«Aprendiendo…»

«Si nadie me lo pregunta, lo sé; si me lo preguntan y quiero explicarlo, ya no lo sé.» (San Agustín)Y si San Agustín no supo, yo tampoco…
Fotografía: mp_dc

“Después de un tiempo,
una aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma,
y una aprende que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad,
y una empieza a aprender…

Que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas,
y una empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos,
y una aprende a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes…
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo
una aprende que si es demasiado,
hasta el calor del sol quema.
Así que una planta su propio jardín
y decora su propia alma,
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y una aprende
que realmente puede aguantar,
que una realmente es fuerte,
que una realmente vale,
y una aprende y aprende…
y con cada día una aprende.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro
significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Y comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos,
sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad,
irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Y entiendes que los verdaderos amigos son contados,
y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira
pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vid, que disculpar cualquiera lo hace,
pero perdonar es sólo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente,
muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.

Y te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos,
algún día llorarás por aquellos que dejaste ir porque cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible… Que el que humilla o desprecia a un ser humano,
tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy,
porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes y que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen
ocasionará que al final no sean como esperabas.

Y te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas,
decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo,
ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.

Pero desafortunadamente,
solo con el tiempo…”

Nota 1.- El poema es del gran Borges… Cada vez que lo leo pienso que probablemente lo escribió en el momento de mayor lucidez y sabiduría… Lo transcribo en femenino para identificarme… Me reconozco en esa misma reflexión conforme recorro el largo sendero de la vida, aunque ni de lejos alcanzo tanta plenitud ni clarividencia…

Nota 2.- A punto de concluir el año y, a pesar del desgaste de la pandemia, en el plano personal aunque ha habido de todo, también he disfrutado de momentos cálidos y dulces en los que compartí una memoria llena de recuerdos pasados. Es agradable poder decir a alguien: ¿te acuerdas cuándo…? También me dolió perder a una compañera muy querida…Aún así me doy cuenta que mi corazón permanece abierto a la vida, a pesar de todos los desastres vividos…Y entonces comprendo que el nuevo año representa una nueva oportunidad…

Nota 3.- El recuerdo del ‘Guardián’ perdura en el alma como una marca indeleble… La foto de la cabecera la hice hace ya tiempo en un lugar muy cerca de casa conocido como La Punta del Boquerón. Una lengua de arena con forma de cabeza de boquerón, cuya punta señala hacia el Castillo de Sancti Petri… A pesar de la escasa distancia que separa ambas orillas (la Playa y la Punta, cada una en el término de su ciudad) es mínima y solo se puede cruzar, desde donde vivo, en barco o nadando si tienes experiencia… Así que crucé en una pequeña embarcación que contraté previamente. Tan solo a unos metros, tan lejos pero tan cerca, esta playa me transporta ¿Quién necesita ir al Caribe? Me dijo una vez una amiga…Y es verdad. Este es un lugar paradisíaco, una costa casi salvaje de arenas blancas y finas desde dónde se puede contemplar la inmensidad y la belleza del Atlántico y observar el ‘punto mágico’ donde otrora llegaron los fenicios para fundar (según parece demostrar una tesis doctoral aun en curso) el Templo del Melqart, allá por el 1.100 a. de C… Tras caminar un trecho observé de lejos a este señor sentado sobre una duna que, a su vez, cubre casi la mitad un antiguo bunker medio derruido, cuya apariencia improvisa un paisaje un tanto dantesco, propio de películas de la Guerra Mundial…Y allí sentado me pareció sereno, tranquilo, como si su única misión en la vida no consistiera en otra cosa que otear a su alrededor, contemplativo, iluminado, ajeno… Como rendido al paso del tiempo…Y entonces pensé: somos tiempo…

Y hasta aquí vine aquel fatídico día portando entre mis manos los restos del ‘Guardián’, o eso decía un pequeño letrero plateado con su nombre escrito en negro que yo miraba fijamente, leyéndolo y releyéndolo una y otra vez…A estas aguas lo trajimos para que descansara libre ya de todo sufrimiento. Y todo su ser se esparció desde la superficie hasta el fondo de este mar aquel soleado día de febrero, quieto, calmo y sereno, como si una bondad suprema hubiera calmado la marea para recibirle….Una serenidad apenas rota por el rítmico susurro de un tímido oleaje que moría en la orilla, al tiempo que arrastraba y mecía lentamente las rosas blancas con aroma a despedida… Las flores del tiempo que duró su vida y en cada una de ellas, prendida, trocitos de la mía lo acompañaron en un transito hacia algún lugar o, quien sabe, si a ninguna parte… Desde entonces imagino que es aquí donde el alma del Guardián navega, sin prisa pero sin pausa, en un eterno viaje sin regreso…

Y es de aquí, de este lugar, de donde procedo, de aquellos que fundaron Melqart, mis más lejanos ancestros… Y es aquí donde volveré para descansar cuando me toque…Y pienso otra vez: Tiempo. Somos tiempo… Y mientras pasa, espero, subsisto, permanezco, vivo… O sea: ‘Aprendo…’

Punta del Boquerón. Fotografía: mp_dc

La silla vacía…

En memoria de mis ausentes…Con todo el amor y el respeto que merecen…No los hemos olvidado ni los olvidaremos…
Fotografía: Internet

La Navidad es una fiesta emocionalmente complicada. No es que el resto del año no recordemos a quienes nos faltan, es que su ausencia se torna más visible en estas fechas…El calendario no perdona, la publicidad tampoco… Ambos se encargan de bombardearnos con una lluvia de mensajes que invitan a la ‘felicidad general’. Son fiestas particularmente familiares, de reuniones, de copiosas cenas y comidas en torno a una buena mesa a la que nos sentamos dispuestos a devorar deliciosos manjares aderezados con instantes de alegría deseándonos, más que nunca, salud a la par que alzamos las copas para brindar por lo venidero… Nos guste o no se nos ha convocado a vivir ‘oficialmente felices’ estos días y si no lo estamos parece que vamos contra corriente o ‘somos raros…’

Con el paso del tiempo, en mayor o menos medida, todos experimentamos ciertas resistencias a tanto jolgorio, a tanta comida y a tanto derroche porque, siguiendo el curso natural de vida o no, los años nos van dejando huérfanos, viudos, sin hermanos, sobrinos, tíos, amigos, allegados o “shjol” (este el término hebreo utilizado para designar a la madre que pierde un hijo. El hebreo es la única lengua que contiene un nombre específico para designarlas). Y por eso es inevitable sentir cierta tristeza, melancolía o nostalgia con un ojo mirando hacia el pasado mientras con el otro observamos los huecos vacíos de quienes ya no están ni estarán jamás… Entonces, sentados en torno a la mesa, miramos hacia las sillas vacías mientras se nos retuerce el alma porque los extrañamos…Añoramos sus bromas, echamos en falta sus risas…A veces incluso nos entristecemos porque sus voces se pierden en nuestro interior y sus imágenes aparecen semiveladas…Nos duele que así sea…

Y entonces tiramos ansiosos del hilo de la memoria para traerlos al presente en una lucha contra reloj para eludir a toda costa el angustioso fantasma del ‘olvido…’

Tal y como escribí en la entrada anterior carecemos de la cultura de los afectos. No nos han educado ni hemos implementado medidas para desarrollar la inteligencia emocional como constructo que señala hacia capacidad de los individuos para reconocer sus propias emociones y las de los demás, así como para discriminar los diferentes sentimientos aprendiendo a etiquetarlos apropiadamente. Si así fuera podríamos guiar y reconducir nuestras emociones ajustándolas a cada realidad o adaptándonos a ella sin traumas…Pero no nos han instruido y, por eso, cuando tenemos un mal día, estamos tristes o melancólicos, nos fustigamos, consumimos una gran energía en negar la evidencia, resistir, disimular y nos privamos del derecho a sentirnos mal…

Sentir pena, tristeza o dolor es lícito como también lo es expresarlo y compartirlo si así lo queremos…

La metáfora de la silla vacía resulta sumamente esclarecedora. Tanto es así que la Terapia Gestalt la asimila y convierte en una técnica creada por el psicólogo Fritz Perls a fin de aplicarla en pacientes que sufren cuestiones no resueltas. El nombre se le dio porque la silla es coprotagonista junto a la persona que, sentada en ella, entablará un diálogo  consigo misma a fin de contactar emocionalmente con el suceso, abordarlo e intentar cerrarlo definitivamente…

Sanar es el objetivo…

‘La silla vacía’ se ha convertido en un símil universal que señala realidades relacionadas con el universo de los afectos, con el mapa de las emociones, con la trayectoria de los sentimientos…Y tiene todo que ver con las ausencias: Con las temporales de quienes no pueden estar físicamente presentes, junto a nosotros, por motivos diversos -como ha sucedido estos años de pandemia que no se podía viajar- y sobre todo, con las ausencias definitivas de quienes nos dejaron tras la muerte. Esta ausencia es la más difícil de superar primero y sobrellevar después… Porque es justamente en este tiempo de Navidad cuando las sillas vacías cobran mayor relevancia, cuando las ausencias se hacen más evidentes, cuando más echamos de menos a nuestros seres queridos, aquellos que se marcharon de nuestras vidas para siempre…

En estos tiempos tan complejos resulta tremendamente difícil convertir la anormalidad en lo cotidiano: vernos con mascarillas, prescindir de darnos la mano o un abrazo con su correspondiente beso, mantener cierta distancia con los no convivientes…Vivir con el soniquete de fondo, anunciando cada día los datos de contagiados, ingresados o fallecidos…Y por si no fuera bastante tenemos que lidiar con los necios que niegan la vacuna  a quienes protegemos con las nuestras…

Hoy, más que nunca, me embarga el recuerdo amoroso de mis ausentes…Desde aquí todo mi afecto para las familias de quienes nos dejaron recientemente…

A vosotros, lectores habituales u ocasionales y a mis amigos blogueros les deseo de todo corazón una Feliz Navidad y ¡salud para todos!

‘El que tenga oídos para oír que oiga…’

«El que tenga ojos para ver, que vea… el que tenga oidos para oir, que oiga…»(Mateo 13:9)
Fotografía: mp_dc

Las semanas transcurren a velocidad de vértigo. El tiempo vuela persiguiendo la Navidad aunque con el ‘ómicron’ pisándonos los talones, una vez declarada la sexta ola de la pandemia…Pero la vida no se detiene nunca, en ningún sentido y las noticias se suceden dando paso a una actualidad que descubre, de un tiempo a esta parte, demasiados frentes abierto: el Rey que desea volver a ‘casa por Navidad’ o tras ella; el Papa y la visita de Yolanda Díaz que se ganó el título de ‘Ministra comunista’; las derechas intentando ‘castellanizar’ nuestro territorio y ahogar las peculiaridades y diferencias lingüísticas de la España diversa; las rivalidades dentro del PP y las luchas de poder percibiéndose cada vez con mayor evidencia, por mucho que sus protagonistas y demás acólitos lo nieguen… Y todo cociéndose en la cocina de un Congreso a a punto de reventar como una olla a presión… La Cámara, símbolo de la democracia, convertida en un vulgar patio de vecinos mal avenidos obligados a convivir…

Lo dicho, un totum revolutum en el que, a veces, resulta difícil elegir dónde focalizar la mirada para hacer la correspondiente reflexión y crítica sobre todo si, entre medias, conocemos sucesos humanos tan dramáticos como el suicidio de Verónica Forqué…La actriz que nos hizo reír en tantas y tantas comedias, eligió como último acto uno que bien podría estar inspirado en cualquier tragedia griega…

Según Paul Ekman las emociones básicas son seis: tristeza, felicidad, sorpresa, asco, miedo e ira. En cada una de ellas se encuentra la raíz otras tantas positivas y negativas. Todas representan procesos de adaptación y están presentes en todos los seres humanos. Todas intervienen, se entrelazan e interactúan en las ‘enfermedades del alma’, porque es el alma la que sufre con un dolor inconmensurable. Es en el alma donde residen y se instalan estas dolencias, a veces imperceptibles, cuyas heridas no se pueden ver ni tampoco palpar sus cicatrices… Sin embargo, están ahí y constituyen una realidad cada vez más cotidiana… 

Ante una muerte elegida (suicidio) nos solemos preguntar ¿por qué…? Y en el caso de alguien como la Forqué tal vez haya quien se respondan desde la incomprensión o frivolizando con la idea de que ‘lo tenía todo’: fama, prestigio, reconocimiento, dinero… Y si lo tenía todo ¿Cómo es que lo hizo? La única respuesta se fue con ella. A los demás su muerte nos ánima a la reflexión sobre la esencia del género humano. Cabría filosofar sobre el concepto ‘todo’, en apariencia, un término cuyo significado inmediato parece universal aunque no lo es tanto si profundizamos en nuestro análisis hasta valores semánticos más sutiles. Siendo así, cabe pensar que ‘mi todo’ y ‘el todo’ de otra persona puede que no coincida o, simplemente, no contenga los ingredientes que cada cual necesita para sentirse plena… ‘Todo, nada, nunca, siempre’ son términos que nos remiten a los ‘absolutos’ universales, tópicos inexistentes, a veces muy presentes en las emociones extremas que, con frecuencia impiden o entorpecen el razonamiento y la objetividad… Sea como fuere cuesta pensar que una vida se extinga de manera tan abrupta para nada. Tal vez por eso, intentando ver el dorso de la moneda, me da por considerar que su muerte no ha sido en vano porque ha traído de nuevo a la palestra el debate sobre la necesidad de regular y prestar atención a la ‘salud mental’ como lo que es, una enfermedad cada vez más presente en una sociedad como la nuestra, sin cultura emocional ni afectiva, en la que las emociones están sexualizadas y diferenciadas por género al tiempo que se producen cambios de paradigmas, se imponen nuevos valores y la violencia y agresividad campan por doquier entre adolescentes, jóvenes y adultos…

Verónica Forqué donde quiera que hayas ido que estés bien, libre de todo sufrimiento y que la tierra te sea tan leve como mereces…

Y hablando de la muerte y ‘los diferentes lugares’ -el ‘cielo’ para algunos- que todos y cada uno alcanzaremos algún día, ya que estamos en un terreno colindante a la fe, limítrofe con la religión, he de reconocer que el Papa Francisco me cayó bien desde el principio, cuando supe que se había negado a usar los clásicos mocasines rojos que calzaron sus antecesores, los mismos que han sido diseñados durante años en un taller situado cerca del Vaticano. El color rojo es una tradición que entronca con los Emperadores bizantinos quienes, junto con el Papa, estaban autorizados a usar este color como símbolo de poder… Francisco, Jorge Mario Bergoglio en el siglo, nada más comenzar su papado revolucionó la moda al seguir usando sus habituales zapatos negros. Aunque no fue la única novedad pues también se negó a vivir en los aposentos papales, afirmando que de hacerlo acabaría en un ‘psiquiátrico…Su Santidad encontró acomodo en una habitación de la Residencia de la Casa Santa Marta, un pequeño hotel para cardenales y sacerdotes dentro del Vaticano… Así fue como el nuevo Papa se reveló y distinguió de sus antecesores, rompiendo algunas tradiciones, posicionándose con mayor tolerancia y apertura y reformando el Derecho Canónigo vigente, gracias a lo cual estos días la Iglesia católica española, por primera vez, se verá obligada a investigar una serie de casos de pederastia…

Me da que si dependiera sólo de él todo sería más fácil pero deber ser muy complicado liderar cambios en una Institución tan añeja y apegada a los privilegios y prebendas acumulados a lo largo de la Historia…

En fin, por esto y por otras cosas es posible que a mí, como a muchas personas no practicantes, este hombre les caiga bien y pudiera ser que una de ellas fuera Yolanda Díaz, la ‘Ministra comunista’, como la han llamado algunos retrógrados, la misma que hace unos días visitó el Vaticano. Visita que enseguida despertó las críticas y recelos de las derechas porque algunas mentes estrechas, de escasa o nula amplitud de miras, entienden que simpatizar ideológicamente con el comunismo y que la máxima autoridad eclesiástica te despierte simpatía, resultan premisas incompatibles o de hipócritas… Y es que con el comunismo como con la República se produce un error de base, de principio, que conduce a cierta confusión. Respecto a la República algunos la consideran un régimen propio de las izquierdas y de los independentistas… Craso error: la República también puede ser de derechas, como sucedió en España con el bienio radical-cedista, durante el cual gobernó el Partido Republicano Radical, apoyado desde el parlamento por la derecha católica (CEDA). Y en la actualidad JxCAT representa la derecha que aspira a gobernar en el caso de que se proclamara la República de Cataluña…

Y en lo que al comunismo se refiere y puesto que por definición se trata de una «doctrina política, económica y social que aspira a la igualdad de las clases sociales» sucede otro tanto, porque si mal no recuerdo ‘todos somos iguales a los ojos de Dios…’ En algún sitio he leído que a Jesucristo se le podría calificar como a uno de los primeros comunistas, aunque el término resulte anacrónico, en cuyo caso se habría anticipado a » Marx por su amor al prójimo lleno de bondad, a Lenin por su humildad y caridad y a Stalin por su amor a la verdad y su disposición a perdonar…» Que también ellos fueron hijos de Dios…

O sea, que no estamos frente a conceptos tan opuestos como nos quieren hacer ver…Por eso que la Ministra de Trabajo realice una visita de cortesía al Papa no es algo tan disparatado ni tan contradictorio. Bastante peor y más feo resulta escaquearse de pagar 60.000 euros a la empresa que reformó la casa de los Espinosa de los Montero… Y ahí están, tan panchos… En mi tierra quedarse con el dinero ajeno tiene nombre… Por muchos golpes en el pecho que estos super católicos se den y por muchas misas que sumen en su haber…

Otra cuestión que suena estos días tiene que ver con el Rey Emérito… Parece que se dará carpetazo al caso de las comisiones cobradas por las obras del AVE a La Meca, cerrado por el fiscal suizo… Ahora solo queda una causa pendiente de un informe de la Fiscalía del Supremo además de otra investigación, para mi la más grave, sobre los fondos reservados como ‘caja’ de la que podrían haberse extraído los 500.000 millones de las antiguas pesetas para silenciar a otra de las amantes del Rey: una famosa ‘vedette’ española… O eso dicen…

A pesar de todo y para darnos una idea de por dónde van los tiros, resulta que Zarzuela ha enviado esta semana un emisario a Abu Dabi para negociar el regreso del Emérito… ¿Antes de que se emita el la decisión del Supremo y se aclare el tema de los fondos reservados? Parece claro que los informes ‘pendientes’ serán favorables…Se inicia así la ‘operación retorno’. Los españoles no monárquicos también tendremos que seguir pagando los gastos de traslado, manutención y demás caprichos del ciudadano Borbón, para quien ya se busca residencia en Madrid donde vivirá como hasta ahora: ‘a cuerpo de rey…’ Que conste que la vida privada del Monarca no me interesa nada y la sus amantes menos, pero que el Gobierno o los Gobiernos dispongan del dinero de los ‘fondos reservados’ o sea de’ la ciudadanía, para pagar sus devaneos incluyendo donaciones millonarias, viajes, etc… eso, como ciudadana, me importa y me afecta… Y él está obligado moralmente, como mínimo, a dar explicaciones y rendir cuentas…

Parafraseando a la Ayuso: ‘donde hay patrón, no manda marinero…’. Mejor aún: ‘Cual es el Rey, tal es la ley…’

Por lo demás todo sigue su curso…El Gobierno intenta gobernar sacando adelante algunas leyes a duras penas. El líder de la oposición y sus secuaces no dejan títere con cabeza y hacen oposición con todo incluyendo la mentira, las medias verdades, la confusión, la libre interpretación, la falsa denuncia…VOX, por su parte, hace ruido y corea… La voz monocorde e impertérrita de Macarena Olona irrumpió en la última sesión de la Cámara para mirar la paja del ojo ajeno, incapaz de reconocer la viga en el propio… Mientras la Vicepresidenta Segunda se defendió con un alegato incontestable…Una sesión llena de encontronazos que obligó a la Presidencia a llamar al orden al diputado Rosety (de VOX) por ‘patear’ el escaño en señal de protesta (y de mala educación) mientras Albert Botran, de la CUP, daba lectura a un manifiesto de un grupo de padres de Canet de Mar… Sirvan estos ejemplos para subrayar la idea de libertad de expresión en el sagrado templo de la democracia, tal y como la concibe la extrema derecha…

Así las cosas, con una mano puesta en los programas del PP y de VOX y la otra en el corazón, esta ‘pensadora’ les confiesa que puede que el gobierno que tenemos no sea el que muchos merecemos… A partir de aquí me planteo aquello que dice: ‘más vale malo conocido que bueno por conocer…’ Porque mucho me temo que bastante peor que lo que hay podría ser lo que se nos avecina… Yo, ahí lo dejo…

Personal y transferible…(4)

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora: un tiempo para nacer y un tiempo para morir […], un tiempo para intentar y un tiempo para desistir[…], un tiempo para callar y un tiempo para hablar […]. (Eclesiastés 3:1-15)

Fotografía: mp_dc

Afirmaba Graham Greene que ‘las personas reales están llenas de seres imaginarios’. Por esa razón, esta ‘pensadora’ no sólo piensa sino que imagina, sueña, fantasea, simula, presagia, alegoriza…Mezcla realidad y ficción, un cóctel perfecto, porque como no soy dios no se me dan bien las parábolas y como no me parezco a Esopo, tampoco controlo el arte de las fábulas… Y por eso, como la mayoría de quienes gustamos escribir y por mucho que algunos se empeñen en negarlo hasta tres veces como San Pedro, cualquier relato o texto salido de una pluma, fusiona experiencias vitales propias y ajenas así como también acude a préstamos clásicos universales a fin de obtener una simbiosis que refleje, lo más certeramente posible, la vida de verdad, una de esas que se caminan por tramos, que sigue el ritmo de los ciclos vitales y consume las etapas naturales a las que todos los seres humanos estamos sujetos y avocados… A lo que añado, para evitar confusión, que todo parecido con la realidad es pura coincidencia…

Esta semana ha sido un poco extraña. Con la resaca de las recientes pérdidas y el recuerdo de nuestros seres queridos ausentes tan presentes en esta fechas, irrumpió en el calendario el famoso puente de la Constitución y de la Inmaculada. El preludio de las Fiestas que se avecinan, la festividad que pone el contador a cero e inicia la verdadera cuenta atrás, por mucho que algunos se empeñen en adelantar los polvorones a noviembre… Personalmente hace unos años que no presto atención a los puentes, es más, prefiero ignorarlos. Pero parece que esta vez los oráculos fueron favorables y sin esperarlo, el dichoso puente dio para mucho: para ir al cine, para tomar cervezas, vinos y deliciosas tapas…Para conversar largo y tendido, narrar leyendas y sucesos y hasta para ver una exposición de Picasso seguido del correspondiente debate señalando las posibles sinergias del pintor con los clásicos del Siglo de Oro en los que se inspiró y elucubrar a dúo sobre su genialidad, su capacidad para reinterpretar y reescribir a sus homólogos barrocos de esa forma tan fascinantemente extraña como perceptible sólo a los ojos de otros genios o aprendices de genio, mientras el resto de los mortales hemos de conformarnos con admirar o, como mucho,  intentar trascender hasta ser capaces de reconocer su grandeza y su don…Así que fueron unos días aprovechados y provechosos entre mi ciudad y la de Sevilla, en plena ebullición, con terrazas, bares, tabernas, tascas y tasquitas a tope y sus plazas emblemáticas a rebosar sin que cupiera un alfiler… Las tiendas y el comercio en general abiertos , con ganas de venderlo todo. Y los niños paseando de la mano de sus padres o de sus abuelos comiendo algodón dulce, manzanas o chucherías… Soñando los juguetes de Reyes y entregando sus cartas a los pajes, porque afortunadamente, Sus Majestades, aun se resisten al correo electrónico… Un ambiente festivo al que se ha unido Santa Claus desde que hace años irrumpió en nuestra tradición para competir con los Reyes adelantando algunos regalos en Nochebuena…

El río que atraviesa la ciudad, circulaba manso al atardecer dejando ver estelas y surcos en líneas rectas e inclinadas dibujadas por piragüistas, que ajenos a todo este ajetreo, remaban tranquilos orillando plácidamente su curso. Y cuando el sol desapareció a espaldas de las casas más altas, un alumbrado de cientos y cientos de bombillas, pintaron de colores calles, edificios, torres, árboles, avenidas, plazas… Y por primera vez tras este raro tiempo de pandemia, experimenté un ligero sabor a Adviento ,cada vez más añejo y agridulce, a la par que recordaba a mis hijos cuando eran pequeños y, juntos aguardábamos esta fecha para adornar la casa y poner el árbol que siempre presidía nuestro pequeño salón…

Y una vez instalada y buceando en los recovecos de la memoria, recordé la última vez que estuve en esta ciudad hace unos años, antes de la pandemia. Fue un viernes 21 de diciembre, justo la noche del solsticio de invierno. Según los científicos la palabra invierno tiene un significado subjetivo puesto que no tiene un principio o mitad establecido. No obstante, en el caso del solsticio de invierno, se podría calcular con exactitud el segundo en el que acontece y aunque, teóricamente este (el solsticio) solo dura un instante, se usa como genérico para referir el día completo en que tiene lugar…

Aquella fue una noche extraña que llegó como de la nada, inesperadamente. Una noche imposible de definir en la que se entrecruzaron mil emociones y se encontraron otras tantas. Me quedó la sensación de que apenas durante aquel segundo en que se produjo el solsticio, como si de pura magia se tratara, algo se paralizó en mi memoria como una foto fija, como una efigie…Quietud sin movimiento… A veces pienso que el destino, el azar, el hado, la fortuna o la predestinación tuvo algo que ver en todo aquel batiburrillo, en aquel marasmo emocional.

Aquella noche escribí intentando ordenar algunos sucesos de mi vida como si de retales de tela se tratara. Cada recuerdo se me aparecía ligado a un determinado color, a su vez, relacionado con las emociones que habían predominado en cada episodio, en cada etapa… Todos y cada uno cosidos con el hilo de la vida y algunos desgastados y remendados con el paso del tiempo…

También en aquella ocasión paseé junto a la ribera del río cuyas aguas se iluminaron gracias al reflejo de una enorme luna que trazaba un círculo perfecto sobre su superficie. Un círculo que soñé como una puerta de entrada a otra dimensión. Una puerta secreta que si se adivinaba permitía pasar a otra realidad. Se dice que lo bueno dura poco y también que lo bueno si breve dos veces buenos, pero eso no del todo cierto y no me consolaba…Porque por alguna razón que ni yo misma acertaba a comprender, había experimentado la ilusión de saltar a través de ese agujero blanco para adentrarme en una ciudad paralela construida bajo la auténtica ciudad. Y en ella todo funcionaría a mi favor y lo breve no sería breve sino largo y duradero… Aquel sería un lugar sólo al alcance de quienes valientemente corrieran el riesgo de precipitarse sobre aquel círculo de luz dibujado a ras sobre las oscuras aguas del Guadalquivir…

Aquella fue una noche fría, de candilejas, de farolas y de un haz de luz que llegaba desde la gran luna que me alumbró mientras caminé calles, reí, bebí alguna que otra cerveza, conté anécdotas al tiempo que me llegaban los ecos de una canción de Luz Casal… A continuación intuí que cuando el sol despuntara el día también yo despertaría del sortilegio del solsticio, de la magia de la luna y que aquel círculo blanco se tornaría transparente hasta desaparecer… Finalmente cuando amaneció todo volvió a su ser…

Aparte de Freud, que supongo sabría interpretar mi sueño aunque creo que no acertaría ni de lejos, nadie mejor que Segismundo para poner broche final a este post. Él también habló de sueños en su célebre monólogo, cuya primera estrofa reproduzco a continuación: Es verdad, pues: reprimamos esta fiera condición/esta furia, esta ambición, por si alguna vez soñamos/Y sí haremos, pues estamos en mundo tan singular/que el vivir sólo es soñar y la experiencia me enseña/que el hombre que vive, sueña lo que es, hasta despertar… (Pedro Calderón de la Barca).


Fotografía: mp_dc

Con el corazón helado…

“La Expectativa de felicidad es más intensa que la propia felicidad, pero el dolor de una derrota consumada supera siempre la intensidad prevista en sus peores cálculos.” (El corazón helado. Almudena Grandes)
Fotografía: mp_dc
Pau Casals: El cant dels ocells 

La semana pasada resultó aciaga y triste. Nada más comenzar el lunes, supe de la muerte de una compañera muy querida tras resultar derrotada en la batalla que, desde hacía más de un año, había estado librando contra el cáncer. Maestra, mentora y después colega con la que colaboré durante dos décadas y con quien tuve la suerte de compartir numerosos eventos y sucesivos encuentros en su despacho de la Facultad. Fue precisamente en este espacio donde, con el tiempo y al calor de los intercambios académicos, se fraguó una relación a nivel personal en la que compartimos retazos de vida que, enseguida, dieron paso a los afectos, en plural, como a ella le gustaba llamarlos…Académica y reconocida historiadora con una larga trayectoria investigadora, dotada de una gran calidad humana a quien echaré de menos…

Y así han pasado los días: haciendo memoria, recordando… Porque una muerte lleva a otra y a otra y a la de todos nuestros muertos… Así, con esa tormenta instalada sobre mi cabeza por momentos descargando lluvia, rayos o truenos…Días de frio que me desencajaron el alma, me removieron las entrañas y me helaron el corazón…

Gracias por tanto amiga mía. Descansa en paz…

Y con esta sensación, un poco tocada en el plano personal, por si no era bastante no quedó ahí la cosa. Y el domingo, apenas unas horas después de publicar la última entrada, cuyo primer párrafo hace referencia al penúltimo artículo de Almudena Grandes, recibí la trágica noticia de su muerte. Me supo mal haberla mencionado desconociendo tal consideración, sin rememorar su trayectoria literaria, ni afirmar que ha sido, es y será una de mis escritoras favoritas, ni comentar las sinergias que me acercaban a ella como mujer republicana, feminista y roja…Y, aunque suelo leer su columna quincenal  ‘Escalera interior’ en El País, se me había pasado por alto aquel en el que desvelaba su enfermedad…Supongo que a mí, como a otros tantos lectores que ignorábamos su enfermedad y, sobre todo, el estadio avanzado en el que se encontraba, el suceso primero nos dejó sin palabras, estupefactos, aturdidos e  impresionados y, luego, nos unió en un sentimiento común de tristeza y de pérdida…

Madrileña de pura cepa, la escritora se prendó de Cádiz desde que llegó por primera vez (a ella le gustaba contar la anécdota de cuando fue a comprar pescado a un mercado…). No podía ser de otra manera. Cádiz ha sido tierra de insumisos e insurrectos cuya historia cuenta en su haber con un amplio historial de pronunciamientos militares, insurrecciones campesinas y levantamientos varios contra la monarquía absolutista. Y para rematar fue aquí, en la capital, dónde se reunieron (1812) los intelectuales de la época para redactar la primera Constitución Española -«La Pepa»- que convirtió a la ciudad en la ‘cuna de la libertad’.

Por eso la escritora se sentía como ‘en su casa’ y se quedó aquí para ser una más. Y por eso Cádiz la acogió con este estilo tan singular, tan nuestro y lo hizo para siempre e incondicionalmente… Porque son muchos los madrileños que vienen a esta tierra. Aves de paso, temporeros de verano que llegan con la piel blanca y se van morenos sí, pero sin pena ni gloria, sin echar el ancla, ni quedarse varados como hizo ella en la ciudad de Rota, la misma que estos días lloró su pérdida al compás de Javier Ruibal que le cantó a capella Toito Cai entre vinos y croquetas, al más puro estilo de la Grandes…

Un conocido y sabio refrán popular dice: ‘donde fueres haz lo que vieres’ y eso hizo la autora. Como Julio César en la Galia ella ‘llegó, vio y venció’. Aprendió los vientos, los sintió, los vivió y experimentó sus efectos en propias carnes…El levante y el poniente presiden, condicionan y dirigen nuestras vidas. El primero nos envuelve en un halo de locura pasajera, nos altera el ánimo, nos fatiga, nos vuelve perezosos y lentos…El segundo, reparador a todas luces, nos arranca del letargo con un chute de energía que nos torna diligentes y rápidos a la par que nos devuelve ese sentido del humor que, en general, nos caracteriza… Y aquí, en este rincón del Sur, al socaire de sus vientos y al ritmo de sus mares y mareas, Almudena Grandes encontró la inspiración para su conocida y exitosa  novela,  Los aires difíciles. Todos sabemos de sus ideales como anticlerical confesa así como también que profesaba un credo humanista que proclamaba la justicia, la libertad y la igualdad… Tal vez por estas adhesiones, estos mismos aires –esta vez aún más difíciles- tal vez, pienso, hayan impulsado su alma allá donde quiera que haya ido. Y en el tránsito seguro que hizo parada en algún lugar divertido, de buen beber y mejor yantar, donde aguardará hasta que vayan llegando (cuando a cada uno/a le toque) su compañero de vida y el resto de integrantes del afamado ‘Club de Rota’, para decidir juntos dónde ir y celebrar todos y para siempre una tertulia sin fin en la que no falten buenos caldos y exquisitas viandas…

Gracias por tu magnífico legado…

Y tiro nuevamente del refranero esta vez para citar ese otro que dice: ‘ni son todos los que están, ni están todos los que son’, lo que menciono por aquello de las ‘ausencia oficiales’ en su sepelio y entierro. A lo que añado de mi cosecha: ni falta que hizo…

A la escritora la despidieron los suyos, los que la querían y admiraban. Desde su círculo más íntimo y familiar, a los amigos, conocidos y, finalmente, los lectores anónimos que asistieron portando banderas republicanas, del Athletic Club de Futbol, rosas y diferentes ejemplares de su nutrida obra. Vitorearon su nombre y alzaron en alto sus libros tal y como ocurrió en Portugal tras la muerte de Saramago…Estuvieron los suyos…

A quienes no estuvieron, mejor dicho, a quienes no quisieron estar, simplemente decirles (de mi propia cosecha) que probablemente no se les echó de menos, aunque la falta de representación oficial por parte del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid denota desconsideración, falta de empatía, mala educación y poco respeto. Si lo pienso bien, una actitud frecuente aunque incoherente viniendo de quienes suelen ser los primeros en entonar el mea culpa o defender la vida…Los mismos que cumplen con el precepto dominical, asisten a misa por el Dictador o lucen medallas o medallitas en la Catedral de la Almudena…La ‘derechita’ -más cobarde que nunca- se ha aliado con la ‘derechona valiente’ y envalentonada, a la que Ayuso parece haber entregado ‘copia de las lleves’ de la ciudad de Madrid. Un gesto de confianza a cambio de apoyar los presupuestos y con ello asegurar su mandato.

Y de aquellos polvos estos lodos…Desde ahora en adelante las derechas negarán cualquier propuesta de la izquierda, sea cual fuere, incluso la de otorgar a la escritora los reconocimientos que merece que, sin embargo, sí les han sido reconocidos en esta, su segunda casa…

Sit tibi terra levis...Que la tierra te sea leve…