las listas, a los posit y a los recordatorios, también suelo escribir, de puño y letra, toda una declaración de intenciones antes de comenzar el nuevo año…Una costumbre que se ha vuelto tradición por aquello de que ‘lo escrito, escrito está’ según afirmaron los sabios griegos y que ‘las palabras se las lleva el viento…’ Así que concluida la reflexión y valorados mis logros, pocos aunque firmes, conseguidos a lo largo del 2021, me dispongo a continuar con el reto de escribir en este blog aunque solo sea para unos pocos bien avenidos…
Quisiera estrenar el año con una entrada diferente, afirmando que por fin gozamos de un panorama menos tóxico, que nuestros políticos continúan mostrándose ambiciosos sí, pero virando hacia la integridad y que aquello que se dijo al principio de la pandemia que se convirtió en una máxima muy repetida «la crisis nos hará mejor a todos», comienza a mostrar sus primeros frutos. Pero no. Comenzamos justo donde lo dejamos. Nada ha cambiado, todo sigue igual…Y aunque la actualidad viene cargadita de sucesos hoy me voy a detener en uno por lo anecdótico: la ‘perla peregrina’ que cayó desde el cuello de doña Letizia…Hasta ese momento la perla tiene una larga historia que intentaré resumir…
La anécdota aconteció en el marco de la celebración de la tradicional Pascua Militar presidida por los Reyes, con ambos ataviados para la ocasión. La Reina vestía de largo con chaquetón de piel que adornaba con la que parece ser una de sus joyas favoritas: la peregrina. Joya que cayó al suelo tras un leve movimiento y que de inmediato don Felipe se apresuró a recoger del suelo para después depositar en su mano… La escena ha sido muy repetida en todas las noticias de la TV y ha despertado la curiosidad acerca de la historia que precede a la conocida perla….Y es que ‘la peregrina’ cuenta con una larga tradición entre las mujeres de la realeza desde que Felipe II la regalara a su esposa y pasara así a formar parte de la Corona. De su historia habla largo y tendido la novela de Carmen Posadas’ publicada por Espasa en 2020: La leyenda de la Peregrina.
Hay quienes creen que cuando sus egos se unen a determinadas personas permanecen ligadas a ellas para siempre, incluso más allá de la muerte. El vínculo que se crea trasciende más allá de lo físico y por eso las almas se cosen con un hilo inquebrantable que puede sufrir alguna fisura tras tensionarse al extremo, porque nadie es perfecto aunque, en ningún caso llegará romperse en dos…Y es que la argamasa del amor compartido a lo largo del tiempo lo repara aunque deje una marca o cicatriz que siempre lo recuerde…
Así de unidos viajaban los egos en la bodega del galeón que atravesaba el Atlántico. Todos hacinados, sudorosos y hambrientos a la espera de un destino común que pasaba por la venta pública en el mercado cual bestias de carga, y de ahí a trabajar de por vida bajo las órdenes de sus nuevos amos… Para los jóvenes el final de su trayecto fue el conocido Archipiélago de las Perlas en lado oeste del istmo de Panamá… En aquellas aguas se sumergían a diario grupos de jóvenes esclavos con el cometido de encontrar las codiciadas perlas para satisfacer la codicia de sus amor y obtener así una ración de comida extra…
Y fue allí comenzó la historia de esta joya el día que un joven esclavo africano se sumergió y la extrajo de aquellas aguas panameñas en el año del Señor de 1515…El hallazgo de semejante pieza cambió el curso de su vida pues le valió la libertad.
Y ahí comenzó el viaje de La Peregrina, una perla considerada única en el mundo por su forma de lágrima, su brillo y su color nacarado. Y de ahí su nombre pues el término, además de ‘penitente, viajero, romero o caminante’ también significa ‘singular, exótico, extraordinario e insólito…’ Calificativos que definen las características de dicha joya. El amo del esclavo la vendió a un señor principal y años más tarde la compró Diego de Tébez, aguacil de Panamá, quien ofreció la pieza a Felipe II que tras ordenar fuera prendida de un broche junto con el famoso diamante “El Estanque”, (una piedra preciosa con forma de cuadrado y azul cerado) la entregó como presente a su esposa María Tudor.
Otras versiones de la historia consideran que la perla es más antigua y que pudo ser entregada a los españoles en señal de vasallaje por el cacique de la Isla de las Perlas (Panamá) en el año de 1515 y después comprada por un comerciante español al que a su vez se la compró un gobernador con la intención de regalársela a su esposa. Después de dieciséis años la vendió a Isabel I de Portugal, esposa de Carlos I llegando como herencia a su hijo Felipe II.
Sea como fuere, la perla ha sido lucida por las sucesivas reinas que ocuparon el trono español convirtiéndose en un preciado objeto de deseo de la realeza de la época. Entre quienes la exhibieron se cuentan Margarita de Austria-Estiria, retratada por Velázquez adornada con la joya, Isabel de Borbón, María Luisa de Parma… Según cuentan algunos La Peregrina formó parte de la Corona española hasta 1808, fecha en la que se produjo la invasión napoleónica y el reinado de José Bonaparte que se apropió de la joya y se la envió a su esposa Julia Clary a París. Años después cuando perdió el trono español y el matrimonio se separó, la perla viajó a EE.UU como regalo para su amante hasta que regresó nuevamente a Europa y la dejó a su heredero Napoleón III…Fue este último quien debió venderla hacia 1848 al marqués de Abercorn, cuya esposa la lució en París durante un baile de las Tullerías. Pasado el tiempo, en 1969, La Peregrina” salió a subasta por la firma Parke Bernet de Nueva York, subasta a la que asistió don Alfonso de Borbón Dampierre, que pujó por ella para regalársela a su abuela Victoria Eugenia. Pero finalmente el lote fue adquirido por valor de 37.000 dólares por el actor Richard Burton, quien se lo regaló a la también actriz Liz Taylor, de la que por entonces estaba enamorado…
El viaje de La Peregrina tocaba su fin en diciembre de 2011, fecha en la que se vendió de nuevo como parte de la subasta de joyas que Christie’s organizó tras la muerte de Liz Taylor y en la que un comprador desconocido pujó 11,8 millones de dólares por ella hasta conseguirla. Si fue devuelta la perla a la Corona Española por una mano mágica aquel mismo año no se sabe…Pero de no ser así cabe la posibilidad de que la perla que lució doña Letizia no sea sino un réplica… También existen versiones a este respecto…
Sea como fuere en esa larga trayectoria se observa un vacío que intento llenar acudiendo a Pilar Eyre, Periodista y escritora especializada en la Monarquía Española. En su opinión «doña María de Borbón le entregó ‘La Peregrina’ en 1977 a la actual reina emérita, coincidiendo con la abdicación de su marido don Juan de Borbón. Ambas procedían en el palacio de la Zarzuela a «la sobria ceremonia» de recepción de las ‘joyas de pasar’, cuando la madre de don Juan Carlos le entregó una bolsita de terciopelo». De ser así, la peregrina que cayó del cuello de la actual Reina sería la auténtica perla encontrada por aquel esclavo que se sumergió hace 500 años en las aguas del archipiélago panameño… El mismo que unió su ego a otro ego en una historia que seguro duró ‘mucho’ y para ‘siempre…’
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