Cuestión de fe…

Treinta y cuatro versículos de la Biblia hablan sobre el perdón frente a los 247 que mencionan la fe, término que aparece a lo largo de 231 versículos, casi siempre acompañado de otros como convicción, confianza, devoción, justificación, lealtad… La palabra perdón aparece asociada a otras que completan su significado: misericordia, compasión, fiabilidad, libertad, arrepentimiento, redención…En el libro de los Salmos se habla del perdón para los ‘transgresores’ (Salmos 32:1)Y al final,casi todo acaba siendo cuestión de fe …
Fotografía: mp_dc

Últimamente a los ciudadanos de a pie se nos ha pedido con demasiada frecuencia que tengamos fe…Así se nos pidió cuando se inició la pandemia: fe en la comunidad científica, en la OMS, en los médicos, en los gobernantes y también en las vacunas…Luego se nos reclamó otro acto de fe para que confiáramos en las medidas económicas: debíamos tener fe en los ERTES, en la buena voluntad de los empresarios, en las ayudas que vendrían de Europa…En estos últimos días se nos ha solicitado de nuevo para validar la actuación del gobierno en la crisis de Ceuta y ahora se nos reclama en favor del indulto para considerarlo el punto de inflexión necesario para dar paso a una nueva etapa de unidad y concordia con la política catalana. Fe y mas fe…Pero la fe consiste en creer en algo que no vemos por eso, mucho me temo, sea un valor cotizado a la baja ante la falta de evidencia y certeza que el acto de creer implica per se

De un tiempo a esta parte las noticias sobre el coronavirus están siendo relegadas a un segundo plano. Es cierto que la historia continúa. Ayer, sin ir más lejos, un titular en la prensa recogía las conclusiones de un estudio realizado por un grupo de investigadores alemanes sobre las causas de los trombos que tan mala prensa propinaron a los laboratorios de AstraZeneca. Ahora toca continuar con los ensayos en niños y la obtención de datos que informen sobre la duración del efecto inmunológico de las vacunas, para saber si será necesario o no una dosis de recuerdo e incluso una segunda dosis.

Y mientras bajan los porcentajes de afectados y de fallecidos con la consiguiente tranquilidad social que ello transmite, regresa de nuevo la política a la palestra, al primer plano, a las portadas, a los grandes titulares…Vuelve, con más fuerza que nunca, el juego de la confrontación convertido en la estrategia por excelencia que, según parece, llevará a cabo la oposición para intentar desgastar (aún más) al actual gobierno y ganar las elecciones (e incluso intentar forzar un adelanto ahora que las encuestas son favorables). Ya se sabe que el papel de la oposición es oponerse y es lo que hacen sistemáticamente, sea cual sea la propuesta o iniciativa. Todo lo que no sea su iniciativa lo califican de error, de deslealtad, de antidemocrático o anticonstitucional…Al tiempo que ante ellos mismos se desdicen de lo dicho y reinterpretan sus propias palabras, cosa que no parece generar problema ético o moral alguno, así como tampoco sesgar continuamente la verdad o publicitarse con medias verdades y mentiras. Sea como fuere ellos también piden fe, nos piden que confiemos en ellos…

También hacía mucho tiempo que nada se comentaba sobre el gobern, sobre la independencia, la autodeterminación, los presos políticos o el desterrado Puigdemon quien continúa en Bruselas, en su mansión de Woterloo, al frente del Consejo para la República Catalana, otro gran acto de fe que se pidió a la sociedad catalana… Y claro, una vez controlada la pandemia –al menos de momento- y conformado el nuevo Parlament, tocaba volver a la carga, esta vez abanderandos del no rotundo respecto al indulto de los presos planteado por el gobierno de Sánchez. Pero no todo es blanco o negro. No estaría de más recordar la poca atención que se prestó a la cuestión catalana durante aquellos años en los que gobernó la derecha en mayoría con Rajoy al frente. Prácticamente se los dejó de lado. No solo no se tendieron puentes, ni se conformaron mesas de diálogo sino que se dejó estar y el independentismo tomó las riendas, voló y creció como la espuma…Entonces se nos reclamaba fe para superar la crisis económica, una fe que debía ser particularmente sólida los viernes cuando, semana tras semana, se nos comunicaban los correspondientes recortes: Hay que apretarse el cinturón, nos decían…Luego supinos que mientras unos se lo ajustaban otros se lo ensanchaban sin escrúpulos…

La reacción de la derecha no se ha hecho esperar. No ha habido sorpresa. Sería más honesto mirar al pasado y morderse un poquitín la lengua… En tiempos de Aznar se hicieron efectivos 141 indultos, entre ellos, el entonces Presidente, se lo concedió al etarra Antonio Elorza Gorosabel. Pero por citar el que podría ser, en mi modesta opinión, no ya polémico sino el más vergonzoso y triste, por citar digo, mencionaré los que firmó Rajoy para el comandante José Ramón Ramírez García y el capitán médico Miguel Ángel Sáez García, condenados por falsear la identidad de 30 de los 62 militares fallecidos en el accidente aéreo del Yak-42. La Asociación de Víctimas calificó el hecho como “golpe de Estado”. Ambos militares, con el Ministro Trillo al frente del Ministerio de Defensa, repartieron al azar los restos de los fallecidos para después entregarlos a las familias para su entierro, sin llevar a cabo la identificación pertinente, una acción incalificable…Cero autocrítica… Cada palo que aguante su vela. Los errores pueden pintarse de colores varios…

Independientemente de las razones que los hayan motivado, la gracia del indulto cuenta una larga trayectoria histórica tanto en regímenes monárquicos como republicanos. En las sociedades primitivas se hacía justicia mediante la venganza individual o familiar, y en las más adelantadas, la venganza privada se trasforma  en  vindicta  pública, la  clemencia  impone la  gracia y se instituye como derecho el perdón, inclinándose así a salvar al reo. La gracia, en aquellos tiempos, se entendía como una atributo divino que se trasladaba al rey concebido un representante de Dios en la tierra. Así se convirtió en una medida arbitraria en manos del Príncipe, un instrumento que caracterizó a las monarquías absolutas.

Existen numerosos documentos que hacen referencia al indulto entre ellas, el Código de Hammurabi (que tiene más de 4000 años) o los Libros Sagrados de la India;. También en el antiguo Egipto el Faraón ejercía el ius puniendi, es decir, el derecho a sancionar. El pueblo judío ejercía este derecho a través de la asamblea del pueblo. Posteriormente Grecia y Roma también conocieron el indulto e incluso estuvo vigente entre los pueblos bárbaros y durante la Edad Media…Se trata por tanto de una medida con honda raigambre histórica.

Respecto a la legislación española, la gracia aparece ya en el Fuero Juzgo elaborado en tiempo de los visigodos, de donde pasó al Fuero Real, a las Partidas de Alfonso X el Sabio, a los Fueros Castellanos, la Nueva Recopilación -basada en las Leyes de Toro- (durante el reinado Reyes Católicos, siglo XV-XVI para ubicarnos) y la Novísima Recopilación promulgada por el Rey Carlos IV en el año 1805, por medio de un Real Decreto de 15 de julio, y editada en 1806. A lo largo del siglo XIX, se suceden una serie de regulaciones que, aunque algunas de carácter infra legal, se van a referir al indulto. Finalmente, en el actual derecho, el indulto es una causa que extingue la responsabilidad penal. Puede ser total cuando al reo se le remiten la totalidad de las penas impuestas, o parcial cuando se conmutan por otras menores. Esta modalidad parece ser la que se baraja el gobierno para los presos del proces pues puede ofrecer ciertas garantías de control, por si acaso a alguno/a se les ocurriera reincidir y volver a las andadas…Ciertamente ninguno se ha comprometido públicamente a no reincidir ni abandonar la lucha por la proclamación de la república…Definitivamente no es una decisión fácil, ni cómoda…

Y en esas estamos. El gobierno da la impresión de ir a por todas . Sánchez cuenta al cien por cien con su spin doctor, Iván Redondo, su asesor y persona de confianza, quien ha manifestado públicamente su incondicionalidad a este respecto. En política hay que pactar y adoptar acuerdos, mucho más cuando no se tiene mayoría e incluso hay que arriesgar y aceptar los desafíos. Muchos se preguntarán (entre ellos yo) qué se cocerá en la trastienda, si será o no el pago de una deuda contraída a cambio de apoyo, si hay o habrá algo más pendiente…Estaremos o no de acuerdo, gustará o no, pero lo que decidan se hará al amparo de la ley, no constituye ninguna ilegalidad. En todo caso, a la derecha le viene como anillo al dedo para atacar con toda la artillería, dispuesta a incendiar el Congreso, a no parar el ruido y convertir a su líder en el justiciero, el defensor de la democracia, el único capaz de salvar a España y, como no, a los españoles…Conviene recordar que hay mucho visionario suelto: el que se vio venir la invasión de Marruecos, la que se adelantó al pasaporte covid e incluso quien ha dicho recientemente que el flamenco nació en la capital…Y sintiéndolo mucho, discrepo y me atrevo a rebatir tal afirmación, habiendo tenido la suerte de nacer en uno de los puntos de la cuna del flamenco situado en el denominado ‘triangulo dorado’, ubicado entre las tierras de Sevilla y Cádiz, concretamente entre Utrera, Jerez y Cádiz… Es en ese Triángulo donde la mayoría de la gente cree que se originó el ‘Cante Jondo’, considerado hasta la actualidad como la forma más pura de flamenco…

Afortunadamente siempre nos quedará el futbol, que esta semana se ha ganado al público con la victoria del Villareal, victoria que a casi nadie ha dejado indiferente. Es la historia de un modesto equipo que ha protagonizado una gran gesta: el ‘submarino amarillo’, que llegó a la élite con el nuevo siglo, ha demostrado la fe en su entrenador y en sus hinchas, ganando la Europa League en un partido memorable según la opinión de los entendidos…A mí no me gusta el futbol pero me alegró esta victoria que imaginé como la de David sobre Goliat, el triunfo de un equipo modesto sobre uno de los grandes…La victoria de quienes persiguen sueños, la derrota de quienes ya lo han cumplido…La gloria para quienes tienen hambre de conquista frente a quienes se acostumbraron a ella…El laurel para un pequeño equipo que ha demostrado su grandeza: al final, todo es cuestión de fe…Vae victis…(¡Ay de los vencidos…!)

En el país de nunca jamás…

«Marruecos es muy conocido por ser uno de los países árabes más tolerantes. Además, es relativamente seguro y pacífico. Los marroquíes, tanto árabes como bereberes, son hospitalarios, cálidos y amistosos».
Imagen Internet

Parece que los datos sobre la pandemia van por buen camino. La vacunación masiva de la población y la continua ampliación de las franjas de edad, sin duda, constituyen el factor determinante en la mejora de los porcentajes de contagios y fallecimientos. Una especie de ‘euforia contenida’ parece que se instala entre la ciudadanía aunque sin olvidar que no es momento de bajar la guardia. Deberíamos congratularnos todos por ello, sin excepción, pero no. La oposición se mantiene en clave de negación sistemática. Esa es la consigna y por eso siempre encuentra un resquicio para promover y mantener el ambiente de careo y discordia propio de esta legislatura. La derecha, crecida ante el éxito cosechado en Madrid, presume a boca llena de tener soluciones, de saber más que nadie de geopolítica, de diplomacia, de pandemia, de economía, de sanidad…Parece como si se creyeran en posesión de la ‘piedra filosofal’ aunque, a decir verdad, el movimiento se demuestra andando y su poca altura de miras se ha comprobado ante la ausencia de sentido de Estado tras la actual crisis con Marruecos.

Hace años que visité este país y, sinceramente, me fascinó. El territorio está poblado de rincones con playas vírgenes y oasis en los que perderse constituye un verdadero placer. Sus moradores me resultaron amables, hospitalarios y acogedores. Enseguida se mostraron dispuestos a enseñarme la ciudad por un módico precio acordado mediante la táctica del ‘regateo’, un ritual propio del lugar. Es verdad que los niños se pegan a ti con la palma de la mano extendida, en actitud pedigüeña, pero es que son muy pobres, mucho. Carecen de las cosas más elementales y aprenden a sobrevivir con la misma naturalidad con que aprenden a hablar o a caminar. Tanta calle les dota de cierta pericia y pronto se vuelven pícaros y hábiles en el manejo de aquellos gestos capaces de conmover los corazones y los bolsillos: ‘la necesidad agudiza el ingenio, tal y como afirmó Quevedo…

La ruta en coche transcurrió desde la frontera de Ceuta hacia Tetuán y desde aquí comenzamos un circuito a través de Fez, Khenitra, Ifran, Marrakech, Casablanca, Rabat, Tanger y de vuelta a Ceuta…Reconozco que llevaba algunas ideas preconcebidas fruto de conversaciones y a consecuencia de la lectura de una biografía de Hasam II quien, por entonces reinaba, titulada «Nuestro amigo el Rey», de Gilles Perrault. El libro suscitó una gran polémica entre la sociedad marroquí dado que, hasta entonces, Francia acostumbraba transmitir una imagen positiva del Rey, su principal aliado en el mundo árabe. De hecho, «Marruecos emprendió infructuosas acciones judiciales para impedir la publicación y la difusión de la obra, que obviamente fue objeto de una fulminante censura en Marruecos, donde a pesar de todo circuló». Perrault no escatimó detalles a la hora de desvelar ante el gran público la existencia de cárceles secretas, centros de torturas y centenares de detenidos desaparecidos, a lo se sumó ese mismo año un informe de Amnistía Internacional sobre dichas desapariciones. Tanta fue la presión que ambos documentos ejercieron sobre los políticos franceses, estadounidenses y de otros países aliados de Hasan II que se liberaron centenares de detenidos desaparecidos supervivientes al tiempo que se cerraron algunas prisiones secretas poniendo así punto final a una etapa de la historia marroquí conocida como los «años de plomo«.

Al regresar los esquemas previos se habían roto. Fueron dos semanas de aprendizaje en contacto directo con el pueblo llano. Había compartido comida en Fez en casa de Abdul (nuestro guía) y su hermana Aisha, universitaria (Menú: patatas guisadas con despojos de cordero. Como es costumbre, todos en el mismo plato…¡Exquisito guiso!). Antes fui con ella a los baños públicos. Una experiencia inolvidable de contacto con la luz, el agua, el silencio y la intimidad compartida. Recorrí curtidores y zocos. Pasé miedo en Khenitra al pasear por una calle poblada de cafetines repletos de hombres que no nos quitaron ojo. Curiosamente, a excepción de la señora que nos atendió en un kiosko de refrescos, no vimos una sola mujer. Aquella noche dormí con la cama apoyada contra la puerta de la habitación y salimos pitando antes del amanecer… Pasee por la Plaza de Jamaa el Fna. Bebí zumos de frutas y contemplé a los encantadores de serpientes. Visité la Menara, la Koutoubia y un bazar bereber en Marrakech  y me acerqué, hasta donde me fue permitido, al Palacio Real en Rabat, fuertemente custodiado por la guardia personal del Rey armada hasta los dientes…Pero la imagen que permanece grabada en mi memoria es la de las mujeres, muchas con los bebés a la espalda, en los campos, en las puertas de las casas, en los mercados con la mercancía a la venta, espiadas y controladas por los maridos aiguiéndolas de cerca. Mujeres cargadas a tope, con la mirada baja tras los pasos del esposo o del padre quienes suelen caminar tranquilamente tres pasos por delante, disfrutando de un cigarro y un vaso de té… Contemplé desde la ventana del hotel a las ‘chicas de la noche’. Un continuo ir y venir de un coche a otro previo acuerdo cliente-proxeneta, quien esperaba paciente la vuelta del servicio para volver a contratar otro…Aquella noche me alegré infinitamente de ser quien era porque ser mujer en Marruecos no mola nada. Aun así muchos de los tópicos instalados en mi cabeza se desvanecieron durante el trayecto de vuelta…

Estos recuerdos acuden a mi cabeza al calor de la crisis abierta esta semana a raíz de los sucesos de Ceuta. Desde hace años que en mi Comunidad asistimos a la llegada masiva de migrantes procedentes de África, sobre todo de Marruecos. El ‘estrecho’  como el Mediterráneo, se han convertido en un pasillo transitado a diario y un espacio donde la vida y la muerte se cruzan y entrelazan. A menudo me pregunto cuánta desesperación y valentía hay que acumular para meterse en una balsa, abrocharse un chaleco salvavidas de ‘juguete’ y poner la vida en manos de desalmados sin escrúpulos, mercenarios  que trafican con seres humanos por un jugoso puñado de euros. La desesperanza y la falta de expectativas mueven los ánimos de jóvenes que se echan a la mar con las manos en los bolsillos y de madres que cargan en su vientre o en su espalda a sus propios hijos … Pero Europa no afronta este problema y todos escurrimos el bultos y tiramos la pelota de un tejado a otro olvidando que nadie abandona su casa y su tierra por gusto, ni emprende una aventura de este calado así porque sí…Por eso me echo las manos a la cabeza cuando oigo a determinados políticos hablar con tanta ligereza de estas cuestiones, de estos niños y jóvenes, a quienes se refieren peyorativamente, vertiendo falsos juicios sobre su conducta, calificándolos como ladrones o violadores, tratándolos con un desprecio que acaba intoxicando sus argumentos con el fin de obtener réditos electorales. ¿Se imaginan un gobierno adoptando esta actitud oficial y el tipo de política migratoria que de ella se derivaría?

Hace tres días que la frontera española está siendo invadida por ciudadanos marroquíes que han sido utilizados por el actual Rey para llevar a cabo su venganza contra España. La chispa saltó a causa de haber dado cobijo a Brahim Gali , Jefe del  Frente Polisario, enfermo grave de covid a quien se asiste en el hospital de Logroño por razones humanitarias…Pero la verdad va más allá. La verdadera razón de que esto suceda es ‘por ser vos quien sois’ es decir, porque Brahim Gali preside desde 2016 la República Árabe Saharaui Democrática. Él es la figura histórica que encarna la lucha por la autodeterminación de pueblo saharaui, creador del Movimiento Nacional de Liberación. Y como el Sahara está bajo dominio de Marruecos, al Rey no le ha gustado que se le preste ayuda a quien considera enemigo. De ahí el chantaje de la invasión de nuestras fronteras con intención de sembrar el caos, la confusión y la creación de un ambiente de tensión política y diplomática. Según dicen los expertos, era de esperar que Marrueco reaccionara más pronto que tarde y así ha sido. Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío. Ya lo creo. Hay que tener la cabeza bien fría, el corazón hirviendo de rencor y un ego insaciable para intentar vengarse utilizando al propio pueblo, de manera particular a niños y jóvenes, ansiosos de futuro y libertad. Resulta verdaderamente paradójico que Mohamed VI, quien detenta una de las mayores fortunas del planeta, reine sobre una población mayoritariamente pobre que subsiste (quienes pueden) a duras penas con un salario medio de 370 euros y jornales de 2,5 euros al día…

Y así están las cosas. A estas alturas de la semana cientos de niños deambulan por las calles de Ceuta y Melilla (en menor proporción) como en el ‘país de nunca jamás’, soñando «con volar alto y poder girar a la derecha en cuanto vean la segunda estrella…» De momento hacen acopio de colchones, mantas, ropas y víveres obtenidos de la caridad de los vecinos. Muchos no quieren volver porque piensan que por mal que les vaya en España o en Europa, nunca será peor que en su tierra. Otros quieren regresar con sus padres pero el gobierno marroquí obstaculiza e incluso niega su regreso. La ultraderecha se persona en el lugar de los hechos intentando hacer leña del árbol caído y enseguida hará cuentas del descalabro económico a consecuencia de la atención a los ‘menas’. La ocasión la pintan calva’ para Abascal que se nutre políticamente de situaciones como esta. Por otro lado los acólitos del líder de la oposición se dedican a difundir grandes titulares sobre las dotes  de quien se postula futuro presidente, presumiendo de cómo las ‘vio venir’, (y no tuvo la decencia de comunicarlo), de su capacidad para gestionar la crisis o de sus habilidades diplomáticas. Incluso el propio líder desoja la margarita jugando con la respuesta a la cuestión: ¿apoyo al Gobierno?: ahora sí, ahora no…ahora sí, ahora no…La ministra de Defensa ha dado la cara y ha felicitado a la Fuerzas de Seguridad del Estado, presumiendo de su humanidad y buen trato para con los migrantes a pesar de que Marruecos difunde opiniones totalmente opuestas… Y mientras unos dicen una cosa y otros otra, los menores se intentan repartir por nuestra geografía y pronto llegarán a nuevos países de ‘nunca jamás…’

Hasta aquí la versión oficial, la que vemos en la TV o leemos en la prensa. Luego están los relatos de la gente de la calle, de los vecinos de Ceuta y Melilla, cuyos testimonios solo se conocen en ‘petit comité’… Relatos que hablan de la tristeza de la gente sencilla, de las trabajadoras del servicio doméstico que se ven perjudicadas y del aumento del número de suicidios…La única salida de quienes se sienten atrapados en la desesperanza, el hambre , la miseria y, ahora, presas del chantaje de los poderosos … Mi solidaridad para con todos ellos…

La hora de la verdad…

El pasado domingo decayó en España el estado de alarma. El panorama se presenta lleno de incógnitas y dudas que deberán resolver los Tribunales, cada uno siguiendo sus propios criterios de interpretación: unos han dicho sí a lo que otros dijeron no…Mientras los reyezuelos en sus diferentes taifas, aplican las normativas vigentes siguiendo los ‘sabios’ consejos de  sus ‘comités de expertos…’
Fotografía: mp_dc

El pasado día 9 a las 24.00 h concluyó el estado de alarma en nuestro país. Una cadena de TV lo anunció a bombo y platillo colocando una cuenta atrás en la pantalla a fin de inmortalizar el momento. Previsible o no, un segundo después de la hora señalada, en algunas de nuestras principales ciudades una oleada de gente se echaba a la calle corriendo despavorida hacia las plazas y avenidas principales para celebrarlo. Abrazos, risas, cantos, brindis… Una alegría y alboroto que no vimos ni en fin de año. Jóvenes y no tan jóvenes deseosos de tomar las calles para congregarse, para reunirse a la antigua usanza, tal como hacíamos durante la tan añorada ‘normalidad’. Unas ganas contenidas de abrir el portal de casa después de las 11.00 llevaba días flotando en el ambiente, esperando poder adentrarse en la noche, en sus vericuetos, en sus rincones, más de uno deseoso de beber esa copa pendiente desde hace más de un año, mientras se conversa con los amigos dejando transcurrir el paso el tiempo sin prisa alguna por volver a casa… Solo que nos hemos adelantado y equivocado el mensaje porque el cese del estado de alarma no coincide con el cese de la pandemia…

Los psicólogos llevaban tiempo advirtiendo sobre el cansancio o fatiga pandémica a resultas del confinamiento, la tensión provocada por el uso las mascarillas y la necesidad refrenada de socializar, por no hablar del temor al contagio o el miedo a la hospitalización en solitario conociendo las deficiencias de un sistema sanitario -aparentemente seguro- que sin embargo parece que hace aguas, aunque haya quien maquille esta realidad o la niegue. Y así fue como se intentó dejar atrás el recuerdo de las calles vacías y silenciosas, los comercios y bares cerrados, la vida paralizada, en ‘cuarentena’ y se desencadenaron las ganas de vivir sin contención…

Los seres humanos tendemos a olvidar lo malo, lo desagradable, aunque tal vez, en esta ocasión, sea todavía demasiado pronto para olvidar y abandonar el luto… Lo ocurrido ha resultado una irresponsabilidad, es más, diría que constituye una falta de respeto y consideración hacia nuestros profesionales de la sanidad que se han dejado la piel en las trincheras. Ha sido su pericia, su arrojo, su valentía y buena voluntad, quienes nos han salvado a pesar de la dudosa gestión de quienes gobiernan. Ellos fabricaron los primeros EPIS con restos de plásticos, se protegieron improvisando, echando mano de cuanto tenían a su alcance. Les enviaron a negociar con un asesino en serie sin chaleco antibalas y lo hicieron. Nos han cuidado, han acompañado a nuestros mayores en el trance final, les dieron la mano y pronunciaron por nosotros palabras de consuelo. Merecen  respeto y reconocimiento. La histeria colectiva por la que muchos se dejaron llevar la madrugada del domingo no tiene justificación, representa una enorme falta de solidaridad, denota muy poca conciencia comunitaria y todavía menos disciplina social. Debemos cuidarnos no solo por nosotros mismos sino porque es la única forma de colaborar y cuidar nuestro entorno…

No deberíamos borrar de nuestra memoria aquella cita diaria a las 20.00 h de la tarde, cuando nos reuníamos en la distancia convocados a través de las redes sociales y nos veíamos en las pantallas para aplaudirles juntos en señal de gratitud, para infundirles ánimo y transmitirles fortaleza…No deberíamos olvidar. Dice el refrán que ‘el sabio teme y el necio se atreve’. El necio insiste en los propios errores o se aferra a ideas o posturas equivocadas. Como dijo Anatole France, «una necedad repetida por treinta y seis millones de bocas no deja de ser una necedad…». No seamos necios…

Por lo que respecta a los virólogos y epidemiólogos, se han echado las manos a la cabeza. No comprenden ni conciben que se eche por tierra el trabajo conjunto realizado durante más de un año, poniendo en peligro la salud, la recuperación económica y la salida de una crisis cuya dimensión aún desconocemos. Así las cosas, hoy por hoy, nadie se atreve a vaticinar qué ocurrirá en un par de semanas. Habrá que esperar.

No obstante, lo sucedido no era tan difícil de presagiar y ‘lo que te rondaré morena…’ pues un nuevo fin de semana se avecina y la libre interpretación por parte de los Tribunales no unificará criterios, ni homologará medidas por igual en todos los territorios. De manera que unas Comunidades gozarán de mayor libertad de aforos y de horarios y dispondrán o no de ocio nocturno en función del Tribunal correspondiente… Estaba cantado que una vez caducado el estado de alarma, muchos se echarían a la calle dispuestos a comerse la vida a bocados. Por eso no se entiende el empecinamiento de no darle continuidad hasta alcanzar un mayor porcentaje de vacunación y menor número de infectados, asegurando así el éxito de la desescalada o en su lugar poner en marcha una normativa legal, clara, sin ambages e idéntica para todos los territorios, sin excepciones…

En mi Comunidad el mayor atractivo reside en sus costas. Kilómetros y kilómetros de playas que han permanecido silenciosas y casi desiertas durante el estado de alerta. Malo para el turismo y la hostelería, bueno para la naturaleza que ha encontrado en este descanso una oportunidad para regenerar recursos naturales, depurar sus aguas de los restos contaminantes vertidos por la acción de los seres humanos. Un placer pasear ahora por arenas limpias comprobando cómo han crecido algunas dunas al tiempo que disfrutamos de nuevo la visita de algunas aves, insectos y otros seres sintientes a los que tanto incordiamos con nuestra constante presencia …

Las playas de mi ciudad se han abarrotado de gente nada más desperimetrar las provincias. Han sido nuestros vecinos sevillanos los primeros en llegar, deseosos de plantar la sombrilla y, cervecita en mano, mirando hacia el horizonte, dejando sentir la brisa en la cara y el sol en el cuerpo…Tras ellos pronto nos visitarán los madrileños, amantes empedernidos del litoral gaditano donde algunos tienen segunda o tercera residencia. Hay quien llega con aire de ‘rico’ aunque no lo sea y, este año, mucho me temo que más de uno lo haga dispuesto a prolongar el estatus proporcionado por ese nuevo estilo de vida  ‘a la madrileña’ olvidando que esto no es Madrid… La verdad es que después de tantos años se les ve venir envueltos en su pátina de capitalidad como si eso les hiciera merecedores de algún que otro privilegio lo que, en ocasiones, les anima a reclamar cierto trato y tomarse determinadas licencias, particularidades que, sobre todo, conocen nuestros pacientes, inteligentes y resabiados hosteleros, que más sabe el diablo por viejo que por diablo…Que nadie se confunda, somos históricamente acogedores por eso recibimos a todos con los brazos abiertos, vengan de donde vengan, sin excepciones…

En fin, la pandemia no ha parado de ofrecer ocasiones a los políticos para que decidan unificar criterios beneficiosos para la ciudadanía dejando a un lado intereses personales o partidistas. Pero no es el caso. Por el contrario cualquier ocasión ha sido buena para desacreditar al contrario y sacar tajada, caiga quien caiga…Y a estas alturas, poco se puede esperar de ellos, tan ocupados en una campaña electoral que parece no tener fin …

Finalmente, hoy miércoles, mientras acabo de escribir esta entrada, se celebra el Día Internacional de la Enfermería. Fue en el año 1974 cuando se decidió esta efemérides, señalada para el 12 de mayo, mismo día del año 1820 que vino al mundo Florence Nightingale, «enfermera, escritora y estadística británica, considerada precursora de la enfermería profesional moderna y creadora del primer modelo conceptual de enfermería…». En 1859 se publicaron sus «Notas sobre Enfermería» –Notes on nursing: What it is, and what it is not– obra cuyo texto sirvió de referente para la elaboración del programa de estudios de la Escuela Nightingale y de otras escuelas posteriores… El trabajo de Florence inspiró a Henri Dunant que fundó la Cruz Roja y desarrolló las propuestas humanitarias adoptadas por la convención de Ginebra. 

A ellas, las enfermeras, de las que tanto recibí en mis peores momentos mi felicitación, reconocimiento y gratitud por su labor profesional y humana…

El elixir de la vida…

Fotografía: mp_dc

Esta semana me inyectaron la primera dosis de AstraZeneca. Tuve suerte porque el ambulatorio (palabra en desuso, ahora se llaman ‘centros médicos’) está a cinco minutos de casa. Aún así tenía que ir en coche por exigencias del protocolo pues al ser un edificio pequeño atendían sin salir del coche, de manera que la liturgia obligaba a guardar las correspondientes colas: una para que nos pincharan y otra de espera por si se presentaba alguna complicación. Mientras aguardaba me di cuenta de lo cotidiana que me resultaba aquella imagen repetida a diario por la TV, solo que esta vez yo no era una mera espectadora sino protagonista junto al resto de ‘actores’. Reconozco que no había logrado visualizarme en esta realidad, no me veía, e incluso pensé que tararían más en darme cita. Por eso y apremiada por mis hijos y algunos amigos, revisé un par de veces mis datos personales en mi seguro médico, hasta que decidí relajarme. Y entonces lo hicieron. Me llamaron. Sonó el móvil, en la pantalla apareció ‘número privado’ y me dio el pálpito. Lo intuí… Hasta ahora todo parece normal incluyendo los dos o tres días de malestar general, con síntomas de una gripe incipiente… Al parece es una buena noticia porque significa que mi sistema inmunológico se puso en marcha y a estas horas está fabricando linfocitos a ‘tutiplén’ para poder construir barreras defensivas en el caso de contraer la enfermedad…

Y una vez inoculada con las correspondientes gotas de tan ansiado elixir, me embargó un sentimiento de reconocimiento a la ciencia al tiempo que agradecí haber nacido en este país y no en la India, por ejemplo, cuyas desoladoras y dantescas imágenes no puedo apartar de mi cabeza…Más allá del descontento, la desafección, el desacuerdo o la falta de referentes políticos que me han desasosegado (y me desasosiegan) durante todo este tiempo, sentí alegría y gratitud por quienes han hecho posible la fórmula del ‘néctar de la vida’, la ambrosía que nos puede preservar de tan cruel enfermedad y de la muerte. Y sentada en mi coche, esperando esos quince minutos de ‘gracia’, me sorprendí a mí misma imaginando (lástima no saber dibujar) a esos científicos en un gran laboratorio. Todos con sus batas blancas y gafas pegados a sus microscopios, cual alquimistas alrededor de una mesa llena de probetas humeantes, matraces y frascos con líquidos de diferentes colores y, suspendidas en el aire, gravitando sobre sus cabezas, las letras desordenadas de la palabra ‘eureka’, expectantes, esperando a ver quien se atreve a pronunciarlas… Pero no nos engañemos, esto no fue un efecto de las vacunas sino probablemente un ensueño pasajero a consecuencia del subidón experimentado a resultas del instinto de supervivencia, sabiéndome a salvo (o eso espero) de la enfermedad…

Luego mi hermano me escribió ‘de coña’ para decirme que, a diferencia de mi, él se encontraba entre las ‘élites’ del país tras vacunarse con Pfizer. La chanza despertó mi curiosidad y me llevó a consultar el precio y nivel de eficacia de cada una. Y, efectivamente, parece que no pertenezco a esa lista de los ’40 principales’ pues AstraZeneca es la más barata -1,6 euros- y su nivel de eficacia del 76% frente a la Pfizer que cuesta 12,5 euros cada dosis con una inmunidad del 90-95%…Nada que añadir. Quedar excluida de esa relación de favorecidos por la ‘number one’ de las vacunas no resta un ápice a la satisfacción de pasar a formar parte del ‘rebaño’ que protegerá a quienes no puedan o no quieran vacunarse. Por supuesto el comentario viene al hilo de la broma, sin una pizca de acritud por mi parte…

Aquel mismo día supe que EE.UU con Joe Biden al frente, apoyará la liberalización de las patentes de las vacunas para que todos los países de mundo puedan producirla y se universalice su uso. Ya era hora que alguien diera el paso. Se compran las vacunas con dinero público y las correspondientes farmacéuticas se están enriqueciendo a costa de la vida de muchos seres humanos. ¿Somos o no somos seres gregarios? El sentido de pertenencia a una comunidad está desapareciendo. Somos la única especie que tropieza una y otra vez con la misma piedra y, sinceramente, hemos tenido y seguimos teniendo una gran oportunidad para aprender aunque pienso que, en general, no la hemos sabido aprovechar lo suficiente…

La pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de cambiar el chip, de comprender que vivimos en un mundo interdependiente y global. Que hay cuestiones que deberían dejar de plantearse en clave nacional y expandir el ámbito de referencia o circunscripción incluso más allá de las grandes entidades de poder aglutinadoras de unidades menores. Los grandes líderes afrontan el que constituye, sin duda, el gran desafío de nuestro siglo y algo de tamaña dimensión requiere mentes amplias, miradas largas y anchas, proyectos que aúnen esfuerzos, grandes dosis de honradez, menos guerra entre ‘egos’, más trabajo en equipo y, por supuesto, una gran inversión en ciencia e investigación porque el futuro que está en juego lo merece.

Algunas voces relevantes en la comunidad mundial alertan sobre las posibles pandemias que se podrían suceder una vez superada la covid-19. En realidad, según dicen los entendidos, la covid pilló a todos por sorpresa, desprevenidos, considerando que las enfermedades que nos asediaban tenían que ver con la pérdida de biodiversidad, con la desaparición de especies por la destrucción de sistemas ecológicos o la multiplicación de las enfermedades zoonóticas, es decir,  las que saltan de los animales a los humanos que han causado pandemias y epidemias con anterioridad: la fiebre amarilla, la rabia o la brucelosis. Una opinión coral a la que se une la del magnate Bill Gates quien considera que la próxima llegará de la mano del cambio climático. El multimillonario que, ha realizado numerosas intervenciones y donaciones de carácter filantrópico durante el año y pico que llevamos luchando contra la covid, escribió en su blog oficial ‘Gates Notes’: «La desafortunada realidad es que Covid-19 podría no ser la última pandemia. No sabemos cuándo llegará el próximo, o si será una gripe, un coronavirus o alguna enfermedad nueva que nunca antes habíamos visto. Pero lo que sí sabemos es que no podemos permitirnos que nos pillen desprevenidos de nuevo. La amenaza de la próxima pandemia siempre estará sobre nuestras cabezas, a menos que el mundo tome medidas para prevenirla». La inversión en ciencia, el monitoreo de patógenos, la simulación de pandemias y una sólida inversión de los países ricos son, a su entender, las medias ‘preventivas’ que deberíamos ponerse en marcha…

Pero casi nadie cuenta con las posibilidades de Bill Gates (ni por asomo) ni posee la sapiencia de nuestros renombrados científicos. Y sin embargo no estaría de más reflexionar sobre nuestra posible colaboración en la construcción del futuro que nos avecina cambiante, complejo y expuesto a nuevos brotes y enfermedades. El aforismo ‘el saber no ocupa lugar’ debería acompañarse de ‘pero requiere tiempo’. Nuestras vidas discurren encorsetadas en una dinámica de ‘piloto automático’, algo parecido a lo que sucede cuando conducimos: cambiamos de marcha, respetamos las señales mientras nuestra cabeza hace la lista de la compra, repasa los asuntos pendientes o piensa en la persona que está deseando ver…Cuerpo y mente cada uno por su lado…Tal vez por esto, porque la rutina se lleva casi todo nuestro tiempo, algunas personas de reconocido éxito han puesto de moda lo que se conoce como ‘la regla de las cinco horas’ cuya práctica se remonta hasta Benjamin Franklin. El concepto es muy simple: «reservar al menos una hora al día (o cinco horas a la semana) para actividades que puedan calificarse como prácticas deliberadas de aprendizaje».

Una regla de oro a la que podríamos añadir el Niksen o el ‘arte de estar en casa sin hacer nada de manera consciente’, que en realidad es mucho más que ‘no hacer nada’ porque de lo que se trata es de enfocarnos en algo aunque sea tan simple como mirar por una ventana…Algo aparentemente sencillo aunque no lo es…La práctica del Niksen nos libera de las actividades cotidiana en un intento por dejar la mente conscientemente en blanco, predispuesta a futuros aprendizajes y cambios ¿Para qué? Para aprender a aprender, para promover nuestras capacidades y desarrollar el espíritu crítico…Nunca seremos Bill Gates (ni falta que hace porque ya existe) pero sí una mejor versión de nosotros mismos…Y ahí vamos…

Un mar de dudas…

Expresión marinera donde las haya, ‘un mar de dudas’ se emplea como signo de indecisión,de alerta ante una toma de decisión que implica responsabilidad por su trascendencia…
Fotografía: mp_dc

Expresión marinera por excelencia, como en ‘un mar de dudas’ casi todos nos sentimos de vez en cuando. No podía ser de otra manera porque los seres humanos disponemos de pocas certezas frente a las muchas inseguridades. Duda, vacilación, titubeo, incertidumbre, indecisión…Un no saber para dónde tirar, qué hacer, qué elegir… Hubo un tiempo en que esta frase me paralizaba, me imposibilitaba, me incapacitaba para hacer otras cosas hasta que por fin decidía… Ahora no. He aprendido a contemplar las dudas (cuando no urgen) y darme tiempo porque, a veces la respuesta es tan simple y tan evidente que solo es cuestión de tomar distancia… El filósofo Sir Francis Bacon afirmó: «si un hombre comienza con certezas, terminará en dudas; pero si se contenta con comenzar con dudas, terminará en certezas». Dudar, en su justa medida, obliga a pensar dos veces, lo cual no está de más si tenemos en cuenta los tiempos que corren…

Y en estos tiempos que corren llevo una temporada dudando sobre si cancelar o no alguna de mis cuentas en las redes sociales. Antes me acercaba a estos foros para leer artículos, ver fotos, contrastar opiniones, conocer de primera mano el veredicto de reconocidas y afamadas plumas de nuestra literatura y el periodismo de vanguardia fuera de signo que fuera y, aunque no suelo verter opiniones de carácter político, a veces apoyo y aplaudo las de quienes defienden posiciones con las que me identifico. Pero un día me di cuenta que esta especie de ‘ágora’ donde nos encontrábamos todos se había transformado en un patio de vecinos mal avenidos al servicio de quienes pretenden difamar, poner bulos en circulación, dar cuerda a los populismos y rienda suelta a los chismes… Será por eso que cada vez tengo menos dudas y sé que es cuestión de tiempo que acabe cerrando mis cuentas. Seguro. Eso sí, me quedaré con el blog,  el único espacio donde suelo depositar gran parte de mis frustraciones ante lo que personalmente considero injusto, intolerante, engañoso o desprovisto de mínimas dosis de verdad, no solo de la  ‘verdad’ que coincide con la mía, sino de la verdad objetiva…

Cuando comento todo esto con las personas de mi entorno detecto un hastío generalizado, una gran desconfianza y una visión escasa de expectativas ante el contenido de algunos de los discursos promovidos por determinados dirigentes, aderezado con un puñado de temores respecto a las nuevas generaciones, la de nuestros niños y nietos, al pensar en el futuro incierto que les aguarda y en los desafíos que se verán obligados a afrontar, particularmente en todo lo que se deriva de la pandemia, del cambio climático, de los cambios en general. Junto a las dudas me viene a la cabeza una certeza: estamos en un punto de inflexión. Algunas mudanzas, llegadas de la mano de la pandemia, se quedarán para siempre…Y cuando lo pienso me pregunto ¿qué será de nosotros (o de quienes sean que les toque) si logran imponerse las políticas procedentes de regímenes ultraderechistas, ‘covidiotas’ que se apartarán del Acuerdo de París y dejarán morir a nuestro querido planeta entre otras tantas barbaridades…?

Madrid podría servir de espejo en el que mirarse…Un laboratorio en el que la derecha hará ciertos experimentos. Veremos qué resulta. Todo es una incógnita porque nada se ha dicho sobre los programas, ni se conocen las propuestas. Quienes les voten lo harán como un acto de fe en la todopoderosa, impertérrita y crecida candidata, defensora de la libertad ‘a la madrileña’ y en sus secuaces, futuros aliados y aliadas con quienes conformará un gobierno previamente gestado (probablemente) y casi decidido porque el adelanto de los comicios auguraba el éxito desde sus comienzos. La promesa de ‘bares y terrazas’ para todos es el equivalente al panem et circense romano…La estrategia es bastante simple: distraer al pueblo para que sus mandatarios gobiernen a sus anchas y todos (supuestamente) felices…

A las de mi generación nos cuesta mantener la boca cerrada y ‘sufrir en silencio’. Nos mandaron callar demasiadas veces y aun así no lo hicimos. Como mujeres que hemos defendido la libertad y las libertades no solo para nosotras sino para entregarla como legado a quienes nos releven, nos cuesta permanecer pasivas ante la oleada de posibles restricciones que se intuyen en el horizonte. No nos conformamos ni nos resignamos así como tampoco comprendemos a quienes lo hacen sumisas, resignadas y abnegadas como nuestras abuelas. Nosotras forjamos nuestra identidad en asambleas, con los ‘grises’ pisándonos los talones alguna que otra vez. Convivimos con el multipartidismo incipiente, con compañeros y camaradas de diversas ideologías socialistas y comunistas de partidos varios: el Comunista de España, el de los Trabajadores y  la Liga Comunista Revolucionaria. Todos ilegales legalizados con ansias de LIBERTAD con mayúsculas: libertad de expresión, de decisión, de pensamiento, de ideas, libertad de ser y no sólo de tomar cervezas y huir de los ex.  Esa es una libertad de andar por casa, de bolsillo y, para colmo, selectiva. No todo el mundo puede disfrutar de terraza, cerveza y corridas de toros o ¿acaso podrían quienes esperan en las colas del paro y del hambre?  Pues eso. Si esa es la libertad que ofrecen yo digo: no gracias, no me interesa…

Tirando del archivo de la nostalgia recuerdo que en 1976 el grupo Jarcha popularizó el tema ‘Libertad sin ira’ (cuya letra fue censurada) que se compuso para promocionar la salida a la calle del periódico ‘Diario16’. El tema constituye un canto a las libertades tras la caída de la Dictadura de Franco, invitando a desarrollar un espíritu de reconciliación sin ‘ira’ ni revanchas, contraponiendo los valores democráticos de la nueva generación frente a la tendencia autoritaria de la anterior…Otro tema muy conocido fue ’Habla pueblo habla’, del grupo ‘Vino Tinto’, que salió por la misma fecha con el fin de animar la participación ciudadana en el referéndum para la reforma política de 1976…Escritores, intelectuales, periodistas, poetas, cantantes y artistas hablaban, proclamaban, escribían y cantaban a la libertad…Y entre todos algo conseguimos, ya lo creo…

Por todo esto, la historia semántica del término ‘libertad’ se ha enriquecido con el devenir de los años, adecuándose a la realidad de los tiempos. El Diccionario de Autoridades de 1734 contiene cinco acepciones entre ellas la primera la define como La facultad natural, o libre albedrío, que tiene cada uno para hacer o decir lo que quisiere; menos lo que está prohibido o por fuerza o por derecho… Las siguientes hablan de la ‘libertad de Estado’ y ‘de conciencia’. Actualmente la RAE señala  hasta 35 acepciones de las que podemos echar mano para utilizar esta palabra con un mínimo de precisión. Entre otras la Academia puntualiza en primer lugar la «facultad natural que tiene el hombre de obrar o no de una manera o de otra». También «el estado o condición de quien no es esclavo, no está preso ni sujeto ni subordinado o el derecho de valor superior que asegura la libre determinación de las personas» a lo que añade la ‘libertad condicional’, ‘de cátedra’, ‘de comercio’, ‘de circulación’ y otras hasta completar las 35.

En fin, llevo toda la semana oyendo hablar de libertad con tal ligereza y frivolidad que, sinceramente, da que pensar y hasta un poco de miedo porque lo que venden no es más que una réplica barata de la original que se me antoja secuestrada, cautiva, presa de la demagogia, ahogada en un discurso intencionadamente banal, superficial,  gris y neutro que podría resultar confuso y hasta peligroso. Es lo que hay. En Madrid ganarán las palmas y el ‘hagamos lo que a cada uno le dé la gana’, expresión que también recoge la RAE y que significa: «Seguir el propio gusto o arbitrio sin atender a razones…” Al buen entendedor…