Epílogo…

El 2020 está a punto de extinguirse. El año de la pandemia nos ha marcado y, tal como predijeron diferentes voces  conocidas y anónimas. Y hemos tenido la oportunidad de aprender mucho sobre nosotros y sobre los demás.
Fotografía: mp_dc

El 2020 está a punto de extinguirse. La verdad es que me apetecería cerrar dando un buen portazo aunque, en realidad, he tenido años peores, mucho peores. El año de la pandemia a mí como a tantas otras personas, me ha privado de besos, de abrazos, de encuentros, de viajes, de comidas, de teatro, de cine y de mucho más e incluso me ha arrebatado la posibilidad de pasar unos días con mis hijos, obligándome a compartir con ellos a través de la pantalla…No ha sido igual pero hemos hablado y todos, sin excepción, hemos relativizado valorando la salud como el mejor regalo, el bien por excelencia, desterrando de un plumazo cualquier amago de queja…

A partir del 2013, en el plano personal el año de inflexión, el terribilis, el de la crisis existencial, siguiendo los consejos de mi terapeuta comencé a anotar en un cuaderno un listado de los retos a conseguir en el próximo. He aprendido mucho sobre mí misma haciendo esto. Enseguida comprendí que las metas no podían ser ni muchas ni muy pretenciosas y descubrí que el secreto de la felicidad -hoy por hoy para mí sinónimo de tranquilidad y paz interior- está en las cosas más sencillas, cotidianas y pequeñas esas que, a menudo, nos pasan desapercibidas. Por aquel entonces mis aspiraciones no llegaban más allá de llevar a Pablo –mi nieto- por primera vez al cine, al cole o enseñarle algunos juegos y esperar que la vida me concediera el tiempo necesario para compartir con mis hijos algunos momentos más, aunque fueran pocos… Afortunadamente algunos deseos ya los he cumplido. Y, ahora, a mi lado tengo de nuevo la libreta para escribir las propuestas y desafíos para este año que comenzará tal y como acabó: lleno de incógnitas, dudas e incertidumbres…

No obstante el 2020 más que ningún otro año, me ha enseñado que soy interdependiente, que cada uno es un eslabón, uno solo, de una larga cadena de interdependencia. Dependemos unos de otros y todos de la naturaleza,del planeta…Esto también me lo enseñó la pandemia. De ahí que haya valorado más que nunca a los ‘trabajadores esenciales’: desde el panadero que madruga para que desayune por la mañana, los agricultores o los repartidores de bombonas pasando por los bomberos, la policía, las trabajadoras de la limpieza, los repartidores de comida, los que atienden los supermercados hasta descender a los farmacéuticos y sobre todo al personal sanitarios, nuestros héroes anónimos que lo han dado todo…

El año de la pandemia nos ha marcado y, tal como predijeron diferentes voces conocidas y anónimas, hemos tenido en nuestras manos la oportunidad de aprender sobre nosotros, sobre los demás, sobre la vida, sobre la muerte…Y es por eso que hemos querido recuperar viejas amistades acurrucadas en el olvido, personas a quienes unas veces por falta de tiempo y otras por pereza dejamos de llamar pero que enseguida respondieron, viejos compañeros de trabajo que no viven en nuestra localidad, con los que conectamos porque supimos que el covid les afectó y que ahora está de vuelta en nuestro universo cotidiano.

El confinamiento nos ha dado tiempo para hacer limpieza en todos los sentidos. Quien más quien menos se dio cuenta que hacía mucho que no revisaba los cajones del mueble de salón hasta arriba de papeles inútiles…O el armario abarrotado de ropa que ya no se pone y que puede ser útil a otros…Y también ha tenido tiempo de comprobar quiénes son verdaderamente amigos, esos que conforman el grupo de allegados, la otra parte de la familia que se preocupa y ocupa de nosotros en la distancia corta o larga y están pero siempre presentes, unidos por hilos invisibles de cariño y afecto…Así que sí, la pandemia ha sido una gran ‘maestra’ aunque cruel y despiadada con aquellos a quienes ha arrebatado a sus seres queridos, condenados a morir en soledad…El 2020 ha sido el año en el que las palabras solidaridad, tolerancia y respeto han alcanzado pleno sentido, la muerte en muchos casos ha ganado a la vida y a todos nos ha obligado a recordar que somos aves de paso…

Como país hemos asistido a muchísimos vaivenes, idas y venidas y múltiples escándalos por parte de algunos dirigentes, instituciones o actores sociales…La clase política, a pesar de vivir una situación tan inesperada como insólita, no ha dado muestras de solidaridad ni tolerancia y no todos se han mostrado dispuestos a remar en la misma dirección. El nuevo gobierno ha cometido errores, sí. Pero no más que cualquier otro. Los líderes de la oposición han pretendido salvarse a sí mismo y después al partido y la Cámara, lugar sacrosanto de la democracia,se ha ido impregnando de una sustancia contaminante, inoculada por la derecha radical, hasta enrarecer el ambiente e infectar la dialéctica ya de por sí mancillada con una terminología anacrónica y desfasada que retrotrae al pasado

A pesar de todo se han conseguido algunos logros, aunque con la oposición frontal de las derechas: el dictador Franco ya descansa donde debe. Billy el Niño ya no está entre nosotros aunque se fue solo, con todas sus medallas y reconocimientos… La ley Wert ha sido sustituida por la ley Celaa. Aún no conozco los detalles, ni sus bondades pero no creo que pueda ser peor… Por fin se aprobó la Ley de la Eutanasia y algunos ciudadanos podrán morir dignamente. Los presupuestos de Montoro pasaron a la historia… Algunas personas ya comenzaron a cobrar el ingreso mínimo vital…Albert Ribera cambió la política por la abogacía aunque flirtea con la TV. Cataluña parece más calma con las urnas convocadas para febrero…‘ El emérito’ no volvió a casa por Navidad y su hijo, el Rey, se dirigió a los españoles como cada año…No mencionó a su padre. Ni una palabra. Aunque afirmó que los ‘principios morales y éticos obligan a todos’ y se centró de lleno en la pandemia y en las consecuencias económicas… Al parecer no sabe, no contesta…Y las primeras vacunas ya se han estrenado en residentes y personal sanitario…Ojalá funcione…

A los lectores fieles u ocasionales les deseo salud y agradezco sus amables lecturas…A los compañeros blogueros les deseo creatividad. Que las ‘Musas’ nos acompañen a todos y nos inspiren hermosos textos para nuestro deleite y placer de nuestros lectores. Que los dioses nos protejan…¡Salud!

El discurso del Rey…

El discurso del Rey en Nochebuena parece haber levantado bastante expectación. El Rey tiene que ser leal con Casa Real, con el Gobierno y con súbditos muy diversos entre los que se incluyen sus propios detractores y partidarios de la República.
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El discurso del Rey en Nochebuena parece haber levantado bastante expectación. Hace ya muchos años que el Rey entra en nuestras casas poco antes de la cena para dirigir unas palabras a ‘su pueblo’. No sé a qué público llegará. A mi me parece todo excesivamente protocolario, distante y artificial. En realidad a quien me gustaría oír es ‘al ciudadano Felipe’ para conocer de primera mano sus opiniones sobre la violencia de género, el estado de la sanidad, de la educación, sobre el paro, sobre los desalojos, los sin techos, las residencias de ancianos, las pensiones…Sería interesante saber qué piensa y qué siente sentado a su mesa, dispuesto a comer cada día a ‘cuerpo de rey…’ Pero no será así y escucharemos a un Rey tiene que se leal con Casa Real, con el Gobierno y, supuestamente también, con súbditos muy diversos entre los que se incluyen sus propios detractores y partidarios de la República aunque, como viene siendo habitual, acabará haciendo un resumen de lo más relevante del año, además de señalar el papel de la Corona y su protagonismo en el marco de la actual política de nuestro país, aunque el Rey no sea sino una figura meramente simbólica y de representación. No obstante, los vaivenes del emérito, han puesto al actual rey Felipe en un aprieto al tener que afrontar su discurso más difícil, según han señalado los medios, abriéndose un gran interrogante sobre si hará o no mención a su padre o se decantará por su hija y sucesora Leonor, apostando por garantizar su relevo aunque para ello deba sacrificar al emérito…Entre reyes anda el juego…

En el Palacio de la Zarzuela, cada año se elige en un rincón especialmente decorado para la ocasión seleccionando todos los detalles sin dejar el menor resquicio a la improvisación: banderas, fotos, cuadros, vestuario, corbata…todo está previamente pensado porque todo cuenta, hasta el más nimio detalle según marca la tradición que, por cierto, fue importada y asimilada por las monarquías europeas de la Casa Real Británica que, desde 1932 y por iniciativa del fundador de la BBC, lo puso de moda invitando al Rey para que se dirigiera a sus súbditos por la radio. El primer monarca que pronunció el mensaje de Navidad fue Jorge V con un discurso escrito por el poeta inglés Rudyard Kipling. Continuó la tradición con Jorge VI hasta que en 1952 lo hizo por primera vez la actual la reina Isabel II…

Como es de imaginar el discurso no lo escribe el Rey, ni siquiera sabemos cuál es su grado de participación. Lo que se da por cierto es que es un trabajo coral, fruto de las distintas voces provenientes del grupo de asesores de Casa Real, quienes durante el mes de diciembre trabajan en un discurso que deberá contar con el visto bueno del Gobierno y al que, finalmente, don Felipe aportará su toque personal a fin de hacer suyo un texto ajeno…

Hoy por hoy todo se ha complicado. Desde aquel año que don Juan Carlos pidió perdón tras haberse fastidiado una cadera cazando en plena crisis, justo el día que le dieron el alta, no han dejado de sucederse noticias y escándalos familiares múltiples. El Rey campechano, el que saltaba el protocolo para saludar, el que mandó callar a Hugo Chaves, ese tan simpático del que presumían muchos españoles de pro, ha resultado no ser una persona íntegra y limpia, ni un monarca considerado para con su pueblo, por el contrario más bien ha hecho gala a la célebre frase de sus antecesores absolutistas que gobernaron ‘para el pueblo pero sin el pueblo’.

Las idas y venidas del Rey emérito, los millones entregados a Corinna, sus problemas con hacienda y su marcha a Abu Dabi han socavado los pilares de la monarquía por mucho que se empeñen sus más fieles seguidores por establecer un pasillo entre la persona del rey y la institución como dos entidades diferentes, entidades que los sectores monárquicos unen o separan según convenga…El caso es que la monarquía está siendo cuestionada y está abierto el debate entre monárquicos, republicanos y constitucionalistas…

El derecho a la vida privada más allá de las dependencias de palacio está en entredicho. Algunos la defienden, otros opinan que el Rey encarna a la Institución y por lo tanto no tienen vida privada. Todos sus actos han tenido, tienen y tendrán trascendencia pública y notoria: nacimiento, comunión, formación, estudios, mayoría de edad, noviazgos varios, matrimonio, hijos, enfermedades…No se trata de un ciudadano más, ya nos lo aclaró muy bien Ayuso: «Todos los ciudadanos somos iguales ante la ley pero Don Juan Carlos no ha sido un ciudadano más». Sí, señor, por una vez estoy de acuerdo…Y precisamente por eso, porque no es un ciudadano más ni ante la ley ni ante nada, por eso mismo, los ciudadanos de a pie más o menos adeptos a la monarquía, simpatizantes de la familia real que reían las gracias y travesuras de Froilán y participaron de las bodas de las infantas como si de sus propias hijas se tratara, están muy decepcionados con los desmanes del emérito. Por eso son muchos quienes acarician la idea de una tercera república, una idea que va cobrando relevancia y ganando adeptos sobre todo entre los sectores más jóvenes de nuestra sociedad.

Las encuestas las ‘carga el diablo’, es verdad. Y, aunque no se trata de una ciencia cierta, si la muestra es buena los resultados pueden aproximarse bastante a la realidad. Pues bien, siguiendo el resultado de 3000 entrevistas realizadas en todo el país, de celebrarse un referéndum casi el 41% votaría a favor de una república mientras el 35% estaría a favor de la monarquía. El 60% de los votantes del PSOE y el 94% de Unidas Podemos, se muestran partidarios de un referéndum mientras la mayoría de la derecha se muestra contraria a dicha consulta. A pesar de todo la cúpula del PSOE muestra su afinidad con la monarquía, como se ha podido comprobar recientemente, dato curioso por su coincidencia con las derechas claramente monárquicas…

Actualmente se mantienen en Europa diez monarquías parlamentarias: España, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Noruega, Suecia, Dinamarca, Reino Unido, Liechtenstein y Mónaco que suman hasta 27 en el mundo, de las cuales algunas son meramente simbólicas pero otras juegan un importante papel en el marco del país. En líneas generales, unas más que otras, todas han protagonizado algún escándalo, escándalos que los súbditos han asumido con mayor o menor resignación/justificación aunque cada vez son más quienes consideran que a estas alturas del siglo XXI resulta un régimen obsoleto y caro de sostener económicamente… Por eso y como decía Unamuno: «No sé de que se trata, pero me opongo».

Rectificar es de sabios…

El presente se viste de incertidumbre y complejidad…Tal vez no sea posible salvar la Navidad como sería el deseo de muchos y para beneficio de otros pero, llegado el caso y puestos a salvar algo ¿no sería mejor salvar la vida…?

La semana ha transcurrido con la misma celeridad que las anteriores. Las noticias han llegado a través de la prensa digital y de las redes sociales como un constante goteo: las navidades de la covid, las vacunas, las discrepancias entre los partidos que gobiernan y, como telón de fondo, el Rey emérito, la Casa Real y la corrupción que viene del pasado reciente (caso ‘Kitchen’)…Como siempre lo importante casi nunca deja tiempo para lo urgente. Y todo parece susceptible de acabar politizado, sea lo que sea o venga de donde venga…

Destaca la actitud de los ‘reyezuelos de los nuevos taifas’, los presidentes de las CC.AA. que pugnan a ver quién se impone más y con más acierto, a ver quién vacuna antes y, sobre todo, mejor…O sea, a ver quién gana más votos la próxima vez. Al fin y al cabo, a esto se resume todo y por eso no bajan la guardia y mantienen el estatus de ‘campaña electoral’ ni abandonan el rol de futuribles elegidos, los mismos que primero reclamaron su poder cuando el gobierno central dirigía el cotarro y ahora lo critican acusándolo de inacción…Ni contigo ni sin tí…Aunque siempre hay algún ‘verso suelto’ como Ayuso, que hace las cosas a su modo y manera, o sea, como tiene que ser y como dios manda…Perdón, como Dios manda, con mayúscula, que es católica confesa…

Hubo sesión de control del Gobierno en el Congreso que, como siempre, resultó una pérdida de tiempo, un cruce de argumentos ya manidos, de palabras un tanto gruesas para nada constructivas que ya cansan no sé si más que el propio confinamiento…Cansa el contenido y cansan las formas, la inflexibilidad, el inmovilismo de unos frente a la prepotencia de otros y ese volver sobre el pasado con términos rancios y lo que es peor, con nostalgia, con añoranza…A pesar de todo, de vez en cuando suena una nota discordante dispuesta a desentonar, nota que esta vez llegó por boca de Joan Baldoví, diputado de en Comú Podem quien proclamó su vergüenza ante las palabras de una diputada de VOX, hija de emigrantes, que no escondía su recelo para con este colectivo…Las palabras del diputado valenciano sonaron a integridad, solidaridad, tolerancia y respeto, virtudes últimamente casi ausentes de esta Cámara…La sesión, que tenía como orden de día comunicar las conclusiones del Consejo Europeo sobre los fondos de recuperación y el Brexit, se desarrolló en un clima de crispación e ironías tal y como viene siendo habitual en esta legislatura, tan cuestionada y permanentemente en boca de las derechas dispuestas a mantener esta actitud hasta las próximas elecciones…

Y en las antípodas del gobierno e incluso de la sesión, Macarena Olona diputada de VOX, preguntó y replicó a Pablo Iglesias. Con calma y sin inmutarse, la diputada ha prendido la mecha con un discurso incendiario, alimentado con bulos, principios constitucionales distorsionados, referencia a partidos de izquierda a los que considera ilegítimos y un sin fin de acusaciones que ponen los pelos de punta…Aunque no tanto como comprobar que el video de su intervención colgado en youtube cuenta con 183.793 visualizaciones, más de 15.000 me gusta y muchos comentarios cuya lectura invita a realizar una seria reflexión y cuestionarse qué está pasando y qué puede pasar, un vídeo del que no copio link porque mi conciencia no me permite hacerle propaganda…En plena pandemia, miles de personas muriendo, miles de enfermos sin atender a causa del covid y su señoría se dedica a hablar de Venezuela y de la Sexta…¡¡Y a 185.000 personas (hasta ahora) les parece bien!! Pues esto es lo que hay. Y que a tanta gente le parezca bien es realmente preocupante…muy preocupante.

En este ambiente tan contaminado de la sesión de control se pasó a la Ley de la Eutanasia que fue aprobada con el voto de la mayoría de la cámara y los votos en contra del PP y de VOX. Sin sorpresas. Esta ley lleva una larga trayectoria en la que mucha gente ha caído. Muchos años de lucha sin que ningún gobierno haya querido librar la gran batalla…La izquierda la ha apoyado siempre mientras la derecha se ha parapetado en el ‘derecho a la vida’, mismo supuesto en el que sustentan la negativa a la ley del aborto. Y en ambos casos subyacen principios religiosos claves en estos debates. Pero no podemos olvidar que España es una Estado aconfesional y laico que no legisla para una sociedad católica, apostólica y romana sino para una colectividad aconfesional y libre a la que pretende dotar de marcos legales amplios en los que todos estemos representados y a todos nos ampare: desde los católicos acérrimos a los ateos pasando por los diversos credos y espiritualidades varias…

Rectificar es de sabios…Con allegados o sin ellos, los ‘reyezuelos taifas’ han tenido que rectificar bajo la batuta de Illa, las medidas de cara a la Navidad debido cambio de perspectiva de la pandemia. Algunos, entre ellos afines al gobierno, siguen insistiendo en ‘ni contigo ni sin tí’ en un alarde de reafirmación de su identidad de reyezuelos y en calidad de señores feudales y máximas autoridades en los territorios bajo su gobierno, dispuestos a cobrar sus tributos, recoger los frutos del vasallaje y dejar su impronta en los anales de la humanidad…

En fin, el presente se viste de incertidumbre y complejidad…Tal vez no sea posible salvar la Navidad como sería el deseo de muchos y para beneficio de otros pero, llegado el caso y puestos a salvar algo ¿no sería mejor salvar la vida…?

La Navidad: de fiesta pagana a fiesta cristiana…

En Navidad se celebra el nacimiento de Jesucristo. Se trata, por tanto, de una festividad marcada por la liturgia cristiana que, no obstante, hunde sus raíces en las fiestas paganas relacionadas con el Solsticio de invierno. Su celebración ha contado tradicionalmente con elementos propios, entre ellos la gastronomía, siempre presente en los menús navideños a lo largo de la Historia…
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La mayor parte de las fiestas que celebramos hoy en día (Navidad, Carnaval, San Juan…) son muy antiguas y se remontan a la antigüedad y tienen un origen pagano, aunque fueron asimiladas por el cristianismo. Esto es así porque la Iglesia hacía coincidir sus propias fiestas con otras paganas a fin de imponer el cristianismo sobre las demás tradiciones…

Así fue como la Iglesia proclamó la festividad de la Navidad que incluyó vigilia, ayuno y abstinencia. Conviene recordar la importancia que siempre ha tenido el ‘cuerpo’ como origen del pecado, de ahí, el interés por la mortificación y el castigo físico a fin de someterlo y, por todo eso, podría decirse que la Navidad es una fiesta relacionada tanto con el cuerpo como con el espíritu. Desde sus orígenes el día anterior, es decir, el 24 de diciembre, todo buen cristiano estaba obligado a practicar ayuno y abstinencia antes de conmemorar el misterio acontecido en Belén. Por eso era de prever que la comida de la Nochebuena fuera frugal, ligera y escasa: verduras, huevos o pescado en pequeñas cantidades. No obstante, para sobrellevarlo mejor y no pasar tantas horas ayunando, estaba permitido realizar dos pequeños almuerzos o ‘colaciones’ al día que juntos, equivaliesen a una comida normal diaria. El 24 de diciembre se hacía la colación de vigilia de Navidad con una cena ligera, pero con el tiempo suficiente de por medio para vaciar el estómago las tres horas previas a asistir a la Misa de Gallo. El actual Derecho Canónico, contempla en el Canon 919/1, que antes de comulgar se debe observar ayuno al menos una hora antes…

Una vez acabada la misa las familias en sus casas podían degustar el resopón o segunda cena, de ahí el antiguo dicho: ‘a fuer de Nochebuena, la colación se hace cena’. Cena que en los hogares populares era a base de frutos secos y dulces mientras en los más pudientes se preparaban mesas exquisitas a base de carnes variadas (pavo, cerdo, ternera, pavo o caza) pescados (mariscos) verduras, dulces y de cuantos manjares se dispusiera. La Iglesia mantuvo el ayuno y abstinencia hasta 1966 aunque con anterioridad, quienes obtenían la Bula de Cruzada podían guardar la vigilia el sábado anterior a la fiesta y comer en Nochebuena a sus anchas… La Iglesia, como siempre, veló por el cumplimiento de lo establecido…Eso sí, es de suponer que las ‘bulas’ solo estuvieron al alcance de los grupos privilegiados ¿qué haría un pobre con una bula, sin tener apenas qué comer?

En los pueblos y ciudades del litoral se comía mariscos y pescados del mar. En el interior eran sustituidos por los de río -anguila, salmón, trucha-. Las viandas de las despensas siempre guardaron una estrecha relación con la geografía de los lugares aunque, con el tiempo, los medios de transporte facilitaron el traslado de algunos productos -pescado fresco y mariscos- que llegaron así hasta las familias que lo pudieran costear. De esta forma el besugo se impuso en las cenas madrileñas además de facilitar a todos los hogares una buena mesa (acorde a su estatus económico). Una celebración que ha ido cobrando mayor pujanza y tomado la delantera, dejando más atrás las raíces cristianas más presentes sólo en familias religiosas practicantes…

La mayoría de españoles cenamos en Nochebuena un menú a base de jamón, croquetas, huevo hilado, canapés variados, mariscos, sopa, caldo o consomé además de uno o dos segundos platos con carne y pescado, postres, turrón, diversos dulces, cava, café y algunos licores que varían según la zona así como la cantidad y calidad, comida que engullimos cinco veces en dos semanas (Nochebuena, Navidad, Noche Viaja, Año Nuevo y Reyes…) En fin, el equivalente a unos tres o cuatro kilos de más que los españoles ponemos de media durante estas fechas. y a restar con gimnasios, deportes y regímenes varios antes de la llegada del verano…De hecho ya están en internet algunas dietas para rebajar esos kilitos de más en 2021..

Respecto a los manjares tradicionales, el pavo y el capón rellenos fueron durante siglos el plato estrella de los banquetes navideños. Una vez pasada ‘la fase de ayuno y abstinencia’ se sacrificaban pollos, gallos, gansos, patos, gallinas o corderos muchos criados en casa así como todos los derivados de matanza del cerdo que solía coincidir con esta fecha.

Aristóteles en su obra Historia de los Animales o Historia animalium (s. IV a.C.) ya hablaba de los métodos de crianza del capón y la pularda (gallo y gallina castrados) a la que también fueron aficionados los romanos que, curiosamente, mantuvieron mucho tiempo en vigor la conocida Lex Faunia, 162 a. C, que prohibía comer pollos de sexo femenino por lo que usaron la castración para saltarse la ley…

La cría de capones exige una gran inversión de trabajo y dinero por eso siempre fue comida de ‘ricos’ mientras el pollo y la gallina fueron los productos más asequibles al pueblo. Las mejores mesas, las de los Reyes y nobles a lo largo de la Historia, subvencionaron los capones con las rentas percibidas procedentes del diezmo de la Iglesia…En pavo, propio en los ágapes del Día de Acción de Gracias, llegaron a nuestras mesas en tiempos de los conquistadores españoles cuando llegaron a México y se encontraron en Tenochtitlán con unas aves domésticas llamadas huexólotl, conocido por los españoles como ‘pavo de indias’…Los conquistadores comprendieron que se les abría un nuevo mercado, el del pavo, que en la actualidad goza de gran popularidad tanto su carne como sus derivados…

Un paseo por nuestra geografía desvelaría otra faceta de nuestra diversidad: la gastronomía navideña….Guisos, carnes, pescados, dulces exclusivos de estas fechas que conforman un corolario amplio y variado que pone de relieve el arraigo de esta fiestas que con el correr de los tiempos ha ido dejando de lado el carácter religioso para convertirse en una fiesta marcadamente pagana y consumista por excelencia. Un derroche para nuestros bolsillos y un exceso para nuestro cuerpos y disfrute que muchos tienen que paliar acudiendo a productos digestivos e infusiones que nos ayuden a digerir semejantes atracones…

Sin embargo, nuestros excesos parecerán mínimos si se comparan con los pantagruélicos menús que los monarcas y nobles medievales y modernos, disfrutaban. Si nuestras cenas y comidas les parecen copiosas, a ver qué opinión les merece el menú navideño que el cocinero mayor de don Felipe III, Francisco Martínez Montiño preparó el 24 de diciembre de 1610, según relata el cronista madrileño Diego San José:

Para la cena de Navidad de sus majestades, altezas reales y su excelencia el Duque de Lerma, señores de los Consejos, embajadores y dignidades eclesiásticas, prepararemos lo siguiente: capones asados, ánades al horno con salsa de membrillos, pollos con escarolas rellenas, empanadas inglesas, ternera asada con salsa de oruga, costrada de mollejas de ternera e higadillos, zorzales asados con sopas doradas, pastelones de membrillos y huevos mexidos, cabrito asado y mechado, empanada de liebre, pichones ahogados, platillos de aves a la tudesca, truchas frescas con tocino magro, empanadas de pavo en masa blanca, besugos frescos cocidos, negra, manjar blanco y buñuelos de viento…Postres: melones, uvas, limas verdes, pasas, almendras, orejones, camuesas, peras, aceitunas, queso, conservas y suplicaciones…

Sobre los vinos no consta que el cocinero dijera nada pero, a tenor del menú, es fácil imaginar su abundancia, cantidad y calidad…

En definitiva, en el conjunto de nuestras tradiciones, la mayoría de origen religioso, la Navidad puede ser la fiesta por antonomasia para mayores y niños. No podemos olvidar que este período culmina con la noche de Reyes, desde hace siglos convertida en una noche de magia, en la que los sueños de muchos niños se hacen realidad…Tal vez por todo esto nos resistimos tanto a dejarla de lado aunque la razón se una causa tan mayor como la pandemia…

Llueve sobre mojado…

Desde que se inició la pandemia, se impuso el distanciamiento social y la limitación de aforos hemos normalizado que tenemos que hacer ‘cola…’. Solos, con gente  conocida o anónima compartimos la espera mientras conversamos de esto o de lo otro…Diálogos intrascendentes que, casi siempre, conducen a ninguna parte, como cuando ‘llueve sobre mojado…’
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Hace unos días tuve  que ir al Banco. Cómo era de esperar había cola. Dos exactamente: una para el cajero y otra para las ‘citas previas’. El cajero no funcionaba así que todos, conforme llegaban, preguntaban al chico que encabezaba la fila, que pacientemente repetía una y otra vez: «lo están arreglando, eso me han dicho…» Todos con mascarilla, todos pidiendo turno con aire de resignación pero sin dejar transpirar una gota de impaciencia, como si hacer cola fuera un hábito de toda la vida… La pedagogía de la covid ha funcionado-pensé- hemos aprendido y a nadie le sorprende tener que esperar. Esta situación no sé por qué trajo a mi cabeza imágenes vistas en documentales por la TV de la antigua URSS o de Cuba en tiempos de Fidel Castro, ambas conocidas, entre otras cosas, por sus largas e innumerables colas –mayoritariamente de mujeres- a las puertas de los supermercados o comercios, en aquellos tiempos en los que imperaba el régimen comunista bajo el cual escasearon productos y alimentos…Me pregunté si no será por eso que muchos tienen miedo a pronunciar esta palabra –comunismo- o si es por eso que ‘algunos políticos’ la usan intencionadamente como una amenaza… Recordé también el mes de marzo pasado cuando nuestros supermercados se vaciaron y la gente arrasó con el papel higiénico… En fin, no sé por qué las colas de ahora me provocan un cierto sabor añejo, a pesar de haberlas conocido sólo por los relatos de mis abuelos o mis padres… Y enlazando un pensamiento con otro llegué hasta las actuales ‘colas del hambre…’ Y la palabra ‘hambre’ me sugirió  retroceso y el retroceso  pobreza y la pobreza escasez, penuria, carencia,  estrechez, miseria y de vuelta a las colas…

Detrás de mí unos cuantos señores mayores, dispuestos a cobrar su pensión, discutían sobre las retenciones en la paga extra… Hablaban todos a la par, indignados… Frases construidas con palabras aprendidas de oídas y escasa lectura. Palabras cojas de letras o sílabas aunque plenas de sentido común…Quejas y lamentos tras toda una vida de trabajo y una jubilación exigua que apenas llegaba para dos y que con la crisis tuvieron que dividir por cuatro o por seis … Hombres, porque eran varones los que formaban este corrillo, de piel curtida y ropa de mercadillo acostumbrados a tener que apañar la mesa con comida de ofertas y vino barato, un pecado en una tierra de viñedos y bodegas, conocida también por sus buenos vinos… Paradojas del destino, me dije: cada vez son más los que tienen menos y menos los que tienen más… Miré hacia atrás y comprobé como la cola se curvaba mientras sumaba gente diversa: jóvenes y mayores, mujeres y hombres… Obreros, oficinistas, jubilados…

Por otro lado, en las colas se comentan cosas. Una vez tomado el contacto visual con quien está delante o detrás, un gesto o una simple palabra desencadena una conversación de las de ‘andar por casa’. En esta ocasión, a las puertas de una oficina bancaria, el tema giró en torno al futuro de los bancos, de las sucursales y el triunfo de la ‘banca virtual’ sobre la tradicional. Adiós a esa atención personalizada aun cuando no tuvieras más que unos poco ahorros. «Ahora te asignan un ‘gestor/a’ personal con quien intercambias mensajes que cuelgas en tu ‘muro’ y si quieres más te lo cobran aparte» -dijo una señora con mucha seguridad-. «Lo malo es la gente mayor que no sabe nada de informática» -comentó un señor de mediana edad- «De aquí a diez años esto se acaba -dijo mientras levantaba las cejas e inclinaba la cabeza hacia la puerta de la oficina-» Y es verdad, pensé yo… Los bancos están aprovechando la coyuntura de la covid para realizar grandes fusiones e instaurar definitivamente la banca del futuro que será, casi al cien por cien, virtual…

A continuación alguien se sumó a la conversación para añadir: «Otra cosa que está cambiando es el pequeño comercio, al parecer ya existen varias aplicaciones para el comercio local on line«. Todos asentimos casi a la par. El pequeño comercio, que ya estaba siendo amenazado por las grandes superficies desde hace décadas, ha subsistido a duras penas gracias a una clientela fiel, de las de ‘antes’, aferrada a funcionar ‘como siempre’. Gente mayor, sobre todo, que vive en poblaciones pequeñas donde los cambios se producen con mayor lentitud y sus habitantes se resisten a modificar sus viejos hábitos y forma de vida…A estos pequeños comerciantes la pandemia les ha obligado a elegir entre adaptarse o desaparecer. Por eso han decidido subirse al carro de la venta por internet, animados y empujados por empresas que han impulsado campañas de informatización y han desarrollado nuevas apps -esas de las que se hablaban en la cola- que a muchos les salvará la campaña de Navidad…

De repente el cajero funcionaba y la hilera de gente comenzaba a avanzar con cierta rapidez mientras yo aguardaba mi turno en la fila de al lado… De nuevo presté oídos, movida por la intensidad de las voces más que por la curiosidad… Eran dos señoras con carrito de la compra que hablaban y gesticulaban moviendo las manos: «No sé dónde vamos a parar» -decía una que parecía más mayor- «Yo -contestaba la otra- gracias a la ‘asociación’ que nos da un lote de comida a la semana, sino de qué…» La más mayor asentía con la cabeza mientras la más joven continuaba su soliloquio casi sin respirar: «A ver qué hago yo con 400 euros…Y el Rey, mientras gastando el dinero por ahí… Y los del gobierno no harán nada, te lo digo yo, nada. Como ellos no tienen el problema… A los demás que les den…». Bueno, tuve que hacer una síntesis rebajando el tono porque el monólogo, que no tiene desperdicio, estaba salpicado de palabras gruesas que podrían resultar ofensivas o herir la sensibilidad de alguien…Aunque sinceramente, aparte del tono y de las expresiones más o menos burdas, el contenido, el mensaje, desde mi punto de vista, se ajustaba totalmente  a la realidad…

Me quedé pensativa, valorando lo que había escuchado, sintiéndome privilegiada por no tener que depender de un lote de alimentos… Porque es una realidad que han crecido considerablemente el número de familias que dependen de estas ‘colas’ a pesar del ingreso mínimo vital. A los ‘pobres de siempre’ se han sumado los empobrecidos por la coyuntura económica a resultas de la pandemia. Entonces recordé que hace unos días leí un artículo sobre el voluntariado en España que, al parecer, ha crecido de manera asombrosa. En la actualidad existen dos millones y medio de voluntarios más que antes del coronavirus, la mayoría jóvenes que perdieron el empleo o están en ERTE y decidieron dedicar parte de su tiempo a ayudar a los demás…De hecho, sin esta solidaridad colectiva, muchas familias no podrían subsistir…Las políticas sociales son insuficientes y dejan fuera del tablero a los sectores más pobres…

Por fin llegó mi turno. Crucé la puerta mientras pensaba en lo variopinto del género humano, en la variada casuística de tantas vidas reunidas al azar en una cola…En la ‘suerte’ de unos frente a la bien o mal llamada ‘mala suerte’ de otros. Y me sentí aliviada de pertenecer a ese grupo que se denomina a sí mismo ‘normal’: ni mucho, ni poco sino suficiente…’Normal’ un término de compleja definición…Aunque ahora que lo pienso, en mi cazadora tengo un pin que dice: ‘Normal, es un programa de mi lavadora…’ Ahí queda eso…

La otra cara de Angela Merkel…

A la mayoría impresionó la sensibilidad de la Canciller alemana en su discurso sobre la situación de la pandemia en Alemania y las medidas impuestas de cara a la Navidad…La empatía de Merkel ha desvelado su lado más humano y por ellos, más cercano a su pueblo… Quizá sea eso lo que se eche en falta de los políticos: menos formalismos y más humanidad…
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Angela Merkel, 66 años. De soltera Angela Dorothea Kasner, doctora por la Universidad de Leipzig en física cuántica y miembro de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU), desempeña las funciones de canciller federal desde 2005. A su llegada, Merkel no disfrazó su imagen de ‘mujer emancipada del ‘qué me pongo’ optando, a pesar de su coquetería, por un look que ha mantenido a lo largo de su trayectoria política, al que ha permanecido fiel y la ha identificado, apareciendo en público ataviada con pantalón y chaqueta de colores variados, pelo corto, ausencia de joyas y discreto maquillaje… Aunque al parecer y, según ha publicado la prensa, la canciller ha confesado tener una gran debilidad por los bolsos…

No obstante la política alemana no es tan fría como pueda parecer a tenor del vídeo de ayer en el que aparece una Ángela Merkel emocionada, con los ojos brillantes, mientras pronunciaba en el Bundestag un discurso en el que hacía balance sobre los efectos mortíferos de la pandemia al tiempo que pedía a los alemanes un esfuerzo más en estas fechas claves. Sus palabras y, sobre todo su actitud, nos han conmocionado a casi todos: «No puede ser que ahora antes de fiestas -afirmaba emocionada- tengamos muchos contactos y a continuación sea la última Navidad con los abuelos porque hemos desperdiciado la oportunidad de hacer algo».

Y es que no estamos acostumbrados a ver a nuestros políticos como lo que son: seres humanos iguales a nosotros. Siempre parapetados en una oratoria poblada de términos administrativos y de palabras huecas que, nada más salir de sus bocas, se congelan en el aire. Sus expresiones suenan a consignas de partido o aparecen envueltas, en el mejor de los casos, en una compasión y sensibilidad que resultan demasiado tibias, pronunciadas por quienes parecen tener miedo a que su humanidad se interprete o confunda con debilidad…

Es de suponer que como todos, ellos también tienen familiares o amigos en otras comunidades o en el extranjero a quienes estén deseosos de ver y abrazar. Que sus preocupaciones no son sólo colectivas sino personales e individuales. Que tal vez estén asustados. Que puede ser que incluso hayan perdido a seres queridos, familiares y ‘allegados’, el término de la discordia que, dicho sea de paso viene al pelo, sin ningún género de dudas, para englobar a quienes conforman esa otra familia ficticia. Es decir, aquella a la que nos une un vínculo más allá de la sangre, mucho más fuerte e inquebrantable: el afecto…

Por eso la actitud de Merkel la hace más fuerte y su humanidad más digna, además de rompernos los esquemas de ‘dama de hierro’ o de mujer imperturbable a quien el poder ha despojado de todas aquellas virtudes que la acercan y la igualan a resto de mortales.

La democracia pregona que aquellos que son iguales en un aspecto son iguales en todos los demás

Aristóteles

Sabio, como siempre, el filósofo. Este debería ser el espíritu de todos lo políticos en general. Si así fuera, seguro que los ciudadanos seríamos más obedientes y disciplinados, más aún si cabe. Porque se predica con el ejemplo y aquí, en España, escasea lo paradigmático mientras prolifera lo corrupto acostumbrados, como estamos, a comprobar con frecuencia el uso y abuso de quienes están en el poder y aprovechan su posición para medrar y sacar ventaja: desde amañar alquileres de pisos de lujos en zonas privilegiadas a precios de barrio, pasando por usar las tarjetas black para pagar un miserable ticket de parking hasta evadir el pago de impuestos por parte de quien ha ocupado, nada más y nada menos, que la Jefatura del Estado (me refiero al Rey emérito). Así podríamos enumerar todo un elenco de personalidades, trabajadores por cuenta del Estado pagados con dinero público, a cual más corrupto, que han conseguido alejar cada vez más a los ciudadanos de a pie de quienes ocupan los diferentes ámbitos de poder, a consecuencia de lo cual se ha generado un clima de desconfianza y desafección generalizada en quienes nos gobiernan y en las Instituciones que presiden…

Por eso las lágrimas de Merkel nos tocan la fibra y es curioso que un simple gesto, apenas imperceptible, llame tanto la atención y ocupe las portadas de la prensa internacional. Prueba inequívoca de lo poco habitual que resulta ver a una política de tamaña dimensión mostrando su lado más humano, su naturaleza en su condición de mujer, hija, madre, hermana, esposa, amiga… Identidades que todos y todas construimos a lo largo de nuestras vidas a la que acompañan y atraviesan emociones diversas, entre ellas, la compasión, la benevolencia, la caridad, la empatía, el altruismo…Ninguna reñida y todas compatibles con el desempeño de la Presidencia de un país…

El poder no cambia a las personas, sólo revela quiénes verdaderamente son.

José Mujica

El post número 100…

Cien entradas dan para mucho o para muy poco, según se mire…A lo largo de este primer año ‘la pensadora gaditana’ ha tocado diferentes ‘palos’: desde el intimismo introspectivo a las realidades cotidianas, planeando sobre el actual panorama, desde marzo, atravesado por la covid…Y en cada entrada permea la presencia de la Historia, la referencia a nuestro pasado colectivo, evidentemente necesario para la comprensión del presente…
Fotografía: P. G.

La foto no es mía pero soy yo. Recuerdo perfectamente cuando Pablo, un amigo de mi hija, me la hizo un día que dimos un paseo por una pequeña cala cercana a mi casa. Por entonces remontaba mi duelo y reinventaba una vida vacía que comencé a llenar con actividades placenteras y enriquecedoras. Me costó aceptar que la oportunidad de entregarme a realizar todas las tareas que me gustaban hubieran llegado de la mano de la muerte de mi hijo, lo que quise interpretar como un regalo o un legado resultado de su generosidad. Había pasado de no tener tiempo para mi a tener todo el tiempo…Todo el tiempo, literalmente, entonces me resultaba tanto que me asustaba y me conmovía a la par…Hasta que aprendí o asumí que la vida es un don, esa vida que inexorablemente proseguía su curso a pesar de mis resistencias. Así que superadas las primeras etapas, cuando sentí la aceptación plena, tomé la decisión -creo que sabia- de abrir un blog (que no era el primero, porque ya tenía otro) y crear un espacio donde plasmar mi impronta haciendo algo que me llena, me gratifica y me ayuda a expresar, a nombrar y a renombrar emociones: escribir. Me apetecía tener una bitácora propia, un trocito virtual, una plataforma desde donde lanzar mis pensamientos, opiniones, reflexiones y vivencias dejando al azar su destino…

Biografías históricas de mujeres, temas de actualidad o relatos de ficción en los que mi yo más íntimo se ha colado en múltiples ocasiones. Unas veces sin querer, a modo de proyección, otras queriendo, conscientemente, siempre disfrazado o escondido entre metáforas o entelequias a las que he trasladado sentimientos, emociones o mensajes encriptados u ocultos, cuyas claves o códigos son accesibles sólo para quienes me conocen bien y me leen entre líneas…

El caso es que este mes hace un año que hice la ‘mudanza’ desde otro blog, aunque ‘la pensadora gaditana’ no cobró vida propia y comenzó su andadura hasta marzo del 2020, fecha en la que se inició el confinamiento colectivo por la pandemia. Por entonces escribí la siguiente presentación:

Mujer, feminista, humanista, docente (actualmente jubilada), historiadora de oficio, traigo ‘de serie’ chip de ‘pensadora y gaditana…’ ‘Solo sé que no sé nada’, que ‘el saber no ocupa lugar aunque coge mucho sitio’ y que ‘nunca es tarde si la dicha es buena…»Aprendo a aprender…’ El estreno de este nuevo blog (que no es el primero, al que me refería más arriba) llega de la mano de una situación tan insólita para mi como para todos: la pandemia por COVID-19. Los hashtags #yomequedoencasa, #coronavirus y #covid-19 son los más repetidos estos últimos 20 día de reclusión en nuestros hogares y no se han hecho virales en vano, por el contrario, han despertado una oleada de creatividad que ha tomado múltiples y variadas formas, dándonos a cada cual la oportunidad de sacar lo mejor de nosotras mismos para ofrecerlo solidariamente a los demás…Y me pregunto ¿qué puedo hacer yo? No canto bien, ni toco ningún instrumento, ni tengo dotes de actriz… Por tener, tengo otras dotes que no vienen al caso y por no tener no tengo balcón lindero a una calle transitada de cualquier ciudad al que poder asomarme cada tarde a las 20.00h para compartir los aplausos a nuestros héroes sanitarios y a todos los trabajadores esenciales de quienes depende nuestra subsistencia…aunque aplaudo a solas en el salón de mi casa al compás de la TV… No obstante y pensándolo mejor (siguiendo la sugerencia de Pura Mª) si que poseo el mejor de los ‘balcones’, uno enorme: mi ‘imaginación’, ‘mi mente’ siempre abierta de par en par, donde habitan pensamientos y cientos de palabras que procuro hilvanar hasta componer textos coherentes, entretenidos e incluso bellos…Ojalá sea sea así…Os espero…Gracias…

Y aquí sigo. Confío no haberos defraudado…Agradezco los préstamos a las ‘blogueras’ invitadas, ‘amigas virtuales’ con quienes comparto el placer de la escritura… Un honor acogerlas en mi modesto blog. Gracias también a los conocidos y desconocidos que me habéis leído con silenciosa e incondicional lealtad… Esta ‘pensadora gaditana’ reconoce que necesita remontada de ánimo, pero continuará adelante, más y mejor a ser posible.Porque como diría Eleanor de Aquitania: ‘Solo Sé Seguir’.

‘Vuelo libre’. Fotografía: mp_dc

Nos sobran los motivos…

El informe del Gobierno sobre la incidencia del covid en la población anciana durante la primera fase de la pandemia resulta, a todas luces, triste y desolador… Pero la vida continúa y aunque ‘nos sobran los motivos’ para que no sea, la Navidad será…
Fotografía: mp_dc

Entre la buena voluntad y el miedo, entre la salud y la economía, entre el quiero y no puedo los políticos se reúnen para acordar qué hacer esta Navidad. Nos sobran los motivos para no celebrarla pero lo haremos, aunque este año sea diferente y, precisamente por eso, pase a los anales de la Historia y a nuestra memoria individual y colectiva… Así se despidió noviembre, con esta cuestión en el aire, con cifras catastróficas entre los afectados y fallecidos por la enfermedad. Tal vez por eso ha transcurrido despacio, sigiloso, con la población caminando de puntillas y hablando bajito de las Fiestas que se acercan, poco poco, sin que nadie pueda detener el calendario…Todos a la expectativa, confiando doblar la curva maldita con la esperanza puesta en que las autoridades permitan la apertura de las fronteras y con ello el reagrupamiento familiar… ¿Salvar la Navidad o salvar la vida? Esta es la cuestión. ¿Susto o muerte? Este es el nudo gordiano, el dilema, la encrucijada afrontada ahora por las CC.AA. que concluirán, ya se verá, solicitando responsabilidad a la ciudadanía, animando a que el sentido común y el buen criterio imperen en estas fechas que se aproximan bajo la atenta mirada de la tercera oleada…

Y nos sobran más motivos para estar desanimados…El pasado jueves el Gobierno presentó a las CC. Autónomas el informe que Pedro Sánchez se comprometió a elaborar, allá por el mes de abril, sobre la incidencia del covid en las residencias geriátricas. Las cifras resultan tan dolorosas como desoladoras. El 47% de los fallecidos durante la primera oleada de la pandemia eran ancianos residentes en geriátricos. Exactamente 20.268 mayores cifra que, junto a los fallecidos de ahora, se acercará a los 30.000. Y, aunque esta vez ha descendido bastante, algunos expertos señalan un patrón similar al de marzo-junio. El informe recoge la existencia de un total de 5.500 residencias en nuestro territorio, hogares que albergaban hasta 334.000 ancianos cuando se declaró la pandemia. O sea, que la covid se ha cobrado hasta la fecha el 6,1% de la población anciana de este país, «una de las cifras más alta -si no la más- de los países de la OCDE».

Los medios han sacado a la luz un variado repertorio de relatos tanto en defensa de los directores de los geriátricos como en contra, acusándolos de una nefasta gestión. Unos señalan hacia la desprotección de los cuidadores sin EPIS, ni mascarillas, ni formación. Otros denuncian la falta de atención en los hospitales que se negaron a realizar ingresos. Los psicólogos matizan y subrayan los daños colaterales: el aislamiento y soledad a la que fueron sometidos en la que muchos murieron por la enfermedad, la desatención y la tristeza…Personalmente creo que no hemos tomado conciencia de la gravedad de los hechos y por eso tenemos una deuda para con ellos, les debemos una reflexión, estamos moral y éticamente obligados. Igualmente es necesario poner en valor que se nos muere una generación de supervivientes de la Guerra Civil, de la posguerra, del franquismo, los mismos que después vivieron la transición democrática. Hombres y mujeres que levantaron aquella España en blanco y negro a la que pusieron color con alta dosis de esfuerzo y sacrificio para dejarlo como legado a los de mi generación, sus hijos e hijas…

Es por eso que los audios de la Sra. Burgueño -hija del ideólogo de la privatización de los hospitales de Madrid a quien Ayuso señaló con su ‘diestro dedo’ y sus argumentos sapienciales, para colocarla al frente de la gestión de las residencias de mayores de la capital- por esto, decía, sus ‘graciosas’ opiniones me resultan vomitivas, despreciables, inmorales y hasta delictivas: “Flipo colorines”, dice en uno de los audios. “Nos vamos a hacer los reyes y los amos de la gestión sociosanitaria de Madrid, Comunidad Autónoma”. Esta es la altura de miras, la calidad, la profesionalidad de una mujer que ocupa un puesto de tamaña dimensión y que dirige como si de un juego se tratara a tenor de sus expresiones infantiles y fuera de tono, tan del estilo de su ‘mentora’. Ambas están implicadas en la denominada ‘operación bicho’. Una estrategia diseñada por el gobierno de Madrid que decidió encerrar a los residentes mayores, dejando su destino en manos de la Burgueño, alias ‘flipo colorines’, encomienda que, dicho sea de paso, resultó un gran fracaso pues, desgraciadamente, no se asistió a los ancianos ni en hospitales ni en los geriátricos por falta de medios, de ahí los miles de fallecidos, muchos por negación de auxilio…Eso sí, a quienes tenían póliza privada si se les atendió debidamente, sobre todo en aquellos hospitales privatizados por su padre…Por cierto, ni la Sra. Burgueño ni la Sra. Ayuso han dado la cara ante estos hechos…Es de suponer que ‘inaugurar hospitales’ requiere de todo su tiempo…

En fin que nos sobran los motivos para no estar bien. Desgatados, aturdidos y preocupados ante tanta incertidumbre parece que recibimos impertérritos el informe diario de la pandemia, como si el escenario nos fuera ajeno, como si se tratara de un relato imaginario, quizá porque la realidad, esta vez sí supera con creces la ficción…Y por si no tuviéramos bastante, un grupo de ‘abuelos’ ‘altos cargos militares de pro’ jubilados, se dedican a planear un pronunciamiento desde un grupo de wasap, declarándose alguno dispuesto a ‘fusilar’ a 26 millones de personas, entre las que yo me encontraría fijo…Mientras, Carmen Falomir, 54 años, enferma de Ela ingresa en el Hospital de la Fe de Valencia para que se le practique la sedación. Su entereza y valentía ha sido ejemplar y ayer, justo antes de ingresar, se despedía con este mensaje: «cuando no os toque el gordo y, resignados con tener salud, sigáis con los preparativos de Nochebuena, acordaos de estas palabras y sentíos afortunados» Ojalá que te vaya bonito allá donde vayas Carmen…Que tu tránsito discurra tan sereno y sabio como tu propia decisión…