Cuando pase un tiempo hablaremos de la ‘normalidad’ y de la ‘posnormalidad…’ Haremos balance para comprobar qué cosas cambiaron y cuáles permanecieron…Y dando, una vuelta más de rosca, tal vez podamos concluir como parte del cambio la mirada a determinados valores tradicionales que creíamos superados…Cuestión de tiempo…

Nunca pudimos imaginar que la pandemia nos mantendría recluidos y distanciados tanto tiempo. Muchos nos negábamos a creerlo aun en contra de la opinión de algunas voces que así lo predijeron desde el primer momento. Personalmente me resultará difícil borrar de mi memoria aquellas imágenes de Wuhan en las que aparecían cientos de excavadoras, imposibles de contar, allanando el terreno para la construcción de un hospital con capacidad para cinco mil personas…Recuerdo que lo comenté con los míos como algo inaudito, extraordinario y, aunque esté mal decirlo, propio de los chinos por la magnitud y rapidez… Una vez levantado en un tiempo record de apenas diez días, se vieron por TV las imágenes del interior: incontables filas de cubículos con los pacientes solos junto a unas pocas pertenencias, aislados unos de otros…Algunos (ignorando el alcance de la situación) pensamos que Wuhan estaba muy lejos, olvidando que ya no hay distancias en nuestro planeta y que cualquier crisis, enfermedad o conflicto nos puede afectar por lejano o ajeno que parezca…
Nuestras diferencias con los orientales son bastante evidentes y se remontan muy atrás en el tiempo. Ambas civilizaciones han protagonizado su propia historia y comparten, cada una, un pasado común en aquellos mundos distantes en los que nada sabían la una de la otra…Los avatares y acontecimientos vividos forjaron espíritus y culturas tan dispares que, hoy por hoy, conforman dos maneras de enfocar la vida diametralmente opuestas. La universalidad, la colectividad y el pragmatismo son, entre otros muchos, algunos ejemplos de discrepancias. Por concretar un poco más ahí van algunas anécdotas cotidianas: mientras nosotros necesitamos numerosos cubiertos para comer según qué (carne, pescado, sopa, postre…) ellos utilizan solo dos palillos para TODO… Por no hablar de la costumbre tan apreciada de regalar ‘sobres con dinero’ en sustitución de nuestros habituales regalos, casi siempre, poco prácticos e innecesarios….Trabajar para comer, la sempiterna aunque ‘aparente’ juventud y el tándem ‘sal y soja’ en sustitución de la ‘sal y pimienta’ de los occidentales, son algunas de las peculiaridades que conforman una idiosincrasia punto de partida en la construcción de subjetividades e identidades…En definitiva, miramos el mundo con diferentes ‘ojos ‘…Obviamente…
Y porque la concepción del mundo y de la vida se sustentan en valores propios que se transmiten, entre otros, a través la educación de la ciudadanía, la pandemia ha sido afrontada por el Gobierno Chino con estrategias tajantes y radicales que han permitido a Wuhan, epicentro de la crisis, abordar la Navidad con una mayor libertad, sin restricciones e iniciando el ascenso hacia la recuperación económica…
No obstante ellos como nosotros han tenido tiempo para reflexionar sobre las posibilidades de que aparezcan nuevas pandemias o rebrotes de nuevas cepas que exijan, igualmente, períodos de reclusión y severo confinamiento, lo que les ha podido llevar a sopesar los pros y los contras de vivir solos frente a las compensaciones e inconvenientes de hacerlo acompañados… Por eso los padres y madres de los jóvenes de Wuhan y de otras ciudades chinas, han vuelto a poner en marcha el célebre ‘mercado matrimonial’, una práctica muy arraigada a fin de encontrar pretendientes `para sus hijos e hijas’ movidos por los valores de siempre a los que han añadido las bondades del acompañamiento en tiempos de reclusión…
El lugar de los hechos es el conocido ‘Parque de la Liberación’ de la dicha ciudad. En él se dan cita varias decenas de padres con sus correspondientes vástagos, confiando que ‘cupido’ haga su tarea y atraviese dos corazones dispuestos a compartir una misma vida…Ataviados para resistir las inclemencias del tiempo, ya sea el frío o el calor, todos pasean, se cruzan miradas e incluso charlan a la espera de un posible flechazo…Importante: no forzar si no se producen mínimas sinergias…El ‘mercado matrimonial’ chino abre la veda tras la crisis de la pandemia y, al contrario de lo que podría parecer, continúa apostando por los valores tradicionales de ‘toda la vida’, verbigracia, el matrimonio y la familia…
Pero aunque parezca que nada ha cambiado, no todo sigue igual…O mejor aún y siguiendo la célebre cita gatopardiana, si todo sigue (más o menos) igual, algo tuvo que cambiar… Veamos. Antes como ahora los padres que se acercaban a este parque lo hacían con el objetivo de encontrar una pareja para sus hijos e hijas de, más o menos, la misma condición social o más alta si fuera posible. En este contexto los progenitores publicitan a sus hijos e hijas enumerando sus principales cualidades y méritos con el fin de captar candidatos (as)… Es de suponer que el físico constituye un atractivo fundamental pues, aunque algo superados, entre los orientales también existen estereotipos femeninos y masculinos: él, alto, rico y atractivo; ella, rica, bella y de piel clara…Requisitos venidos a menos con la pandemia que ha bajado los niveles de exigencia según se percibe en el caso de los médicos, antes una profesión muy valorada y tenida en cuenta en estos menesteres del aparejamiento y ahora dejados de lado por liderar las filas de la enfermedad…
Si en otro tiempo fueron los hibakusha -supervivientes de la bomba atómica- quienes despertaron recelos como aspirantes al matrimonio, siendo rechazados como parejas o colegas por miedo a su ‘potencial’ capacidad para transmitir enfermedades debido a la alta exposición a la radiación que sufrieron tras la explosión, ahora lo son quienes han padecido la covid o han lidiado con ella…Así reconocen los psicólogos que quiénes han padecido la enfermedad han quedado estigmatizados y se sienten rechazados por sus propios familiares, amigos o vecinos por miedo al contagio… O sea que la pademia ha marginado aquellos colectivos que más han colaborado para la recuperación de la ansiada ‘posnormalidad’…Así que sí, algo ha cambiado…Tal vez por eso junto al mercado matrimonial cada vez son más los que acuden a las famosas Apps de contactos (Tantan y Momo, las más conocidas) para solucionar el tema ‘por su cuenta’ pasando de la ‘antigua a la nueva usanza’ porque, para bien o para mal, los jóvenes parecen querer curarse en salud y en enfermedad asegurándose un confinamiento en familia y en buena compañía…Todo es cuestión de tiempo…

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