Si te esfuerzas y consigues, cree. Si te esfuerzas y no consigues, puedes creer (pero considera que quizá ese camino no es para ti). Si no te esfuerzas y consigues, no creas..(proverbio Judío)

Esta semana la prensa y la radio se hicieron eco de una noticia que ha removido los cimientos del mundo del deporte. Los grandes del futbol se han unido, con Florentino Pérez a la cabeza, para establecer una nueva competición: la súperliga europea…Así que todo se pospone porque parece que esta ‘buena nueva’ para los amantes del futbol, que hará aún más rico (más todavía si cabe) a los más ricos, no tiene espera, merece la atención de los expertos, los informativos, las tertulias y los tertulianos… A mí la noticia no me interesa lo más mínimo, me la refanfinfla, aunque la respeto. No me gusta el futbol, ni la violencia que ha engendrado, ni el machismo, ni los iconos que representa para los niños y niñas, ni el insultante dinero que ganan algunos jugadores, ni los extremismos que genera…Hace mucho que dejó de ser un deporte para convertirse en un negocio millonario que ha otorgado poder y capacidad para mover intereses políticos a favor de unos pocos…No queda ahí la cosa. Por si no fuera poco, hace mucho que ha sido utilizado como ‘arma de distracción masiva’: panem et circense para el pueblo…
Y mientras los amantes del deporte ‘rey’ se congratulan y entran en disputa, en Europa los políticos y expertos en Sanidad, continúan la gestión de las vacunas debatiendo sobre las franjas de edad y las pautas a seguir con la segunda dosis… Un mar de dudas sobrevenidas a causa del desconocimiento que paraliza una y otra a vez la inoculación de algunos grupos de población, al tiempo que se garantiza el cumplimiento de los plazos establecidos para obtener la inmunidad de rebaño con los ojos puestos en el verano, a fin de dar oxígeno a la maltrecha economía comunitaria… Aquí en España al debate común europeo se suma la campaña madrileña…Al final tendré que dar la razón a Ayuso: Madrid es España porque su discurso va contra el Presidente del Gobierno y no contra sus adversarios. Tan segura está de su reelección que no los considera rivales. La Presidenta en funciones, en ocasiones, se otorga demasiadas licencias y se pasa de la raya. Parece que molestan las colas del hambre, tal vez afean las calles por su falta de estética o taponan las entradas a los bares, lugares paradisíacos a los que todos deberíamos ser asiduos. Los ‘mantenidos’, esa nueva especie nacida al calor de los ERTEs y el paro, son un engendro de la izquierda según defiende…Podría ser que su nueva estrategia pretenda el desgaste de la coalición’ a fin de provocar el adelanto de las elecciones. De ser así Ayuso ganaría también la Presidencia del PP de Madrid (a imagen y semejanza de Esperanza Aguirre) y encumbraría a Pablo Casado para que ocupe la Moncloa. Craso error. Ayuso y Casado no llegarán sólo con su electorado sino de la mano de VOX y con ellos regresaremos al pasado, al tiempo de nuestras abuelas, al control parental, a la disolución semántica de los femeninos, al poder reforzado del patriarcado contra el que tanto hemos tenido que luchar…
En el reverso de la moneda otras noticias internacionales adquieren relevancia para una parte de la prensa que ha dedicado sus portadas a Israel estrenando ‘nueva normalidad’. Las fotografías tomadas en Tel Aviv muestran rostros satisfechos y sonrientes, sin mascarillas, paseando o sentados en bares y restaurantes catorce meses después, con 5400 fallecidos a las espaldas, casi 900.000 infectados y la gestión de un Gobierno que apostó claramente por la vacunación masiva. Así han consumado la vuelta a la normalidad y el inicio de la recuperación económica. Resulta paradójico que sea Israel el primer país del mundo en superar (con todas las reservas) la pandemia. La historia del pueblo judío se remonta milenios antes del nacimiento de Cristo aunque parece que lo que más nos suena tiene que ver con el Holocausto.
Los judíos siempre han despertado cierta curiosidad que, recientemente, hemos podido satisfacer gracias a algunas películas y series que nos han permitido conocer algo más de cerca esta cultura y arrojado luz sobre el judaísmo ultra ortodoxo, cuya práctica religiosa resulta particularmente devota al afirmar-como todo el judaísmo ortodoxo- que la Torá fue entregada en el Monte Sinaí por Dios, con sus respectivas leyes, y por eso constituye el «manual de instrucciones del mundo». La película Unorthodox, basada en la biografía de Deborah Feldman, nos acerca a la vida de una joven judía, a su lucha, abandonar la comunidad y a sus dificultades y retos tras decidir estudiar en Berlín…Las comunidades yasídicas viven al margen de la modernidad y quienes abandonan sufren un duro proceso de integración que algunos no superan. Por otro lado Shtisel -serie protagonizada por una familia ficticia y ultra ortodoxa de Jerusalén- narra el drama familiar de un joven soltero y su padre viudo. La serie nos acerca a su vida cotidiana, a sus costumbres, modo de vida y, finalmente a la búsqueda del amor que padre e hijo persiguen siguiendo fielmente las estrictas reglas de juego marcadas por su religión. Película y serie, ambas en Netflix, transcurren en esta década lo que motiva la reflexión al contrastar su estilo de vida con nuestra cultura cristiana occidental.
La historia del pueblo de Israel deja en evidencia su capacidad de supervivencia. Su historia simboliza la superación y la lucha por la libertad. En el Éxodo (que significa ‘salida’) se relatan las vicisitudes de este pueblo esclavizado, su salida de Egipto y su liberación a través de Moisés, quien los condujo hacia la ‘Tierra prometida’, por excelencia en Israel, la ‘Jerusalén Celeste…’. La heredad prometida era la franja comprendida “desde el mar Rojo hasta el mar de los filisteos y desde el desierto hasta el río Éufrates”, la tierra de Canaán de la que Yavéh habló a Abrahám y a la que Moisés no pudo entrar por haber cometido una falta durante la travesía del desierto que Dios no le perdonó…Vituperado, perseguido, expulsados, masacrados, exterminados los judíos han resistido y subsistido sin abandonar sus creencias.
Luego, a lo largo de su historia, en el devenir de los tiempos, los encontramos asentados en diversos países de Europa dedicados a la agricultura, a la artesanía, al comercio y, tras el nacimiento de la banca, como administradores, banqueros, prestamistas y cambistas. No obstante en la España de los Reyes Católicos apoyados por la política del cardenal Cisneros y el tribunal del Santo Oficio, tras considerar el grave riesgo de heterodoxia que suponía el contacto de los cristianos, principalmente los conversos, se decidió su expulsión en 1492 mediante el Decreto de la Alhambra. En un plazo de cuatro meses abandonaron Sefarad, nombre que los judíos dieron a España. Desde entonces el término ‘sefardí’ hace referencia a los descendientes de los judíos expulsados de la Península Ibérica quienes en su diáspora formaron comunidades en diversos países de Europa, el Mediterráneo Oriental y el Norte de África.
La historia de pueblo judío está salpicada de persecuciones y expulsiones. Por eso es un pueblo que deambula, que migra de unos lugares a otros casi siempre rechazados sin poder echar raíces. Los ‘progrom’ o persecuciones violentas y devastadoras se han sucedido tras culpabilizarlos de hechos inexplicables como la epidemia de peste negra de 1346. Entre los progroms más sangrientos encontramos el de 1938 cuando cientos de sinagogas y negocios de propiedad judía fueron saqueados e incendiados, decenas de miles de judíos públicamente humillados, deportados y hasta 1.300 asesinados. Otro de los más crueles fue el de 1941 cuando los funcionarios y las unidades militares rumanas, a veces ayudadas por soldados alemanes, asesinaron al menos 8.000 judíos en Iasi, en la provincia rumana de Moldavia al que siguió el de Kielce, Polonia, en 1946, realizado durante la ocupación alemana a fin de hacer limpieza étnica antes que comenzara la Guerra. Actos que, con el tiempo, avergonzaron a diferentes líderes dispuestos a reconocer los errores de pasado y pedir perdón como hizo el 7 de julio de 1996 el primer ministro polaco, Wlodzimierz Cimoszewicz, por el pogromo de Kielce. La Iglesia católica se sumó a las conmemoraciones con un llamamiento a los polacos a «examinar su conciencia».
Sin embargo, más reciente en nuestra memoria, es el progrom de Alemania contra los judíos en la conocida como ‘la noche de los cristales rotos’ (en alemán Novemberpogrome 1938 o Kristallnacht) una serie de linchamientos y ataques combinados ocurridos en la Alemania nazi llevado a cabo contra ciudadanos judíos por las tropas de asalto de las SA junto con la población civil, mientras las autoridades alemanas observaban sin intervenir…Y finalmente el Holocausto, el intento de exterminación, los campos de concentración, experimentos, aberraciones, violaciones, robo, la mayor humillación y vergüenza de la humanidad…
Parece justo que sea Israel, el pueblo elegido por Dios, tantas veces maltratado y derrotados, el mismo que pacientemente caminó hacia la Tierra Prometida, el que encabece hoy la victoria contra el mayor enemigo de nuestro tiempo, así fue como el gobierno de Israel el pasado domingo 18 de marzo declaraba el fin de las medidas sanitarias impuestas desde 2020 por el brote del nuevo coronavirus. Finalmente las familias judías pudieron volver a reunirse en torno a la mesa del «seder», la cena ritual que da inicio al Pésaj (Pascua) que no pudo celebrarse el año pasado por un toque de queda que limitó la considerada fiesta de la libertad. A ellos les deseo feliz vuelta a la ‘normalidad…’

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